Los apóstoles enseñaron el mismo evangelio

Usted está aquí

Los apóstoles enseñaron el mismo evangelio

¿Qué mensaje les ordenó Jesús a sus seguidores que predicaran?

“Habiendo reunido a sus doce discípulos . . . los envió a predicar el reino de Dios. . .” (Lucas 9:1-2).

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

¿Hicieron ellos lo que se les mandó?

“Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían” (Marcos 16:20).

“Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres” (Hechos 8:12).

¿Era el Reino de Dios la meta de los primeros cristianos?

“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia” (Hebreos 12:28).

¿Por qué razón dijo Pedro que Dios llama a las personas a su iglesia?

“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 1:10-11).

¿Enseñó también Santiago, medio hermano de Jesús, que el Reino de Dios es la meta de la vida cristiana?

“Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” (Santiago 2:5).

Según las palabras de Jesús, ¿cuál debe ser la meta de todo cristiano?

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia . . .” (Mateo 6:33).

Vemos de manera constante que la meta final de los creyentes en Cristo es entrar en el Reino de Dios. Es el propó- sito mismo de su vida. A lo largo de los cuatro evangelios y los otros escritos apostólicos, la realidad del Reino de Dios es un hecho que no admite discusión

¿Fue el Reino de Dios un tema principal en la ense- ñanza de Pablo?

“Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios” (Hechos 19:8).

“Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, tanto por la ley de Moisés como por los profetas” (Hechos 28:23).

“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (vv. 30-31).

Pablo hizo mucho énfasis en el tema del Reino de Dios, continuando la enseñanza de Jesucristo y los demás apóstoles

¿Por qué razones fueron perseguidos Pablo y sus compañeros?

“Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Éstos que trastornan el mundo entero también han venido acá; a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas” (Hechos 17:6-8).

Pablo enseñó que Jesús regresaría como rey para establecer el Reino de Dios. Debido a esta enseñanza, fue falsamente acusado de incitar a sus seguidores a que derrocaran al gobierno romano. Aunque eso no era cierto, puso en graves aprietos a Pablo y sus compañeros. “Los apóstoles proclamaron el reino de Dios, un reino muy diferente de cualquier imperio secular, y sin duda daban a Jesús el título griego basileus (‘rey’), término por el cual el emperador romano era descrito por sus súbditos de habla griega” (F.F. Bruce, The Book of Acts: The New International Commentary on the New Testament [“El libro de los Hechos: Nuevo comentario internacional del Nuevo Testamento”], 1984, pp. 344-345). Puesto que el evangelio tenía que ver con un reino literal cuyo rey era Jesucristo, esto hizo que Pablo fuera acusado de traición. Los ciudadanos temían que las autoridades romanas tomaran cartas en el asunto y los trataran duramente si se continuaba hablando abiertamente del Reino de Dios. Este incidente muestra el poderoso impacto que el mensaje del reino tuvo en el mundo romano. Pablo enseñaba que la gente debía volverse de los ídolos y dioses falsos y empezar inmediatamente a obedecer las enseñanzas del Dios viviente. Puso en entredicho sus supersticiones paganas. El mensaje que Pablo predicaba, que Dios enviará a Jesucristo para establecer el Reino de Dios, a menudo trajo persecución sobre él y sobre sus compañeros (Hechos 16:19-24; 19:25-29).

¿Por qué fue Pablo acusado ante los tribunales de hacer el mal?

“Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio; promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos. ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?” (Hechos 26:6-8).

Pablo basó sus enseñanzas en las promesas hechas a sus antepasados. Predicó que la gente en todas partes podía ser bendecida a través de la Simiente de Abraham, tal y como había sido prometido. Anunció la promesa de que un gobernante descendiente de David se sentaría en el trono de éste para siempre. Ambas promesas se referían al papel de Jesucristo en el plan de Dios. Aun en esa época, muchos judíos esperaban la aparición de ese gobernante debido a la misma promesa y a las palabras de los profetas. Entre las enseñanzas de Pablo estaba la promesa de que la humanidad sería reconciliada con Dios por el perdón de los pecados (Jeremías 31:34; Colosenses 1:18-23). La vida, muerte y resurrección de Jesús lo hicieron posible. Pablo enseñó que Cristo fue el sacrificio por el pecado, tal como había sido prometido en las Escrituras (Isaías 53:3-6; Romanos 3:23-25). Él creyó y enseñó que Dios resucitaría a los muertos (Daniel 12:2-3; Hechos 23:6). El mensaje de Pablo incluyó todas estas promesas, así como también la maravillosa enseñanza de que los cristianos tendrán parte en el Reino de Dios, el cual reemplazará los reinos desobedientes de este mundo. Resumiendo, Pablo dijo: “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:13-14).