Afilando el hacha

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Afilando el hacha

Algunos años atrás, formé parte de un grupo de miembros de la iglesia que se reunieron a cortar leña para otro miembro. Él calentaba su casa principalmente con una cocina a leña, pero estaba en sus últimos días y ya no tenía la suficiente fuerza para cortar leña y así calentar la casa durante el invierno. Su hijo nos mostró los árboles a cortar, y pronto nos pusimos a trabajar. Teníamos un tractor con una cadena que arrastraba los árboles caídos fuera del bosque para cortarlos a la medida y una hendedora de madera con la cual haríamos la leña.

Varios de los hombres habían traído pequeñas motosierras para cortar las ramas de los troncos una vez que los árboles estaban en el suelo. Pero solo un par de ellos tenía la experiencia y las herramientas para botar los árboles y así comenzar con el proceso de cortar la madera.

Uno de ellos había sido leñador, y trajo una motosierra con una barra cortadora de 42 pulgadas. Tenía botas y unas perneras especiales para protegerlo de no cortarse si es que la motosierra se devolvía. Sin embargo, lo que noté fue que después de cada árbol que cortaba se detenía a ajustar la cadena y afilar los dientes de la motosierra. Yo como un niño que cortaba leña en el bosque de mis padres, solo afilé la cadena un par de veces por estación. En seguida me di cuenta que había estado haciéndolo mal toda mi vida. Al afilarla frecuentemente ¡era capaz de cortar madera de manera más segura y mucho más rápido!

El valor del tiempo de descanso

Seguido nos pasa que estamos tan enfocados en nuestra manera de trabajar que olvidamos el valor de trabajar más eficientemente. Como nación fácilmente pensamos que el descanso o el tiempo de preparación es tiempo perdido. La medicina ha comenzado a entender el principio de Dios del descanso sabático- el cuerpo humano necesita descanso. Esto incluye sueño reparador, pero también un cambio físico de la rutina y un descanso mental de la semana que pasó. Dios nos da 52 oportunidades cada año para tener un receso semanal del mundo, además de siete días santos cada año.

Si bien puede que miremos los días sábados como simples días de descanso, éstos son días especiales para nosotros para así enfocarnos en nuestra relación con Dios y con su pueblo. Son días para “afilar el hacha” (o la cadena de la motosierra). Al hacerlo somos capaces de enfrentar el mundo con un renovado enfoque y diligencia durante la siguiente semana. Dios utilizó al antiguo rey Salomón para grabar este consejo, “Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear con más fuerza, sabia y bien ejecutada” (Eclesiastés 10:10 NVI).

Usando el carácter divino que construimos al guardar los sábados de Dios y siguiendo su camino, espiritualmente podemos trabajar mejor, y no solo más duro. Esta es la sabiduría de Proverbios 20:29 “La gloria de los jóvenes radica en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas” (NVI).

La fuerza disminuye con la edad, por lo que la sabiduría debería sustituirla. Nuestra habilidad física para pelear contra este mundo puede disminuir también con nuestra edad espiritual, pero tomando la sabiduría de Dios aprendemos qué es por lo que vale la pena luchar y qué no lo es, en qué vale la pena invertir nuestro tiempo y esfuerzo y qué es solo una distracción.

Mientras disfrutamos del sábado de Dios y sus días santos, recordemos también usar esa pausa para afilar nuestras hachas para las semanas que vienen.

Fuente: ucg.org