Tres consejos para impulsar sus hábitos de estudio bíblico

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Tres consejos para impulsar sus hábitos de estudio bíblico

Si alguna vez se sentó con su Biblia, la abrió al azar y miró fijamente la página preguntándose por dónde comenzar, no está solo. Estudiar la Biblia puede parecer una tarea abrumadora, especialmente cuando se es nuevo en ella. Tal vez sea difícil encontrar algún libro en específico, o peor aún, las historias que le son familiares estén sepultadas en medio de un texto que no conoce. Pero, ¡no sé preocupe! Todos hemos estado en esa situación en uno y otro momento, ya sea iniciando o ya en nuestro andar con Dios, porque ¡siempre hay algo que podemos aprender de la Palabra de Dios! David, el salmista, una vez le dijo a Dios: “He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti” (Salmos 119:11, NTV).

¿Cómo podemos guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones si no tomamos el tiempo necesario para leerla y estudiarla? Me gustaría compartir tres estrategias que he encontrado útiles cuando me siento estancada y no sé por dónde comenzar. 

Temas

Una de las formas más fáciles para iniciar el estudio puede ser tomando un tema o una palabra. Podría comenzar eligiendo una palabra como “fe” y buscarla en una aplicación de teléfono, o en una Biblia en línea, o bien en la concordancia de mi Biblia física. Leer todos los versículos que hablan sobre la fe podría ser un estudio en sí mismo, ya que obtengo una perspectiva más completa sobre el tema, además de que podría guiarme a una escritura intrigante que no había notado antes. Por ejemplo, Santiago 1:3: “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. Esta frase por sí sola ilustra una conexión interesante entre la fe y la paciencia. Con eso en mente, puede profundizar su estudio investigando esos dos conceptos de forma aislada para ver cómo se relacionan entre sí. Así, cuando esté listo para ahondar más, puede usar una concordancia para verificar el significado de alguna palabra en su idioma original. Por ejemplo, hay varias palabras griegas traducidas como amor en muchas versiones de la Biblia, pero tienen diferentes significados para diferentes tipos de amor, como ágape (amor piadoso) y philia (amor fraternal). Esto puede mejorar su comprensión de los versículos que lea.

Preguntas

Cuando comencé a leer la Biblia por mi cuenta, mi papá me animó a escribir cualquier pregunta que me surgiera para no perder la oportunidad de hacerla después. Esto demostró ser un método de estudio muy útil. Me gusta leer pasajes completos de las escrituras, especialmente cuando hay una historia que fluye, como la historia del arca de Noé o la de Daniel en el foso de los leones. Entonces, si encuentro algo que me genere una duda, la escribo en papel o hago una nota en mi teléfono para poder volver al tema más tarde. Posiblemente no tenga tiempo de resolver mi duda en ese momento, pero la lista que se irá construyendo se convertirá en un excelente recurso para encontrar nuevos temas de estudio. Este método también funciona cuando escuchamos sermones o incluso en temas que surgen dentro de una conversación. Un gran recurso para ayudarnos con algunas de estas preguntas es el apartado de Preguntas Bíblicas, en el sitio de Internet de la Iglesia.

Diario de lectura

Para desarrollar un hábito de estudio cotidiano, comencé un diario en el que escribía una página de notas cada día. Al principio no era mucho, solo algunos comentarios sobre lo que había leído. Luego comencé a exigirme más para escribir un par de páginas, o usar un cuaderno más grande para tener espacio para poder profundizar más. Con el tiempo, una vez que establecí el hábito diario dejé de usar ese cuaderno todos los días, pero me aseguré de apartar siempre ese tiempo para estudiar, incluso si era con un método diferente, como un plan de lectura en mi teléfono.

El estudio de la Biblia es importante para crecer en el conocimiento de los caminos de Dios. La Biblia describe a los de Berea como “más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11). ¡Sigamos su ejemplo y hagamos del estudio bíblico una práctica regular en nuestras vidas!

Si desea más información sobre cómo mejorar su estudio bíblico y otros métodos de acercarse a Dios, lea nuestro folleto gratuito, Herramientas para el crecimiento espiritual.