Europa en una encrucijada

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Europa en una encrucijada

Por toda Europa, los ciudadanos comunes y corrientes parecen estar dándose cuenta de la real gravedad de su situación mucho mejor que la élite política que gobierna sus países. 

En Alemania, los aerosoles de gas pimienta han desaparecido de las tiendas ya que los compradores, preocupados por las olas de inmigrantes, han vaciado las estanterías. En Suecia, entre octubre y noviembre, furiosos manifestantes quemaron 17 centros de acogida (algunos en funcionamiento y otros en construcción) para inmigrantes. Muchos ciudadanos de Austria, aterrados ante el flujo de refugiados, han comprado decenas de miles de pistolas y rifles en los últimos meses, a tal punto que las tiendas están prácticamente vacías.

El apoyo a los partidos políticos que se oponen a la inmigraciones cada vez más generalizado. Los electores británicos están tan cansados de la política de fronteras abiertas de la Unión Europea, que Gran Bretaña pronto podría abandonar definitivamente la Unión para evitar seguir siendo invadida por miles de inmigrantes no europeos.

Los electores antiinmigrantes ya han reemplazado sus gobiernos en Polonia y Croacia y han logrado grandes avances en Suecia, Francia, Dinamarca y Grecia. En Alemania, el apoyo a Ángela Merkel está cayendo en picada luego de que ella abriera las fronteras del país a un millón y medio de inmigrantes.

Es evidente que en Europa las cosas están cambiando. Al igual que en los Estados Unidos, donde los votantes están cada vez más frustrados y decepcionados de sus líderes políticos, los europeos están buscando alternativas a una clase política que aparentemente se distancia cada vez más del común de la gente.

Pero estas tendencias ya se hallaban en plena marcha incluso antes de que nueve yihadistas con fusiles automáticos, granadas de mano y chalecos suicidas asesinaran a 130 personas e hirieran a varios centenares en dos restaurantes y en una sala de conciertos en París la noche del 13 de noviembre pasado. En un acto increíblemente cruel, francotiradores dispararon a personas discapacitadas en un sector de la sala de conciertos reservado para usuarios en sillas de ruedas. En otro incidente en el Estadio Francés el mismo día, las autoridades lograron desbaratar otro atentado protagonizado por tres terroristas y evitar una terrible masacre (aunque una persona murió).

Particularmente inquietantes son las identidades de los asesinos. La mayoría eran ciudadanos franceses o belgas, hijos de musulmanes inmigrantes. Al menos otros dos pertenecían a las oleadas de inmigrantes que entraron a Europa en barco a través de Grecia solo seis semanas antes, y otros dos aún no han sido identificados. En toda Europa la gente está muy preocupada por el impacto de estos sucesos en sus vidas, sus países y su futuro. El continente se está transformando ante nuestros propios ojos.

¿Dónde desembocarán estos acontecimientos? ¿Qué nos dice la Biblia?

Perspectivas de la profecía bíblica y la historia

En el capítulo 11 del libro de Daniel hay una detallada profecía de los sucesos en el Medio Oriente, que va desde los días de Daniel hasta los acontecimientos que tendrán lugar cuando Jesucristo regrese a establecer el Reino de Dios en la Tierra. Gran parte de esta profecía tiene que ver con los personajes llamados “el rey del norte” y “el rey del sur”. Estos identifican a los líderes de las potencias geopolíticas al norte y al sur de Jerusalén, punto focal de la profecía bíblica, que tienen conexión tanto con el Medio Oriente como con Europa.

Originalmente estas descripciones se referían a los sucesores de Alejandro Magno, cuyo vasto imperio se dividió entre sus principales generales luego de su muerte. Los dos principales reinos resultantes, con sedes en Siria, al norte de Jerusalén, y Egipto, al sur, serían las potencias clave en las que se centraría la profecía de Daniel durante los próximos siglos.

