Perspectiva geográfica de Rusia

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Perspectiva geográfica de Rusia

Rusia es un país enorme; abarca 11 husos horarios, de manera que se extiende por casi medio mundo. Es una tierra rica no solo en el aspecto agrícola sino también en recursos minerales, ya que cuenta con enormes reservas de petróleo y gas en Siberia.

Pero a pesar de su enorme tamaño, Rusia tiene muy poco acceso a los mares abiertos y a las vías naturales del resto del mundo. Esto ha desempeñado un papel fundamental en la formación de la mentalidad rusa. En su libro Peter the Great: His Life and World (Pedro el Grande: Su vida y su mundo), el autor Robert Massie describió la Rusia del siglo xvii de esta manera: “Como un gigante encerrado en una cueva que cuenta con un solo agujero para la luz y el aire, la gran masa de tierra del Imperio moscovita solo poseía un único puerto marítimo: Arcángel, en el mar Blanco. Este puerto singular, alejado del corazón de Rusia, se halla a solo 209 km al sur del círculo polar ártico. Seis meses al año, está congelado bajo hielo”.

Pedro el Grande libró una guerra contra los suecos para obtener otra salida al mundo. Para ello, les arrebató tierras pantanosas con acceso al mar Báltico y fundó allí San Petersburgo en 1703. Sin embargo, para llegar al océano Atlántico, incluso hoy los barcos de San Petersburgo deben pasar por Finlandia, Estonia y Polonia, por debajo de un puente que conecta Dinamarca con Suecia, y luego por Noruega y el Reino Unido.

En el sur, los turcos otomanos controlaron durante mucho tiempo el mar Negro. Y cuando los rusos por fin consiguieron acceder a él, sus barcos todavía tenían que pasar por el estrecho del Bósforo, navegar bajo dos puentes turcos, luego por los Dardanelos y a todo lo largo del mar Mediterráneo antes de pasar por el estrecho de Gibraltar para llegar a mar abierto.

Algunos de los ríos más grandes de Rusia no fluyen a ninguna parte. El Volga desemboca en el mar Caspio [el cual en realidad es un lago salado], que no tiene salida al mar. Los grandes ríos siberianos fluyen hacia el norte, hasta el Ártico helado. Esta geografía tan inconveniente ha contribuido a la frustración y agresividad de los gobernantes rusos que han alimentado ambiciones de grandeza en el escenario mundial. (La geografía de Estados Unidos y Gran Bretaña, en cambio, es muy diferente, ya que cuenta con abundantes ríos y puertos de aguas cálidas y pleno control de los puertos marítimos clave).

Estas deficiencias geográficas contribuyeron a moldear la mentalidad nacional rusa fomentando un punto de vista xenófobo, es decir, una aversión o miedo intenso o irracional a las personas de otros países.