¡Cómo han pasado los días! Hemos llegado hasta esta segunda temporada de fiestas según el calendario sagrado de Dios donde se nos instruye a celebrar la Fiesta de Pentecostés.

No hay dudas del significado etimológico de “Pentecostés”. Porque basado en el griego significa “quincuagésimo”, y la mayoría del mundo cristiano (33% de la población mundial) reconoce la fiesta como tal e incluso la celebran el mismo día que nosotros. Sin embargo la definen y la observan enfocándose en otros aspectos que tergiversan el real significado de esta trascendental celebración.

Sí, estamos de acuerdo que el Espíritu Santo de Dios fue enviado aquél día y que la iglesia primitiva comenzó exponencialmente a crecer (Hechos 2:41-47). Pero el hecho de haber recibido el Espíritu Santo aquél día, no significa en absoluto una confusión de idiomas, o una celebración trinitaria. Tampoco debe ser para nosotros un “aniversario” aislado, sino que representa la primera cosecha espiritual, la cual es parte muy importante del plan de salvación de Dios para con el hombre.

Debido a que tenemos mucho que aprender, los exhorto a que lean los folletos y artículos de la Iglesia, para alimentar el espíritu a través de nuestro regocijo, en medio de esta gran esperanza que nos ha sido revelada a nosotros, como su Iglesia, a quienes Dios ha escogido para revelarnos sus verdades.