Cuando Satanás sigue empujándote

Usted está aquí

Cuando Satanás sigue empujándote

Nunca me ha gustado conducir. Fui la adolescente rara que no quería tomar lecciones de manejo y sacar una licencia. Hace pocos meses, estuve en un accidente de auto. Me sacudió mucho, mi auto quedó destrozado y tuve dolor en mi cuello y hombro.

Durante las últimas semanas he visto tres accidentes muy serios en la autopista. Me pongo muy emocional cuando veo estas tragedias. Lloro por gente que no conozco. Siento su dolor (y el de sus seres queridos) y tristeza por lo que han sufrido. Pienso sobre estos accidentes a menudo, incluso por semanas.

Luego fuimos golpeados por un camión en una gasolinera. No fue nada serio, pero hizo que temblara por todo lo que ya había visto y pensado últimamente.

“¿Cómo es que vemos todos estos accidentes y luego nos sucede lo del camión?” le pregunté a mi esposo. “Es como si Satanás estuviera empujándote, tratando de distraerte,” respondió él.

Lo que dijo mi esposo hizo que pensara sobre la distracción y lo que consume mis pensamientos. Había estado distraída por las imágenes de accidentes de auto letales últimamente. El dolor constante en mi hombro me recuerda al accidente en el que estuve.

Recuerdo lo que escribió Pablo a los filipenses:

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).

Cuando pienso en mi accidente me distraigo y me doy cuenta que no debo vivir en lo negativo. Es como “Satanás empujándome” y provocando distracción que no necesito. Me doy cuenta que cuando eso sucede, debo deshacerme de esos pensamientos y meditar en lo que es verdadero, honesto, justo, puro, amable, de buen nombre, que tenga virtud y es loable.

¿Alguna vez sienten que los están empujando? Debemos poner atención a lo bueno, pensar en ello y enfocarnos en lo que en verdad es importante.

Fuente: UCG.org