Las experiencias 'después de la muerte'
La premisa de la cual se parte es que la persona realmente murió. En verdad, muchos de ellos han sido declarados “clínicamente muertos”. Sin embargo, de la misma manera que la ciencia no ha comprendido en su totalidad la vida, tampoco ha entendido cabalmente la muerte. Los médicos y científicos no están de acuerdo en qué es lo que constituye la “muerte”.
Hay casos en que la persona entra en estado de coma y, aunque su mente ya no funciona, el resto del organismo se mantiene funcionando por años. Algunas personas que han sufrido un paro cardíaco o paro respiratorio han sido “resucitadas” sin que hayan sufrido un daño cerebral u otros efectos permanentes.
La muerte es descrita por la Biblia como un estado de total inconsciencia, sin ninguna clase de conocimiento o percepción (Salmos 6:5; Eclesiastés 9:5, Eclesiastés 9:10). Si aceptamos lo que la Biblia nos dice acerca de la muerte nos daremos cuenta de que aquellas personas que dicen haber regresado de la muerte no estaban muertas. Tal vez algunos órganos, como el corazón, hayan dejado de funcionar, pero la actividad cerebral no había cesado completamente.
Según algunas investigaciones, se ha descubierto que el sistema nervioso de los seres humanos funciona principalmente por medio de impulsos eléctricos. El cerebro necesita la sangre y el oxígeno para poder funcionar; por lo tanto, cuando la respiración y la circulación son alteradas o interrumpidas, el funcionamiento cerebral comienza a alterarse también. Si estas funciones se interrumpen de una manera prolongada, el cerebro deja de funcionar.
Para algunos investigadores, las sensaciones extrañas (tales como los sonidos y las luces) que han experimentado las personas que afirman haber regresado de la muerte, pueden ser atribuidas al mal funcionamiento cerebral que se presenta cuando el cuerpo sufre los efectos del choque y la persona está muy próxima a la muerte.