El principio del pueblo escogido de dios
De la civilización que se originó en torno a la torre de Babel, Dios llamó a un hombre llamado Abram. Dios cambió el nombre de Abram a Abraham, que significa “padre de muchas naciones” (Génesis 17:5). El nuevo nombre de Abraham tiene gran significado.
¿Por qué llamó Dios a Abraham?
“Pero el Eterno había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:1-3).
Dios empezó a llevar a cabo un plan que traería bendiciones a cada habitante de la tierra. Por medio de Abraham y sus descendientes, Dios establecería un reino físico temporal, la nación de Israel.
¿Quería Dios tener una relación personal con Abraham como quiso tenerla con Adán y Eva?
“Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció el Eterno y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1).
Las experiencias de la vida en una tierra nueva le enseñaron a Abraham la lección esencial de confiar en las promesas de Dios y actuar en conformidad con su fe. Como resultado de esto, Abraham es el “padre de todos los creyentes. . .” (Romanos 4:11).
El llamamiento de Abraham, ¿tuvo algo que ver con reyes y un reino?
“Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti” (Génesis 17:6).
De los descendientes de este hombre Dios prometió levantar una gran nación. Otras profecías muestran que dicha nación sería un tipo del reino espiritual y eterno de Dios. Las promesas que Dios le hizo a Abraham desempeñan un papel importante en su plan maestro para la humanidad. Las promesas que Dios le hizo a Abraham son la base del Reino de Dios. Abraham y los profetas son también el fundamento del evangelio. El apóstol Pablo nos dice que la iglesia misma está edificada “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:20). No podemos captar completamente el significado del evangelio sin comparar lo que Dios les reveló a Abraham y a los profetas que siguieron, con la enseñanza de Jesucristo. Este fue el enfoque que tuvieron los apóstoles de Cristo en la predicación del evangelio al mundo. Cualquier otro enfoque conducirá a una comprensión desvirtuada e incompleta del evangelio del Reino de Dios.