Comienza la iglesia del Nuevo Testamento

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Comienza la iglesia del Nuevo Testamento

Esta fase implica que Dios trabaje por medio de un grupo de personas —la iglesia— espiritualmente transformadas por el Espíritu Santo. Dios las escoge no sólo para que tengan la salvación individual, sino también para llevar a cabo su obra para el beneficio final de toda la humanidad.


¿En qué fundamento ha edificado Dios la iglesia del Nuevo Testamento?

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2:19-22).

Al llamar y enseñar a sus discípulos —sus estudiantes— durante tres años y medio, Jesús los preparó para que fueran sus apóstoles (sus enviados o mensajeros), y una parte esencial del fundamento de la iglesia. Los escritos de los apóstoles continúan instruyendo y respaldando la iglesia, así como lo hacen los escritos de los profetas del Antiguo Testamento, quienes son también parte del fundamento de la iglesia. Ambos son importantes (ver 2 Pedro 3:1-2).

¿Cómo y cuándo comenzó la iglesia del Nuevo Testamento?

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos [los discípulos de Jesús] unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:1-4).

Las señales milagrosas marcaron el comienzo de la iglesia del Nuevo Testamento y el derramamiento del santo Espíritu de Dios. Dios quería atraer la atención a este suceso, a fin de llamar a un número suficiente de personas para formar una base a partir de la cual la iglesia se expandiría a todo el mundo.


¿Por qué era necesario que Dios diera su Espíritu a las personas?

“Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:8-9).

Sin el Espíritu de Dios no somos de Cristo. Sin embargo, se describe la iglesia como algo que le pertenece a Cristo —es su cuerpo y su novia— un pueblo espiritualmente transformado. El Espíritu hace posible este cambio, tal como lo estudiamos en la lección 9.


¿Qué sucedió durante y después de esa extraordinaria Fiesta de Pentecostés?

“Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo . . . Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas . . . Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:37-38, 41, 47).

Dios llamó a muchos al arrepentimiento y los discípulos bautizaron a muchos. La iglesia creció rápidamente al comienzo, con un fervor y un entusiasmo evidentes. El libro de los Hechos informa que después vinieron tiempos de persecución y dispersión, así como el crecimiento de las congregaciones individuales por todo el Imperio Romano a medida que los apóstoles proclamaron el evangelio.

A pesar del rápido crecimiento inicial, ¿se refiere la Biblia a la iglesia como una manada pequeña, con frecuencia perseguida?

“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:18-19).

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis . . .” (Mateo 7:13-16).

“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32).

Jesús predijo que su rebaño sería pequeño y acosado a lo largo de los años. Hasta surgirían falsos profetas en la iglesia, dividiéndola y diluyendo su mensaje.


¿Predijeron Jesús y sus discípulos que falsos maestros y falsas enseñanzas se introducirían en la iglesia, produciendo con el tiempo un cristianismo falso y desvirtuado?

“Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán” (Mateo 24:4-5).

“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:22-23).

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado” (2 Pedro 2:1-2).

Tanto los escritos posteriores de los apóstoles como la historia nos muestran que estas profecías se cumplieron. Los falsos maestros introdujeron una serie de doctrinas y prácticas diferentes en la iglesia. La Biblia nos muestra que Satanás, el ser que finalmente está detrás de este cristianismo falso, ha engañado a todo el mundo (Apocalipsis 12:9), y que sus ministros usualmente aparecen como ministros de justicia (2 Corintios 11:13-15). Hechos 8 nos da un ejemplo acerca de cómo un falso maestro estaba fingiendo haber sido convertido, con el fin de buscar los poderes que tenían los apóstoles, pero para su propio provecho (vv. 9-23). Como dijo Jesús en Mateo 7, la maldad —la oposición a la ley de Dios— ha ganado muchos adeptos entre los que profesan ser cristianos.

¿Qué dijo el apóstol Juan acerca de lo que un ministro falso les había hecho a los verdaderos seguidores de Cristo?

“Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia” (3 Juan 9-10).

La intromisión de Satanás en la iglesia en esa época, cerca del final del primer siglo, era tan rampante que los verdaderos cristianos estaban siendo expulsados de algunas congregaciones.

A pesar de la persecución y la herejía, ¿dijo Jesús que su iglesia continuaría hasta su regreso?

“Y yo también te digo . . . edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

“. . . y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).

Satanás ha atacado a la iglesia en repetidas ocasiones tratando de destruirla, pero ésta no ha muerto. Aunque los detalles han sido difíciles de encontrar en la historia, la Iglesia de Dios ha sobrevivido las peores persecuciones del Imperio Romano y de la Edad Media, así como otros ataques en tiempos más recientes. En alguna parte de la tierra hay miembros de la manada pequeña que siempre han continuado sirviendo a Dios lo mejor posible, de acuerdo con sus capacidades y su entendimiento. En la actualidad la iglesia continúa siendo pequeña, pero es un cuerpo activo y fiel que trata de llevar las buenas nuevas de Dios a un mundo sin fe. (Si desea conocer más detalles acerca de lo que la iglesia ha hecho para mantenerse y sobrevivir, no vacile en solicitar nuestro folleto La iglesia que edificó Jesucristo. O si lo prefiere, puede descargarlo directamente de nuestro portal en Internet.)

Después de afrontar las tribulaciones de esta época, ¿qué dice la Biblia que ocurrirá con los miembros fieles de la iglesia cuando Cristo regrese?

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:1-2).

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 3:21-22).

En Apocalipsis 2 y 3 el apóstol Juan escribió los mensajes de Cristo a las siete congregaciones de la iglesia en el Asia Menor. Estos mensajes y promesas se aplican a la iglesia a lo largo de los siglos. (Si desea entender mejor estos mensajes y lo que el Apocalipsis dice acerca de la iglesia, no vacile en solicitar un ejemplar gratuito del folleto El Apocalipsis sin velos. O si lo prefiere, puede descargarlo directamente de nuestro portal en Internet.)

Después de superar las pruebas y tribulaciones que Satanás despliega contra los miembros de la iglesia, los cuerpos físicos de los fieles serán transformados en espíritu (1 Corintios 15:50-53). Ellos ya estarán listos para ayudarle a Cristo a cuidar del mundo. ¡Nos espera un futuro asombroso!