¿Te “gustaría” que Cristo tuviera un perfil de Facebook?

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¿Te “gustaría” que Cristo tuviera un perfil de Facebook?

De acuerdo con el sitio Web, la misión del Facebook es “proporcionar a la gente el poder de compartir y hacer que el mundo sea más abierto y conectado.” En marzo hubo un promedio deslumbrante de 802 millones de usuarios activos por día.

La mayoría de las personas usa el Facebook por diferentes razones, a mi me gusta compartir los artículos graciosos o con recomendaciones acerca de lugares a visitar o actividades que practicar. Pero también me asombro acerca de lo que publico relacionado con las cosas que hago. ¿Ha pensado acerca de sus motivaciones cuando usa sitios como Facebook?

¿Qué pasaría si Cristo tuviera una página en Facebook? Me resultaría gracioso imaginármelo tomandose selfies con los apóstoles por el mar de Galilea, e informando cuán maravilloso lo están pasando Él y sus amigos en un día en particular. ¿Pero en realidad, qué podría publicar en su página y qué clase de comportamiento deberíamos adoptar al momento de usar el Facebook?

La escritura nos dice que  “haya, pues, esta actitud que hubo también en Cristo Jesús” (Filipenses 2:5); es decir, que desarrollar su misma actitud y comportamiento debe ser nuestra motivación de todos los días. El propósito de Cristo, que él mismo expresa en Juan 6:38 es “… he descendido del Cielo, no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió”. Es improbable que Él hubiera preferido actualizar sus datos publicando la última aventura épica que hubiera tenido con los discípulos o que hubiera publicado selfies. Este no era su propósito. Él vino a la tierra a hacer la voluntad del Padre. A  Él le hubiera gustado publicar aquello que representa a Dios y la honra que se merece –fotos de Su creación, ejemplos de los milagros que realizó por medio de Su Padre, las escrituras que tienen sentido con relación a nuestras vidas y cómo construir la familia de Dios. Hubiera centrado su atención, no en si mismo o sus amigos sino, en enseñar acerca de Dios.

Si soy honesta con migo misma, muchas veces publico en Facebook cosas relacionadas con migo, con migo y solo con migo. ¡Mírame estoy teniendo las mejores horas de mi vida! Y se que no soy la única con esta tendencia –He tenido conversaciones con mis amigos acerca de esta actitud. Y estoy trabajando en ello para poder cambiar.

A menudo tenemos conciencia de que sobreusamos Facebook, pero olvidamos una pregunta muy válida: ¿Qué hubiera hecho Jesucristo? Le reto a pensar un poco acerca de sus motivaciones la próxima vez que quiera  publicar algo en su página. Parece una pequeñez, pero son las pequeñas cosas las que con el tiempo inciden en nuestros hábitos y modelan nuestro carácter (algo en lo que Dios está interesado). Trabaje en construir un carácter, el cual permanecerá mucho tiempo después que Facebook deje de existir.

Fuente: UCG.org