El verdadero origen de la Pascua Florida

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El verdadero origen de la Pascua Florida

La Pascua Florida es una de las celebraciones religiosas más populares del mundo. Pero ¿se basa realmente en las enseñanzas de la Biblia?

Meditemos en lo siguiente por un momento: Esta festividad es uno de los feriados religiosos más importantes para los cristianos, pero en ninguna parte de la Biblia —ni en el libro de Hechos, que abarca varias décadas de la historia de la iglesia primitiva, ni en ninguna de las epístolas del Nuevo Testamento, escritas a lo largo de 30 a 40 años después de la muerte y resurrección de Jesucristo— vemos que los apóstoles o los primeros cristianos hayan celebrado algo semejante a la Pascua Florida o Pascua de Resurrección.

Los evangelios mismos parecen haber sido escritos desde aproximadamente una década después de la muerte y resurrección de Jesús hasta unos 60 años más tarde (en el caso del Evangelio de Juan). Sin embargo, en ninguno de ellos encontramos la más mínima alusión a una celebración que se asemeje a la Pascua Florida.

Si la Pascua Florida no proviene de la Biblia ni fue celebrada por los apóstoles ni por la iglesia cristiana primitiva, ¿dónde se originó?

Los asombrosos orígenes de la Pascua Florida

En el Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento, del lexicógrafo W.E. Vine, encontramos la siguiente descripción del término Pascua:

“Pascha, la transcripción griega del término arameo para la Pascua, del hebreo pãsach, pasar por encima, dejar a un lado, [es] una fiesta instituida por Dios en conmemoración de la liberación de Israel de Egipto, y anticipando el sacrificio expiatorio de Cristo ... La fiesta de la Pascua celebrada por los cristianos en los tiempos post-apostólicos era una continuación de la fiesta judía, pero no fue instituida por Cristo, ni estaba relacionada con la Cuaresma. La fiesta pagana en honor a la diosa de la primavera, Eástre (otra forma del nombre Astarté, uno de los títulos de la diosa caldea, la reina del cielo), era totalmente distinta de aquella Pascua; sin embargo, la fiesta pagana se introdujo en la apóstata religión occidental, bajo la guisa [es decir, disfrazada] de ‘pascua’, como parte del intento de adaptar las fiestas paganas en el seno de la cristiandad. Por cierto que en inglés recibe el nombre de Easter, derivado de Eástre, lo que evidencia el verdadero origen pagano de la llamada ‘Pascua cristiana’, que no coincide en el tiempo con la Pascua judía” (Libros CLIE, 1984, 3:141).

Este párrafo nos da mucha información. Notemos lo que el autor, W.E. Vine —un versado erudito clásico, teólogo, experto en idiomas antiguos y autor de destacados libros de consulta bíblica— nos dice acerca de los orígenes de esta celebración:

La versión moderna de esta festividad no tiene origen bíblico, sino que se deriva del culto a Astarté, una diosa caldea (babilónica) conocida como “la reina del cielo”. Ella es mencionada por este mismo nombre en la Biblia, en Jeremías 7:18 y Jeremías 44:17-19, Jeremías 44:25. Además, en 1 Reyes 11:5, 33 y 2 Reyes 23:13 hay referencias a Astoret, la versión hebrea de su nombre. ¡Es parte de la misma religión pagana que Dios condena!

Es más, los primeros cristianos, incluso después de la era apostólica, continuaron observando una variante de la fiesta bíblica de la Pascua (su diferencia radicaba en el nuevo simbolismo introducido por Jesús; ver, por ejemplo, Mateo 26:26-28 y 1 Corintios 11:23-28).

La Pascua Florida era muy distinta de la Pascua del Antiguo Testamento y de la del Nuevo Testamento tal como la entendía y practicaba la iglesia primitiva, la cual se basaba en las enseñanzas de Jesús y de los apóstoles. Además, la Pascua Florida era un festival pagano cuyas raíces se originaban en la adoración de otros dioses, y que fue introducida mucho más tarde en la cristiandad apóstata en un intento deliberado por convertir esas celebraciones en algo aceptable.

