Noé y nuestra época: La correlación bíblica

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Noé y nuestra época

La correlación bíblica

Jesús se valió del ejemplo de Noé para revelar las actitudes que predominarían cerca del fin: “Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).

Este es un ejemplo de la correlación entre la historia y la profecía. Su significado es claro. La actitud que había en las personas en los días de Noé será la misma actitud que prevalecerá justo antes de la segunda venida de Cristo. Así como para esa gente Dios parecía estar muy lejano, sin tener ningún interés en los asuntos humanos, y puesto que la vida continuaba aparentemente sin cambios significativos (2 Pedro 3:3-6), ellos estaban absolutamente despreocupados de su verdadera condición espiritual y no se daban cuenta de la inminencia del juicio de Dios.

El punto crucial de este ejemplo es que las personas estaban tan ocupadas en los afanes de esta vida, que descuidaron completamente a su Creador; de hecho, no lo tenían en cuenta para nada (Mateo 6:33; Lucas 21:34-35). Ya sucedió una vez, y volverá a suceder. De hecho, ya está sucediendo.

El apóstol Pablo también le comentó a Timoteo acerca de otras actitudes carnales y de las actividades que predominarían en los últimos días: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3:1-5).

Esto describe perfectamente el panorama y la actitud predominante de nuestra sociedad. Esta clase de actitudes es lo que va a impedir que la mayor parte de la humanidad crea en Dios y sepa discernir las señales bíblicas de advertencia antes de que sea demasiado tarde. De la misma forma en que les llegó el fin a las personas de la época de Noé, así también llegará el fin del mundo y la gran mayoría de las personas no van a estar preparadas.