Es fácil deprimirse y estresarse durante la pandemia, ¡estamos cansados!. Es importante enfocarnos en las cosas positivas, ser productivos y mejorar nuestra relación con Dios.
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[Darris McNeely] Está como yo, cansado hasta la coronilla con todo este problema del COVID, una pandemia muy seria, un virus muy serio que ha infectado al mundo, que ha continuado durante la mayor parte del año y continúa a pesar de que la mayoría de nosotros hubiéramos pensado que esto ya estaría resuelto y no es así.
Leemos sobre las personas más cercanas que nos rodean, amigos y compañeros de trabajo que tienen o que ya lo tuvieron. Leemos, como yo lo hice esta semana, sobre Londres, en el Reino Unido, la ciudad fue cerrada justo antes de Navidad, el periodo de fiestas, diciéndoles a la gente que no asista a restaurantes, que no se reúnan, y además se ven personas tratando de salir de la ciudad. Es extraño.
Y todo esto ocurre en un periodo donde en Estados Unidos se está implementando la vacuna. Sabemos de dos y ahora hay una tercera por venir. La gente se está vacunando pero los números siguen subiendo. Y se nos acercan. Y debo admitirlo, he estado hasta aquí. Y he comenzado a pensar en varias cosas que me han desanimado un poco. Y te preguntas ¿cuándo terminará todo esto?
Cuando llegas a ese punto, y aquí me estoy hablando a mí mismo ahora, necesitas llamar a alguien. Necesitas tener una segunda opinión de ti mismo. Asegúrate de llamar a alguien, manténte en comunicación. Ponte en contacto con alguien que tu sabes que probablemente está pasando por un duro momento. Crea una rutina. Anda a la cama temprano, levántate a una hora adecuada. Deja de leer tantas cosas acerca del COVID en Internet. Teje una manta, haz un puzzle, prepara una sopa, haz algo.
Estamos buscando paz. Estamos buscando tranquilidad ya que todavía tenemos que pasar este tiempo, y lo haremos. Pero tenemos que hacer las cosas correctamente.
En Filipenses 4:8, una escritura bien conocida, Pablo nos dice que pensemos en todo lo puro, amable, de buen nombre, cosas virtuosas y dignas de alabanza. Pensar en esas cosas. En otras palabras, tener un estado de ánimo positivo. Y para hacerlo, necesitamos ser proactivos. Haz lo que puedas hacer.
Pon la Biblia al lado de tu cafetera en la mañana. Así, lo primero que hagas después de encender la cafetera sea quizás leer un versículo de la Biblia y reflexionar en él. Pon a Dios primero, pon su Palabra primero, enfoquemos nuestra mente en ello. De esta manera tendremos la seguridad de que, como dijo Pablo, obtendremos la paz de Dios con nosotros. Esa es la paz que necesitamos, esa paz que nos ayudará a superar estos tiempos de angustia y confusión.