La mayor parte de esta profecía se cumplió hace muchos siglos, entre la época de Alejandro Magno y el surgimiento del Imperio romano. Pero en el versículo 40 la profecía salta hasta nuestros días, “al tiempo del fin” (Nueva Traducción Viviente), antes del regreso de Jesucristo. ¿Qué describe este versículo? Necesitamos conocer bien la historia para comprenderlo.

En los años 600 y 700 d. C., la nueva religión islámica se propagó desde la península arábiga hacia gran parte del Medio Oriente, como también a Egipto y el norte de África. Con el tiempo, los conquistadores musulmanes capturaron España e invadieron Francia, y más tarde ocuparon gran parte del sureste europeo. Entretanto invadieron y sometieron a partes de Italia, y en el año 846, asaltantes musulmanes atacaron la propia Roma y saquearon la antigua basílica de San Pedro, que por entonces era el muro protector de la ciudad.

En el siglo XX otra ola expansionista islámica incrementó considerablemente el territorio bajo control musulmán, incluyendo la mayor parte del tercio norte del continente africano, gran parte del subcontinente indio, una amplia franja de sureste de Europa y parte de lo que hoy es el sur de Rusia y algunas de las antiguas repúblicas soviéticas.

Durante siglos, el mundo islámico fue gobernado por una serie de califas. El término califa es árabe y significa “sucesor”, en este caso un sucesor religioso y político de Mahoma, fundador del islam y considerado su más grande profeta. El territorio sobre el cual gobernaba el califa era conocido como califato. Este sistema existió hasta 1924, cuando el Imperio otomano, última encarnación del califato, fue abolido después de la Primera Guerra Mundial.

A lo largo de la historia los líderes islámicos han querido ver a los musulmanes de todo el mundo unidos bajo un califato, para darle al islam lo que ellos consideran su legítimo lugar como religión dominante del mundo. En las últimas décadas el líder [fallecido] de al-Qaeda Osama bin Laden, al igual que la Hermandad Musulmana, han promovido el restablecimiento de un califato (que dio origen a al-Qaeda y otros grupos terroristas).

En junio de 2014 el Estado Islámico, nacido de las ruinas de la guerra civil de Siria y el derrumbe de la autoridad central en Irak tras la retirada de las tropas estadounidenses, declaró un nuevo califato con Abu Bakr al-Baghdadi como califa.

Miles de musulmanes de todo el mundo han acudido en masa a Siria e Irak para apoyar el antiguo sueño musulmán de restablecer el califato. (El mundo también ha sido testigo de cuál es la visión del Estado Islámico en cuanto a un nuevo califato: sus militantes imponen la ley islámica en los territorios que controlan y asesinan a todo el que se interponga en su camino).

Además, muchos musulmanes creen en la venida inminente de un individuo que ellos llaman el Mahdi, un mesías islámico que se levantará al final de los tiempos y guiará a los musulmanes para librar al mundo del mal y convertirlo al islam. Algunos también creen que el Mahdi será acompañado por Jesucristo (conocido como Isa entre los musulmanes), quien, según piensan, es un musulmán que obligará a los cristianos a convertirse al islam.

Obstáculos en el camino del islam

Sin embargo, para lograr estos objetivos primero deben superar varios obstáculos. Uno es el moderno Estado de Israel, lo que explica por qué esta diminuta nación ha sido el blanco de la implacable hostilidad del mundo islámico desde su mismo establecimiento, en 1947. Esta es también la razón por la cual Irán, cuyos líderes y millones de ciudadanos creen en el Mahdi, reiteradamente insiste en eliminar o aniquilar a Israel.

Otro de los obstáculos es Estados Unidos, al que el mundo islámico frecuentemente llama “el gran Satanás”, y Gran Bretaña, a menudo llamada “el pequeño Satanás” (junto con Israel). Es por esto que los grupos terroristas islámicos regularmente incitan a atacar y a librar su yihad (que significa “lucha”), o guerra santa, contra Estados Unidos.

