Un vuelco súbito y peligroso
Si se permitiese que continuara ese tiempo de desastres sin paralelo, ¿cuál sería el resultado?
“Habrá entonces una angustia tan grande, como no la ha habido desde que el mundo es mundo ni la habrá nunca más. Si no se acortaran aquellos días, nadie escaparía con vida . . .” (Mateo 24:21-22, Nueva Biblia Española).
¡Nada podrá compararse a ese período! Esa época sin paralelo en la historia será tan peligrosa que, a menos que Dios intervenga, todo ser viviente perecerá. Le recomendamos que lea y estudie detenidamente todo el capítulo 24 de Mateo, para que pueda apreciar cabalmente estas condiciones y acontecimientos.
¿Permitirá Dios que la humanidad se destruya a sí misma?
“. . . mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (v. 22).
“. . . será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será liberado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro” (Daniel 12:1).
Aunque la humanidad llegará al borde del precipicio, Dios intervendrá para evitar su total extinción. Él “acortará” ese período para que algunos escapen de la muerte. De todas estas malas noticias surgirán ¡buenas noticias!
¿Podemos predecir exactamente cuándo sucederán estas cosas?
“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36).
“Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (v. 44).
“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:13).
¿Sobrevendrán súbitamente estos acontecimientos?
“Vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” (1 Tesalonicenses 5:2-3).
¿Se sorprenderá mucha gente por estos sucesos?
“Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).
Jesús declaró que los sucesos que conducirán a su retorno tomarán por sorpresa a la mayor parte de la humanidad. Será semejante a la época de Noé, cuando la gente continuó con sus rutinas diarias, pensando que la vida seguiría como de costumbre. Pero en los días de Noé la gente estaba totalmente equivocada. No hicieron caso a las advertencias de Noé sobre la depravación y decadencia que predominaban a su alrededor . . . hasta que empezó a llover.