Breve introducción a las heroínas de la fe

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Breve introducción a las heroínas de la fe

Esas mujeres valerosas se destacaron en un mundo dominado por los hombres, y demostraron que Dios las usa a todas para cumplir sus propósitos. Las sagradas escrituras cuentan con varios versículos animadores para las mujeres. Son muchos los retos que nos presenta la vida y a veces nos sentimos cargados y abrumados. La Biblia nos ofrece muchas palabras de ánimo con promesas que nos llenan de paz y renuevan nuestras fuerzas. La Palabra de Dios nos fortalece y nos ayuda a continuar en el camino de la vida con fe y optimismo, aferrados a nuestro Señor.

He aquí algunos mensajes excelentes para las mujeres: “¡Pon tu confianza en el Señor! No intentes buscar la solución tú sola. Ve delante del Padre en oración. Reconoce que él tiene el control de la situación y sabe cuál es la solución. Está atenta a su dirección y camina por la senda que él te indique” (Ref. Proverbios 3:5-6).

“¿Te sientes agobiada por las dificultades? ¡Acude al Señor! Cuéntale lo que te sucede, entrégale tus cargas y recibe su paz. En Dios hallarás el descanso que necesitas para poder continuar. Confía en su promesa” (Mateo 11:28).

“No pienses que no tienes las fuerzas para enfrentar tus problemas o que no mereces que mejore tu situación. Dios te concede las fuerzas y él te capacita para que actúes y hasta seas de bendición en medio de cualquier dificultad. ¡En él estás segura!” (Proverbios 31:25-26).

“Confía en el poder de Dios. Clama a su nombre y espera en él. Refúgiate en los fuertes brazos del Padre celestial. Él te cuida y en él estás a salvo” (Proverbios 18:10).

“Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza! Clamo al Señor a voz en cuello, y desde su monte santo él me responde” (Salmos 3:3-4).

“¿Eres una sierva del Señor? ¡Entonces puedes estar tranquila! Ningún mal prevalecerá contra ti. Pueden atacarte o hablar mal contra ti, pero no te vencerán. ¡Tu amado Señor y Dios hará justicia! Esa es tu herencia” (Isaías 54:17). “Dios es bueno y te espera con sus brazos abiertos: ¡puedes refugiarte en él! Cuando pienses que no tienes a quién acudir, recuerda que el Señor te acoge y te protege en cualquier momento porque tú has puesto tu confianza en él. ¡Dios nunca te fallará!” (Nahúm 1:7).

“El mundo da más importancia a lo externo que a lo interno, pero fortalecer tu ser interior y tu relación con Dios deben ser tu prioridad. Teme al Señor, vive para él y los demás lo notarán. Serás de bendición e impactarás a todos los que te rodean para la gloria del Señor” (Proverbios 31:30).

“Cuando te encuentres afligida, recuerda que el Señor venció al mundo. Aférrate a él y recibe su inmensa paz que no tiene parangón. Las aflicciones son pasajeras, pero la paz que Dios es duradera. Fortalécete en él” (Juan 16:33).

“La promesa del Señor, su Palabra, trae vida. Él no dejará sin cumplir ninguna de sus promesas. Confía plenamente en la fidelidad de Dios en medio de cualquier situación. Él te restaurará” (Salmos 119:50).

“El Señor te ama con amor eterno. ¡No hay nadie como tú en todo el mundo, eres especial para él! Dios te creó tal como eres y su amor por ti no tiene fin. Puedes estar segura de que no hay nada ni nadie que pueda separarte de su amor, ni aun la circunstancia más triste o difícil. ¡Descansa en el amor de tu Padre celestial, cobra ánimo y confía en su gran poder!” (Romanos 8:37-39).

“Dios siempre hace promesas a las mujeres valientes: La mujer, al igual que cada ser humano sobre la tierra, ha sido creada por Dios y tiene gran valor a sus ojos. En la Palabra de Dios encontramos preciosas promesas que podemos aplicar a nuestras circunstancias. Como mujeres valientes, decididas a servir a Dios y a vivir para él, podemos recibir ánimo y afirmación para cumplir con la obra que Dios nos encomienda cada día. La mujer valiente será valorizada por Dios. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios” (1 Pedro 3:4).

“La mujer valiente es muy valiosa para Dios. Ella no se deja llevar por su apariencia exterior, pues su verdadera fuerza viene de su interior. Su relación con Dios es sumamente importante para ella y permite que Dios transforme su corazón cada día, haciéndola cada vez más semejante a él. Dios valora eso en gran manera. El Señor cumplirá las promesas que le ha hecho. ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho, ten la seguridad que la cumplirá!” (Lucas 1:45)

“Es de mucha valentía creer en las promesas de Dios y vivir con la expectativa de que veremos su cumplimiento. María es un buen ejemplo de una mujer que recibió una promesa de Dios y no se acobardó. Ella sabía que junto con la promesa vendrían consecuencias fuertes para su vida. Sin embargo, María tenía una certeza: Dios cumple lo que promete, y vivir dentro de su voluntad es siempre lo mejor. ¡Aférrate hoy a las promesas de Dios! Dios reconocerá su esfuerzo en ser ejemplar.” Es lindo encontrarnos con mujeres que son un buen ejemplo como hijas de Dios. El valor de esas mujeres es mayor que el de las piedras preciosas. No hay diamante, rubí o esmeralda que valga más que una mujer sabia. (Proverbios 31:10). 1° de Nisán – Martes, 09 de abril de 2024