Pero Europa constituye también otro impedimento en el camino hacia el éxito islámico. Tal vez usted se haya preguntado por qué los líderes terroristas islámicos como Abu Bakr al-Baghdadi se refieren a los soldados europeos y estadounidenses como “cruzados”. Esto suena extraño para los occidentales pero, desde el punto de vista islámico, las antiguas cruzadas en realidad nunca terminaron.

Desde su perspectiva, las recientes guerras encabezadas por Estados Unidos en Irak y Afganistán son simplemente otra etapa de las cruzadas, y creen que esta lucha interminable no acabará hasta que Europa, la tierra donde los cruzados iniciaron sus campañas, sea conquistada y convertida al islam.

Llamado islámico a conquistar Europa

Varios líderes musulmanes han hecho un abierto llamado a conquistar Europa, con detalles específicos de cómo lograrlo: por la fuerza si es necesario, aunque también mediante la invasión pacífica de inmigrantes musulmanes que tomen el control a través de la presión política y sus altas tasas de natalidad.

Muamar el Gadafi, gobernante de Libia antes de ser derrocado y ejecutado en 2011 por facciones aún más radicales, dijo lo siguiente: “Hay indicios de que Alá le dará la victoria al islam en Europa, sin espadas, sin armas, sin conquistas. Los cincuenta millones de musulmanes que viven en Europa la convertirán en un continente musulmán en pocas décadas”.

Yunis al-Astal, clérigo musulmán y miembro del Parlamento palestino, se jactó así en un sermón transmitido por Al-Aqsa TV (auspiciada por Hamás) en 2008: “Muy pronto, si Alá permite, Roma será conquistada . . . como lo profetizó nuestro profeta Mahoma. Hoy, Roma es la capital de los católicos, o la capital de los cruzados, [pero] será un puesto de avanzada para las conquistas islámicas, que se extenderán a través de toda Europa . . .”

En fecha tan reciente como el 11 de septiembre de 2015, el imán musulmán Sheikh Muhammad Ayed habló en la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado del islam, y dijo: “Pronto los vamos a pisotear [a judíos y cristianos], si Alá permite . . . En toda Europa, todos sienten odio por los musulmanes . . . Pero . . . vamos a tener hijos de ellos, porque vamos a conquistar sus países, quieran o no, oh alemanes, oh estadounidenses, oh franceses, oh italianos, y países semejantes. ¡Acojan a los refugiados! No tardaremos en congregarlos a nombre del califato venidero”.

El Corán, libro sagrado del islam, respalda la migración como una forma de propagar el islam por nuevas tierras. La sura (capítulo) 4:100 dice: “Quien emigre en el camino de Alá, encontrará en la tierra mucho refugio y espacio” (Qurango.com).

Y mientras cientos de miles de refugiados musulmanes arriesgan su vida viajando precariamente para buscar refugio en Europa, los países musulmanes ricos como Arabia Saudita, Kuwait, Qatar y Omán han aceptado solo a unos cuantos. ¿Por qué? Porque los líderes de estos países temen que entre los refugiados haya terroristas que puedan crear problemas para sus propios regímenes, como ocurrió en Siria. Y el sucio secreto es que estas naciones también desean que los refugiados musulmanes sometan a Europa.

Sí, los islamistas tienen claras intenciones de tomar el control en Europa, pero no dentro de muchos siglos. Muy por el contrario, es algo de lo que hablan abiertamente como una meta inmediata.

Conflicto entre el norte y el sur

Ahora leamos la profecía en Daniel 11:40: “Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará” (Daniel 11:40, énfasis nuestro).

Esto nos indica que en el tiempo del fin un rey del sur se enfrentará a un rey del norte. ¿Quiénes son estos personajes profetizados, y qué significa esto?

Es muy probable que el rey del sur sea un personaje musulmán, ya que la abrumadora mayoría de quienes habitan las tierras al sur de Jerusalén son musulmanes y lo han sido durante siglos. Como se indicó previamente, muchos musulmanes desean y esperan un mesías islámico, el Mahdi, o un nuevo califa que se levante para unir a los musulmanes en su lucha contra Occidente. Cualquiera de estas dos posibilidades es factible.

