¿Qué es celo?

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¿Qué es celo?

Muchas veces cuando tratamos de leer la Biblia o escuchamos algún mensaje, nos encontramos con algún término que no conocemos. Estos términos que no son familiares pueden confundir lo que obtenemos de un pasaje en particular.

Otras veces, pasamos rápidamente por una palabra o frase porque estamos familiarizados con su significado, tanto así, que pierde su significado. En cualquier caso, es importante examinar ocasionalmente estas palabras de manera más profunda. Una de estas palabras es “celo”.

Celo denota fuerte interés o devoción. Es un entusiasmo intenso o fervor (Webster’s New World Dictionary [Diccionario del Nuevo Mundo de Webster], 2003). Es una fuerte energía y pasión detrás de algo.

Por ejemplo, una persona puede ser celosa sobre reparar automóviles. Ésta buscará activamente oportunidades para arreglar vehículos, como también maneras de aprender más sobre este tema. Él podría coleccionar partes de carros o herramientas en caso de que pudiesen ser necesarias. El entusiasmo y la energía detrás de su pasión por reparar coches impregnarán todo su ser; se convertirá en parte de su identidad.

Uso apropiado del celo

Es importante notar que el celo es neutral – no es inherentemente malo o bueno. Puedes ser celoso sobre algo tan vital y correcto como lo es el estudio diario de la Biblia, o aplicar esa misma energía intensa a algo impío. Como resultado, los cristianos, especialmente en nuestra juventud, necesitamos asegurarnos de tener nuestros principios bien fundados, basados en Dios.

¡Nuestra energía y devoción deben estar enfocadas en cosas que sean de Dios!

Pablo, en su carta a los filipenses escribió que debemos pensar “en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza” (Filipenses 4:8, DHH). La energía juvenil que tenemos, debemos aplicarla a fines correctos y no pecaminosos.

¿Por qué debo ser celoso?

Jesús reprendió a la iglesia en Laodicea por su falta de celosa actitud:

“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Apocalipsis 3:15-16).

La solución prescrita por Cristo a este problema era fácil a seguir: Él les aconsejaba a “ser celosos y arrepentirse” (verso 19). Nosotros también debemos ser celosos. Como cristianos debemos ser vehementes, energéticos seguidores de Dios y tener un fuerte interés en su camino y su Iglesia.

Dios inspiró al profeta Isaías a hablar de su Reino venidero. En Isaías 9:7, está escrito que “el celo del Eterno de los ejércitos hará esto”. Si Dios es celoso de su Reino, ¿no lo deberíamos ser nosotros también?

Un libro lleno de celo

La Biblia tiene innumerables ejemplos de gente expresando su celo por Dios mediante sus palabras y acciones. Una persona con increíble celo es Pablo. Siendo uno de los apóstoles de Dios, viajó sin miedo por todo el Imperio Romano predicando el Evangelio del Reino. Su cuidado y energía fueron persistentes, a pesar de la constante persecución y de sus propias dolencias físicas. Él continuó escribiendo cartas a las iglesias, aún desde prisión.

¡Su celo y fe fueron tan grandes que en uno de sus viajes, después de haber sido puesto en prisión, él y su compañero Silas empezaron a cantar alabanzas a Dios en medio de la noche! Cuando de pronto, un terremoto sacudió la tierra y todos los reclusos fueron liberados.

El carcelero, habiendo visto su supuesto fallo, estuvo a punto de matarse cuando Pablo lo llamó. Como resultado de su siguiente intercambio, el guardia se convirtió y Pablo y Silas fueron puestos en libertad (Hechos 16:25-38).

De los ejemplos de Pablo y otros, podemos ver el poder y las bendiciones que nos brinda tener el celo por Dios y su camino de vida. Dios quiere que seamos celosos y entusiastas seguidores de Jesucristo, y así asegurar que nuestro celo esté dirigido a cosas que él aprobaría.

¿Qué tan celoso eres por el plan que tiene Dios para la humanidad?

Fuente: ucg.org