¿Cuánto vales?
Se dice que todo el mundo tiene un precio. O en otras palabras, se cree que si se nos ofrece suficiente dinero, venderíamos incluso hasta nuestras “almas”. Es incierto que alguien sepa exactamente a qué se refiere este dicho, pero sí es claro que los seres humanos a menudo no dudaríamos en hacer lo que fuera con tal de lograr una meta.
El valor que nos damos a nosotros mismos se reflejará tarde o temprano, inevitablemente. Viviremos para disfrutar los frutos de nuestras buenas decisiones o bien para lamentarnos de las malas. Cuando somos capaces de evaluar sabiamente nuestras acciones y de tomar buenas decisiones, los beneficios son notables. La Biblia, por ejemplo, nos habla de Judas Iscariote, que traicionó a Jesús por treinta piezas de plata (Mateo 27:3-5). El dinero era seductor para Judas, pero fue él quien vendió a Jesús por dinero. Es decir, Judas, en un acto de traición, se valoró a sí mismo por encima de aquél que confiaba en él. Esta acción lo llevó a a ahorcarse una vez que se dio cuenta de que su valor como persona no era más que treinta piezas de plata.
Asegúrese de evaluar el precio de sus metas y calcule el costo antes de que sea demasiado tarde.