En el mundo árabe hay además un historial de líderes populistas como Saddam Hussein, Osama bin Laden y Muamar el Gadafi, que se veían a sí mismos como caudillos del mundo árabe o del mucho más amplio mundo musulmán.

Cualquier líder de estas características querría ver una Europa dominada por el islam, como ya estamos viendo con la masiva inmigración de musulmanes a este continente, sus altas tasas de natalidad y la violencia y ataques terroristas a mansalva que llevan a cabo para asustar y someter a los europeos.

¿Quién es el rey del norte de los últimos tiempos?

¿Y quién es el rey del norte en esta profecía? Una vez más, necesitamos antecedentes históricos para entenderlo.

Antiguamente, las tierras de los reyes del norte fueron absorbidas por el Imperio romano. Otras profecías en los capítulos 2 y 7 de Daniel describen una serie de imperios que comienzan en los días de Daniel y se prolongan hasta el final de los gobiernos humanos en la Tierra. La historia deja en claro que estos han sido, en su respectivo orden, los imperios babilónico, persa, griego y romano.

Estas profecías muestran que el último de ellos, el Imperio romano, resurgirá poco antes del regreso de Jesucristo (Daniel 2:42-44; 7:23-27). Y aunque los musulmanes han soñado durante siglos con un mundo islámico unido, los europeos también han anhelado una confederación de Estados europeos. Algunos incluso describen su objetivo con el término “Estados Unidos de Europa”.

En los siglos posteriores a la caída del Imperio romano, varios reyes, emperadores y dictadores proclamaron abiertamente su deseo de reconstruir ese sueño. La actual Unión Europea nació hace décadas a raíz de ese anhelo y, desde todo punto de vista, es una gran potencia económica que rivaliza con Estados Unidos en aspectos importantes.

Y la profecía bíblica también revela el surgimiento de una nueva superpotencia centrada en Europa, posiblemente como resultado de la actual Unión Europea, que en su forma presente parece políticamente demasiado débil y fragmentada como para continuar lidiando indefinidamente con las presiones actuales.

Esta nueva superpotencia se representa proféticamente en Apocalipsis 17 como una criatura con diez cuernos, que a su vez simboliza una alianza de diez líderes de naciones o grupos de naciones que “dan su poder y autoridad” a otro líder llamado “la bestia” (vv. 12-13).

Esto ocurrirá justo antes del regreso de Jesucristo ( v. 14), ya que esta unión “hará guerra contra el Cordero”. El líder de esta superpotencia del tiempo del fin y el rey del norte parecen ser una y la misma persona, ya que el rey del norte también llega a su fin en este mismo periodo, “el tiempo del fin” (Daniel 11:40, 45).

Tendencias importantes para tener en cuenta

En resumen, esta profecía nos da las siguientes claves que debemos tener en cuenta:

• Los esfuerzos para unificar al mundo árabe-musulmán bajo un único califato o líder.

• Los continuos esfuerzos del mundo islámico por tomar el control de Europa a través de la violencia, la migración, o ambos.

• Los cambios en el pensamiento europeo, que ahora favorece a los líderes y partidos antiinmigración, pueden culminar en una mayor unidad europea, fortalecimiento de su poderío militar y económico y, en última instancia, en una invasión militar a Egipto, Libia e Israel. Esto sentaría las bases para una nueva guerra mundial que amenace con la extinción de la humanidad.

Vivimos en tiempos cada vez más peligrosos y que deben hacernos meditar. Nuestro deseo es estar aquí para ayudarle a navegar por estas aguas turbulentas. Continúe leyendo Las Buenas Noticias a fin de prepararse mejor para lo que viene, y únase  a nosotros para pedirle a Dios sin cesar “¡Venga tu reino!”   BN