Hace algunas semanas, estuve escuchando un sermón acerca de la importancia de la fe. Se los recomiendo mucho, y si desean buscarlo, se titula ¿Por qué Dios exige la fe? El mensaje de fondo se me hizo muy llamativo, porque comprender el propósito de Dios para la fe, es crucial para desarrollar la propia fe.

Esta tarde, quisiera que exploremos los alcances de la fe, sobre todo en esta temporada en la que nos encontramos a solas en nuestros hogares, y en medio de una turbulencia mundial bastante intensa.

Así que sin más demora, el título de este mensaje es, El alcance de nuestra fe.

Me gustaría empezar con lo más sencillo, que es definir la fe. Y es sencillo porque la Biblia nos dice exactamente qué es la fe.

Así que por favor acompáñeme a Hebreos 11:1, la muy conocida escritura en la que encontramos la definición de la fe.

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

En resumen, y de forma muy concisa, la fe es una forma de confianza. El Griego “Pistis”, que es lo que en hebreos se traduce como fe, puede interpretarse como una confianza ciega promovida por Dios. 

Y quisiera que nos detuvieramos en esto porque es importante comprender cada parte de esa definición.

En primer lugar, hay que entender a qué se refiere la confianza. Después por qué se dice que es ciega. En tercero, cómo es promovida por Dios.