El pacto de Dios con la antigua Israel

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El pacto de Dios con la antigua Israel

Dios hizo otras promesas que también se mencionan en la Biblia. Con frecuencia las hizo en la forma de un pacto. Un pacto es un acuerdo o contrato entre dos o más personas. En la Biblia, sin embargo, este término implica más bien un compromiso formal en forma de tratado o alianza, que está basado en una relación. En el pacto que Dios inicia, no hay negociación de términos; él define todas las condiciones. La gente tan sólo podía aceptar o declinar lo que Dios les ofrecía.

Debe ser obvia la razón por la que los pactos de Dios no pueden ser como los acuerdos negociados entre dos personas iguales. Dios es el Creador y nosotros somos su creación. Nuestro bienestar depende de su amor y gracia. Según el uso teológico, un pacto es un acuerdo que ocasiona una relación de compromiso entre Dios y su pueblo.

Uno de los pactos más importantes que Dios hizo fue con los israelitas, los descendientes de Abraham, por medio de su hijo Isaac y de su nieto Jacob (cuyo nombre fue cambiado por el de Israel). “Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la Ley, el culto y las promesas; suyos son los Patriarcas, y de ellos en lo humano nació el Mesías, suyo es el Dios Soberano, bendito por siempre. Amén” (Romanos 9:4-5, Nueva Biblia Española).

¿Cómo describe Pablo los pactos entre Dios e Israel?

“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12).

Debemos resaltar el hecho de que Pablo los llama “los pactos de la promesa”. Por medio de ellos Dios les ofreció a los israelitas grandes promesas y bendiciones. Si obedecían, les prometía hacer de ellos una gran nación y protegerlos, prosperarlos y proveer para ellos (Levítico 26:3-13; Deuteronomio 28:1-14).


¿Cuáles fueron los términos del pacto que Dios hizo con la antigua Israel?

“Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra” (Éxodo 19:5).

“Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que el Eterno ha dicho, haremos. Y Moisés refirió al Eterno las palabras del pueblo” (v. 8).

Los israelitas accedieron a las condiciones de Dios, y él confirmó su compromiso con ellos. “Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien” (Jeremías 7:23).

¿Qué dijo Dios que pasaría si los israelitas no cumplían con las obligaciones contraídas en el pacto?

“Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto . . . enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán. Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga. Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados” (Levítico 26:14-18).

La mayoría de los pactos definen los deberes y responsabilidades que se espera que cada parte cumpla. Tal como sucedió con el pacto que Dios hizo con Abraham, el que hizo con Israel tenía ciertas condiciones, deberes y obligaciones. El fundamento de la relación con Dios era la aceptación de estas condiciones por parte del pueblo. Pero por su desobediencia posterior no recibió las bendiciones que Dios le había prometido.

¿Prometió Dios hacer un nuevo pacto entre él e Israel?

“He aquí vienen días, dice el Eterno, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice el Eterno” (Jeremías 31:31-32).

¿Cuál fue la falla del primer pacto entre Dios e Israel?

“Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto” (Hebreos 8:7-8).

Israel quebrantó el pacto con Dios. La falla de la relación estuvo en el pueblo, no en el pactoen sí. Dios cumplió con su parte, pero los israelitas sencillamente no vivieron de acuerdo con el compromiso que habían hecho con Dios.

¿Cómo y por qué los israelitas no cumplieron con sus obligaciones del pacto?

“No guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en su ley; sino que se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado” (Salmos 78:10-11).

“Y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu” (v. 8).

“¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!” (Deuteronomio 5:29).

Al desobedecer a Dios abandonando sus leyes, Israel violó los términos del pacto. Los israelitas sencillamente no sentían el compromiso, ni tenían el deseo ni la voluntad de seguir los caminos y las instrucciones de Dios. Hacían lo que a la humanidad le parece bien, que es desobedecer a Dios y rechazar su ley (Romanos 8:7).