¿Cómo saber si Dios le ama?

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¿Cómo saber si Dios le ama?

El otro día leía una de mis secciones favoritas de la Biblia, Juan 14-17. Durante sus últimas horas con sus discípulos previo a su muerte, Cristo les da a ellos (y a nosotros) mensajes verdaderamente motivadores describiendo cómo cada uno puede gozar de una relación con él y su Padre.

Mientras leía Juan 15:10, entendí la escritura con un nuevo punto de vista. El versículo dice: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” La mayoría de nosotros no usamos la palabra “permanecer” a menudo. Al igual que en el griego original, significa seguir o estar con algo.

Antes solía entender ese versículo como si Cristo le dijera a sus discípulos (y a nosotros, ya que también nos tuvo en cuenta esa noche – Juan 17:20) algo casi punitivo. Yo acostumbraba a entenderlo así: “Si no hacen lo que yo digo, no los amaré más.” Como si Dios fuera a retener su amor a nosotros si decidiéramos ignorar sus instrucciones.

Pero eso no es lo que Dios y su Hijo demuestran a través de la Biblia. Aún cuando disciplina a figuras en la historia bíblica (así como puede hacer con nosotros cuando nos corrige por nuestros errores), Dios nunca deja de amar. Él no es tacaño con su amor hacia nosotros. Él es amor, y esto abarca todo acerca de él (1 Juan 4:7-8). Si Dios es omnipotente y omnisciente (Daniel 4:35; Isaías 40:28; Isaías 43:13; Jeremías 32:27; Salmos 147:5), así mismo es su amor.

Me impactó que Cristo está una vez más enfatizando que sus mandamientos y los de Dios apuntan a su amor. Permanecer y estar saturados del amor de Dios es lo que él quiere para cada uno de nosotros. A medida que le seguimos y hacemos lo que nos pide, como él es nuestro Creador y sabe lo que es mejor para nosotros, actuamos y pensamos nos comportamos de una manera en la que podamos sentir el amor de Dios como él quiere que todos lo experimentemos. Al ser obedientes a él, nosotros reflejamos su amor hacia los demás y hacia él. Somos capaces de entender el amor de Dios en su máxima extensión. Sus instrucciones son su expresión de amor a nosotros porque nos ayudan a crecer en todas nuestras relaciones y vivir mejor.

Si usted se siente fuera de sincronía con Dios o con los demás, estudie los mandamientos de Dios. Hace unos años, leí la Biblia con la intención de copiar cada versículo en donde hay un imperativo, una orden, en la redacción. Lo llamé mi libro de jugadas porque sentí que me ayudó a concentrarme en algunas de las lecciones más directas que Dios quiere transmitirnos. Si usted se sienta a estudiar y meditar en sus mandamientos, verá que él nos da los límites que nos protegen tanto a nosotros como a los que nos rodean. Obedecer a Dios es sentir su amor por nosotros en su máxima extensión. Que pueda usted permanecer en el amor de Dios.