'Queda un reposo sabático para el pueblo de Dios'

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'Queda un reposo sabático para el pueblo de Dios'

La Epístola a los Hebreos utiliza comparaciones gráficas para hacer ver a los lectores judíos que el sábado no sólo les recuerda que Dios es el Creador de los israelitas y aquel que los sacó de la esclavitud en Egipto (Éxodo 20:8-11; Deuteronomio 5:12-15), sino que también su significado es mucho más amplio.

En Hebreos 3:1-6 se nos habla de la fidelidad de Moisés y de Cristo. Comenzando en el versículo 7, se cita el Salmo 95 para mostrar que la primera gene­ración de Israel había fallado; esta es una lección para el pueblo de Dios en la actualidad. La incredulidad fue la principal causa de que no pudieran entrar en el descanso prometido (v. 19).

El capítulo 4 comienza con una advertencia de que la fe y la obediencia son requisitos para entrar en el descanso que todavía está al alcance del pueblo de Dios. Nadie ha entrado todavía en ese reposo y esto no se debe a que Dios no lo tenga listo ya; de hecho, él finalizó todas sus obras desde la fundación del mundo (v 3). La prueba de esto se ve en el hecho de que Dios descansó en el séptimo día de todas sus obras (v. 4). Mucho después de que Josué había llevado a la segunda generación de Israel a descansar en la Tierra Prometida, David habló de la promesa de un reposo (Salmo 95). Esto demuestra que el descanso que alcanzaron en el tiempo de Josué era tan sólo un anticipo de un reposo muchísimo mayor que todavía está por venir (vv. 6-8).

Llegamos ahora al versículo que es fuente de controversia: “Por tanto, queda un reposo sabático para el pueblo de Dios” (v. 9, Nueva Reina-Valera). La palabra griega traducida como “reposo” en los capítulos 3 y 4 de Hebreos es katapausis; en cambio, la palabra reposo de Hebreos 4:9 es una traducción de sabbatismos. Este es el único lugar del Nuevo Testamento en donde es usada esta palabra, y su significado es la clave para entender este importante versículo que es la conclusión de todo lo que se ha dicho a partir de Hebreos 3:7 acerca del reposo.

El Anchor Bible Dictionary nos dice lo siguiente acerca del significado de sabbatismos: “La palabra ‘reposo’ es una traducción del sustantivo sabbatismos, una palabra única en el Nuevo Testamento. Este término también es usado por Plutarco . . . al referirse a la observancia del sábado, y en cuatro escritos cristianos poscanónicos que no dependen de Hebreos 4:9 . . . para referirse a ‘la celebración sabática’ del séptimo día”.

El mencionado diccionario continúa con un análisis del contexto: “El autor . . . afirma en Hebreos 4:3-11, mediante el empalme de las citas de Génesis 2:2 y Salmos 95:7, que el ‘reposo’ prometido aún tendrá su completa realización ‘para el pueblo de Dios’ en . . . los tiempos del fin que comenzaron con la aparición de Jesús [He. 1:1-3] . . . El experimentar el ‘reposo [sabático]’ está relacionado con la realidad de un ‘reposo’ (katapausis) actual en el que ‘los que hemos creído entramos’ (4:3) y señala la realidad de un ‘reposo’ futuro (4:11). La observancia del sábado como un descanso físico por parte de un creyente del nuevo pacto . . . es un ejemplo perfecto del descanso de las ‘obras’ (4:10) en conmemoración del reposo de Dios al terminar su creación (4:4 = Génesis 2:2) y manifiesta la fe en la salvación dada por Cristo.

“Hebreos 4:3-11 afirma que el ‘reposo [sabático]’ físico (sabbatismos) es la manifestación exterior semanal de la experiencia interior de un reposo espiritual (katapausis) en el que el descanso final . . . ya se experimenta ‘hoy’ (4:7). Por lo tanto, el ‘reposo [sabático]’ combina en sí mismo la conmemoración de la creación, la experiencia de la salvación y la esperanza de los tiempos finales (eschaton) a medida que la comunidad de creyentes avanza hacia la consumación final del descanso y la restauración totales” (“Diccionario bíblico Anchor”, pp. 855-856).

El mencionado diccionario bíblico concluye decisiva y correctamente que sabbatismos significa guardar el séptimo día, el sábado. Así Hebreos 4:9, sin disminuir el significado y las implicaciones que el sábado tenía bajo el antiguo pacto, destaca la necesidad de continuar guardando este día en el contexto del nuevo pacto.

La Epístola a los Hebreos fue escrita a los judíos cristianos con el fin de explicarles la transición del antiguo pacto al nuevo. El sábado y la circuncisión se consideraban como los pilares más importantes del judaísmo, que identificaban a los judíos como “el pueblo de Dios”. Sin embargo, en los tiempos de Jesús el significado del sábado había desaparecido bajo una montaña de reglas y prohibiciones.

El sábado se había convertido en una pesada carga a medida que su observancia se había degenerado por la esclavitud del legalismo, perpetuada por la mentalidad estrecha de los escribas y fariseos. Jesús condenó todas esas tradiciones humanas y nos dejó el ejemplo de cómo guardar el sábado para hacer de éste el regalo que Dios había querido que fuera para la humanidad (Marcos 2:27-28).

¿Qué podría ser más apropiado en la Epístola a los Hebreos que mostrar toda la magnificencia del sábado al explicar claramente su significado y propósito dentro del plan de Dios?

El sábado conserva todos los elementos que tenía bajo el antiguo pacto al identificar a las personas llamadas por Dios como “su pueblo” y recordarles continuamente que él es su Creador. Pero con el nuevo pacto se introduce el significado de que por medio de Cristo entramos en otro reposo, el verdadero cumplimiento del reposo dado a Israel en tiempos de Josué (Hebreos 4:8).

El descanso espiritual comienza ahora en esta vida y alcanzará su realización total con la resurrección a la vida eterna cuando regrese Jesucristo (Apocalipsis 20:6). Su regreso dará comienzo también al descanso milenario profetizado en el Antiguo Testamento.

La Epístola a los Hebreos entrelaza inteligentemente tres tipos de descanso: el descanso de los enemigos prometido a Israel, el descanso semanal y el descanso espiritual por medio de Cristo. La conclusión es que para el pueblo de Dios, la iglesia del Nuevo Testamento, aún es necesario guardar el sábado. Como lo afirma Hebreos 4:10-11, debemos procurar entrar en el reposo espiritual y debemos continuar guardando el sábado en reconocimiento de lo que representa en el plan maestro de Dios.