El ejercicio de la paciencia y la fe
Grandes logros en la vida requieren mucha paciencia y fe. Cosidere por ejemplo el colegio, con el fin de progresar académicamente debemos comenzar desde la escuela primaria, secundaria y por último nuestro nivel superior. Nuestro nivel de educación determina qué posición obtenemos en nuestra profesión.
Mientras tratamos de conseguir nuestras ambiciones necesitamos ejercitar la paciencia y tener fe que algún día lograremos nuestro objetivo. Como jóvenes existen muchas dificultades que nos hace dudar de cuál es el camino.
Necesitamos tener fe que un día tendremos un título o lograremos la formación que necesitamos, pero a menos que no pongamos nuestro esfuerzo en ello, nuestra fe no producirá frutos. Mientras que persigamos nuestras metas hay altos, bajos y una gran necesidad de paciencia.
La fe te ayuda a continuar
Hubo una vez donde los israelitas tenían un objetivo, una meta de alcanzar la tierra prometida de Canaán. Sin embargo, muchos no pudieron lograrlo porque no tuvieron paciencia ni una fe firme. Cuando las cosas iban bien estaban contentos, pero cuando las cosas parecían ir mal ofendían a sus líderes.
La fe basada en la oración y la Palabra de Dios es más efectiva que solamente la fe. Consideremos a Job como ejemplo, el hombre que fue amado y bendecido por Dios. Llegó un momento donde cayó en tentación, perdió todo, pero a causa de la fe y la paciencia que tenía, nunca renunció a su Creador como sus amigos le aconsejaron que hiciera.
Es lo mismo con alcanzar nuestros objetivos en esta vida, debemos enfrentar obstáculos que parecen imposibles de superar y pensamos que es el fin. Hubo una vez un hombre llamado Daniel, quien tuvo un objetivo de siempre agradar y servir al Dios viviente. Mientras lo hizo, sus captores babilónicos se enfurecieron y lo condenaron a muerte en la boca de un león, pero fiel y paciente nunca se apartó de Dios y él lo ayudó.
Algunos obstáculos en la vida están ahí para hacernos fuerte y estar preparados, como lo hicieron con David. Durante su niñez, conquistó las bestias de la selva que le dieron coraje para presentarse ante Goliat y derrotarlo. Como cristianos, somos bendecidos de tener la promesa de ayuda para lograr nuestros objetivos a través de Jesucristo quien nos fortalece (Filipenses 4:13).
Paciencia en acción
Paciencia y fe combinadas nos darán la capacidad de mantener nuestras metas, no importa cuánto tiempo tome el proceso de alcanzar nuestros objetivos. Como el gran Naamán quién resultó ser un leproso y necesitaba que lo curaran. Cuando le dijeron que fuera a bañarse al río Jordán siete veces y lo hizo con la fe de que resultaría. Pacientemente se bañó seis veces sin un cambio pero nunca se rindió. Después de la séptima vez, fue sanado. Logró su meta a través de la fe, paciencia y obediencia.
La fe es la certeza de lo que necesitamos de las cosas que esperamos que nos esforzamos para superar en esta vida. Para aferrarse a la verdad y tener éxito en el camino de Dios necesitamos fe, y la fe va de la mano con la acción.
Manténgase fiel a Dios, tenga paciencia, no se dé por vencido, aunque el fracaso parezca probable, y lo más importante, manténgase obediente al camino de vida y la ley de Dios.
Fuente: ucg.org