Símbolos precristianos

La Enciclopedia Católica, en su artículo “Pascua”, dice lo siguiente: “El término inglés para Pascua, Easter, según Beda el Venerable [monje del siglo octavo], se relaciona con Estre, una diosa teutónica de la luz naciente del día y de la primavera, deidad que, sin embargo, es por lo demás desconocida...” (http://www.enciclopediacatolica.com/p/pascua.htm).

Estre es el antiguo nombre europeo que se le daba a la misma diosa venerada por los babilonios como Astarté o Istar, diosa de la fertilidad, cuya celebración más importante se llevaba a cabo en la primavera (en el hemisferio norte).

En el mismo artículo y bajo el subtítulo “Huevos de Pascua”, leemos que “la costumbre puede tener su origen en el paganismo, pues una gran cantidad de costumbres paganas, que celebraban el retorno de la primavera, se introdujeron en la Pascua”.

Bajo el subtítulo “Conejo de Pascua”, afirma: “El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido un emblema de fertilidad”.

En el libro Catholic Customs and Traditions, el escritor Greg Dues explica en detalle el simbolismo del huevo en las antiguas culturas precristianas: “El huevo se ha convertido en un símbolo muy popular de la Pascua Florida. Los mitos sobre la creación de muchos pueblos de la antigüedad se basan en un huevo cosmogónico que dio origen al universo.

”En los antiguos pueblos de Egipto y Persia los amigos intercambiaban huevos decorados en el equinoccio de primavera, es decir, al comienzo del nuevo año. Estos huevos eran para ellos un símbolo de la fertilidad, ya que el surgimiento de una criatura viva del interior de un huevo era para la gente de esos tiempos algo realmente asombroso. Los cristianos del Cercano Oriente adoptaron esta tradición, y el huevo de Pascua Florida pasó a ser un símbolo religioso. Llegó a representar el sepulcro del cual emergió Jesús” (“Costumbres y tradiciones católicas”, 1992, p. 101).

El mismo autor también explica que, al igual que el huevo, el conejo fue asociado con la Pascua Florida por simbolizar poderosamente la fertilidad: “Con frecuencia, a los niños pequeños se les enseña que los huevos de Pascua Florida son traídos por un conejo. Los conejos son parte del simbolismo precristiano de la fertilidad, debido a su fama para reproducirse con rapidez” (ibídem, p. 102).

Lo que estas fuentes de consulta nos dicen es que la cristiandad reemplazó el significado de la Pascua bíblica y de la Fiesta de los Panes sin Levadura con huevos y conejos, símbolos paganos de la fertilidad. Tales símbolos desvirtúan y ocultan la verdad sobre la muerte y resurrección de Jesucristo.

La Pascua Florida se impone

Sin embargo, la historia no termina aquí. En realidad, muchas fuentes confiables de información verifican el hecho de que la Pascua Florida se convirtió en un festival que sustituyó las celebraciones bíblicas de la Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura. (Para más información sobre el significado de esta fiesta, no deje de leer el artículo de la página 6: “¿Qué significa para los cristianos la Fiesta de los Panes sin Levadura?”)

Observemos lo que dice la Encyclopædia Britannica sobre esta transición: “No hay indicio de la celebración de la Pascua Florida en el Nuevo Testamento, ni en los escritos de los padres apostólicos ... Los primeros cristianos continuaron observando los festivales judíos, aunque con un espíritu renovado, como conmemoraciones de los eventos que representaban estas fiestas...

”Por otro lado, los cristianos gentiles, libres de las tradiciones judías, identificaron el primer día de la semana [domingo] con la Resurrección, y guardaron el viernes que lo precedía como conmemoración de la crucifixión, sin tomar en cuenta el día del mes” (Undécima edición, p. 828).

Así fue cómo la Pascua Florida, un festival pagano con sus correspondientes símbolos paganos de la fertilidad, reemplazó las fiestas ordenadas por Dios que tanto Jesús como los apóstoles y la iglesia primitiva celebraron. Pero esto no sucedió de un momento a otro; esta práctica no se consolidó hasta el año 325 d.C., es decir, casi tres siglos después de la crucifixión y resurrección de Jesús. Lamentablemente, no se cimentó sobre los fundamentos de la verdad bíblica, sino sobre las bases del antisemitismo y del poder eclesiástico e imperial.

