¿Cómo convertir malas noticias en buenas nuevas? Parte 2

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¿Cómo convertir malas noticias en buenas nuevas? Parte 2

Usted está leyendo esto porque sabe sobre las profecías del tiempo del fin que aún están por cumplirse. Sabe lo que se avecina – las verdaderas malas noticias sobre “la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad” (Romanos 1:18). Sabe que la sociedad como la conocemos se autodestruirá en una guerra mundial descrita como la Gran Tribulación. ¡Malas noticias en abundancia!

En la parte 1 vimos dos estrategias personales para encontrar buenas y positivas noticias en el remolino de malas circunstancias: 1) reconocer el emocionante tiempo actual de nuestra historia, 2) ser el puente que lleve a este colapsado mundo hacia el increíble mundo de mañana cuando Jesucristo reine en la Tierra.

A continuación, dos maneras más para ver lo positivo entre tanto mal.

3) Haga planes responsables para vivir su vida.
Siendo un adulto joven, usted tiene que educarse, aprender un oficio y obtener una carrera de trabajo. Puede salir y buscar una relación con alguien (de manera casta), casarse y tener una familia en el futuro. Tiene sitios que ver, lugares por visitar y lecciones que aprender. Usted debe vivir al servicio de Cristo.

Escuche buenos consejos. Prepare y trabaje en esos planes para su vida, mas recuerde que Jesús regresará a la Tierra luego de un tiempo terrible. Sin importar el tiempo que tome hasta su retorno, su meta (y la de todo verdadero cristiano) debe ser vivir y contender “ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3).

4) Firmeza y entrega
Usted, y quizá también su familia, fueron llamados especialmente por Dios mucho antes de que Él abrirá los ojos del resto de la humanidad. Este es su glorioso propósito: vivir y, de ser necesario, morir por el verdadero Jesucristo de la Biblia.

Nuestra generación moderna, sobre todo los norteamericanos, ama los finales felices. No lidiamos bien con tragedias. Aunque, sí conocemos soldados que han arriesgado sus vidas en combate por lealtad a su patria. Los verdaderos cristianos no son violentos ni sirven en los ejércitos del mundo porque nuestra lealtad es al Reino de Dios (vea Juan 18:36), pero sí estamos librando una dinámica guerra espiritual. ¿Está listo para arriesgar y entregar su vida por el Rey de reyes de ese Reino?

Algunos dentro de la fe verdadera harán precisamente eso, justo como Jesús indicó (lea cuidadosamente Lucas 21:10-18). Ore y considere esta parte vital de su llamamiento. ¡Prepárese para pararse firme y entregar su propio ejemplo de vida en Dios y aguante toda dificultad como buen soldado de Jesucristo (2 Timoteo 2:3)!

Eventualmente, las malas noticias sobre los aterradores tiempos previos al retorno de Jesucristo serán buenas nuevas cuando él establezca una era de paz en la Tierra sin precedentes. Usted tiene que estar ahí. ¡Así que busque a Dios, comprométase a su estilo de vida y obedézcale! ¡Defienda la verdad ahora!

Fuente: UCG.org