¿Guarda Dios su palabra?

¿Guarda Dios su palabra?

¿Guarda Dios sus promesas y compromisos, incluso cuando los seres humanos no cumplen con los suyos? El carácter y los valores de Dios nunca cambian, por lo tanto, él nunca hubiese abandonado sus promesas al antiguo Israel. Por medio de uno de sus profetas, le exclamó a Israel: “Porque yo el Eterno no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros . . .”(Malaquías 3:6-7).

Dios prometió por boca del profeta Jeremías que Israel continuaría existiendo como nación mientras que el sol, la luna y las estrellas continuasen brillando (Jeremías 31:35-36). Él promete proteger y guiar el destino de todos los descendientes del antiguo Israel hasta que ellos –incluyendo aquellos conocidos como judíos y quienes forman parte de las diez tribus– sean restaurados como una nación al regreso de Cristo.

Dios ha hecho maravillosas promesas, algunas a individuos, otras a naciones, y algunas a toda la humanidad. Si él abandonase cualquiera de las promesas que les hizo a Abraham, Isaac, Jacob, y a sus descendientes, los israelitas, además de los compromisos que hizo con ellos, ¿cómo podríamos creer que cumplirá las promesas que nos ha hecho a nosotros?

Nuestra fe se apoya en la premisa de que Dios toma en serio todo lo que dice. Gracias a que él es fiel a todos sus compromisos, nosotros tenemos una base sólida para confiar en que cumplirá sus promesas.

Vemos, por tanto, que las promesas de Dios al antiguo Israel son de vital importancia para nosotros en lo personal. La veracidad misma de la Biblia se desmoronaría si Dios dejase de cumplir sus compromisos con aquellos pueblos exiliados. Esta es otra razón para estudiar este tema: estas tribus supuestamente perdidas, o bien existen actualmente, o Dios no fue fiel a sus promesas.

Al corroborar la continua intervención de Dios en el pasado, presente y futuro de los hijos de Israel, validamos su compromiso inquebrantable de cumplir su palabra. Tal confirmación le proporciona a nuestra fe una sólida base y la seguridad de que Dios cumplirá las promesas que nos ha hecho.

Mediante el cumplimiento de sus promesas a todas las tribus de Israel, Dios también les demostrará a los burladores y escépticos que él es confiable. Les demostrará a todas las naciones que respalda cada palabra que ha hablado a través de sus profetas y confirmará que tiene el poder de dirigir la historia según le parezca.

Como Jesús dijo en cuanto a Dios, “tu palabra es verdad” (Juan 17:17).