Como explica más detalladamente la Encyclopædia Britannica: “Una de las razones que llevó a Constantino [el emperador romano] a convocar el concilio de Nicea en el año 325, fue la de alcanzar un acuerdo definitivo sobre la disputa [si se debía guardar la Pascua Florida o la Pascua bíblica] ... La decisión unánime del concilio fue que la Pascua Florida debía observarse el domingo, y el mismo domingo en todo el mundo, y ‘que de ahora en adelante nadie debe imitar la ceguera de los judíos’” (ibídem, pp. 828-829).

Quienes decidieron “imitar la ceguera de los judíos” —es decir, que continuaron guardando las mismas fiestas bíblicas que celebraron Jesús y los apóstoles en vez del festival recién “cristianizado” de la Pascua Florida— fueron sistemáticamente perseguidos por la poderosa alianza de iglesia y estado del Imperio Romano, bajo el emperador Constantino.

Este festival de la Pascua Florida, respaldado por el poder del imperio, muy pronto se afianzó como una de las celebraciones más populares del cristianismo tradicional.

La influencia del paganismo

El historiador británico James Frazer menciona cómo la Pascua Florida y sus ritos entraron en la iglesia romana establecida, junto con otras costumbres y celebraciones paganas:

“Tomadas conjuntamente las fiestas paganas y cristianas, vemos cómo tienen coincidencias demasiado estrechas y demasiado numerosas para considerarlas accidentales; ellas muestran el pacto a que se vio obligada la iglesia en la hora de su triunfo con sus rivales vencidas [las religiones paganas que competían con el cristianismo dentro del imperio], pero todavía peligrosas.

”El inflexible espíritu de protesta de los misioneros primitivos, con sus fieras denuncias del paganismo, fue tornándose en conducta flexible, tolerancia cómoda y comprensiva caridad de los eclesiásticos solapados que percibieron con claridad que para que el cristianismo conquistara el mundo le era preciso atenuar las demasiado rígidas reglas de su fundador, ensanchando algún tanto la puerta estrecha que conduce a la salvación” (La Rama Dorada, 1979, p. 417).

En resumen, para aumentar y ampliar el atractivo de la nueva religión “cristiana” en aquellos primeros siglos, las poderosas autoridades eclesiásticas romanas, con el apoyo del Imperio Romano, simplemente adoptaron los ritos y prácticas de las religiones paganas, las rebautizaron como “cristianas” y crearon un tipo de cristianismo completamente nuevo, con costumbres y enseñanzas diametralmente opuestas a las de la iglesia que Jesús fundó.

El cristianismo auténtico de la Biblia casi desapareció por completo, y fue forzado a la clandestinidad por la persecución, ya que sus seguidores rehusaron contemporizar con semejante sistema.

La Pascua Florida no representa fielmente el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesucristo, aunque así lo consideren quienes aceptan ciegamente las tradiciones religiosas. En realidad, este festival desvirtúa la verdad al respecto porque está relacionado con la diosa babilónica Astarté, también conocida como Astoret o Istar, cuya adoración está directa y explícitamente condenada en la Biblia. Las antiguas prácticas y símbolos de la fertilidad asociados con su culto ya existían mucho antes de Cristo y, desgraciadamente, han reemplazado y desvirtuado la verdad acerca de su muerte y resurrección.

Muchos de los que profesan ser cristianos pueden hacerse esta pregunta al verse confrontados con estos hechos acerca de la Pascua Florida: Con tantos millones de cristianos bien intencionados, ¿por qué Dios no habría de sentirse complacido? Pero Jesús ya dio la respuesta en Mateo 15:9 donde, refiriéndose a su Padre, dijo: “En vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”. ¿Cómo va a decidir usted adorar a Dios, en espíritu y en verdad (Juan 4:23), o según fraudes y fábulas?.