Carta del Presidente
24 de junio de 2021
Oremos al Señor de la cosecha
Esta semana estamos en Dallas, Texas, para la convención anual de la Conferencia Nacional de Radiodifusión Religiosa (NRB, según sus siglas en inglés), efectuada entre el 21 y el 25 de junio. Están con nosotros algunos miembros del equipo de Beyond Today, incluyendo a Peter Eddington, Gerente de Operaciones de los Servicios de Medios de Comunicación; Gary Petty, presentador de Beyond Today; Rudy Rangel, supervisor de producción, y Clint Porter, editor en jefe de videos.
La Conferencia de Medios de Comunicación Cristianos de la NRB es el principal evento para locutores cristianos, pastores de medios de comunicación, productores de programas, productores de películas, administradores de sitios web, gerentes de medios sociales, blogueros, creadores de pódcasts [emisión de radio o de televisión que un usuario puede descargar de Internet y escucharla tanto en una computadora como en un reproductor portátil], autores, editores y otros profesionales de la comunicación. Además, este año se ha debatido mucho sobre las amenazas legales y los desafíos a nuestras libertades religiosas. Esto se ha puesto en primer plano en este año de pandemia, censura y prohibición del acceso a plataformas a quienes sostienen perspectivas consideradas ofensivas o inaceptables.
Estos temas se trataron con bastante intensidad en los diversos foros y talleres a los que asistimos. Fue interesante y esclarecedor ver cómo otros se enfrentan y encuentran soluciones a problemas comunes. En el último año, con el coronavirus y los cierres, ha habido un tremendo esfuerzo por mantenerse conectado digitalmente, como hemos hecho en la Iglesia de Dios Unida para mantener el espíritu de comunidad.
Como todos sabemos, la Iglesia se enfrentó a un año muy inusual en 2020 y en 2021. Durante varios meses, nuestros servicios de culto de la Iglesia se cambiaron en gran medida de la asistencia en persona a la transmisión de producciones de televisión y Zoom en los hogares de los miembros. Los numerosos esfuerzos para predicar el evangelio adoptaron diferentes formas. Por ejemplo, algunas de las medidas que tomamos con las transmisiones de emergencia en vivo han dado lugar a nuevas formas de predicar el evangelio al público y alimentar a nuestra gente a través de sermones en línea, estudios bíblicos, grupos de discusión y nuevas formas de comunicación.
En los foros y talleres se han abordado no solo los aspectos técnicos de las conexiones, sino también las diversas técnicas de presentación. Este ha sido también un año de amenazas a nuestra libertad religiosa. Algunos de los títulos de las presentaciones en este sentido fueron: a) Cómo proteger la libertad religiosa de organizaciones cristianas y sin fines de lucro. B) El costo humano de negar las libertades religiosas: Una conversación con el Dr. Jerry Davis [Presidente del Colegio de los Ozarks [Missouri, EE. UU:], quien ha demandado al gobierno estadounidense por exigir a las universidades que alojen a los estudiantes transgénero en los dormitorios del sexo con el que se identifican] y con Jack Phillips [dueño de la Pastelería Masterpiece, de Colorado, EE. UU., que se negó a hacer un pastel de bodas para una pareja del mismo sexo y fue llevado a la corte por ello]. 3) Censura de plataformas y el futuro de los medios sociales.
En esta conferencia estamos adquiriendo muchos conocimientos al hablar con personas que tienen éxito en lo que hacen y que pueden darnos buenos consejos.
Para mí, trabajar haciendo pódcasts es de especial interés y he pasado de un pódcast en desarrollo a otro para obtener más información acerca de este medio. Otra presentación interesante trató sobre el poder de contar una historia a través del discurso y la escritura. Al fin y al cabo, la Biblia es un compendio de relatos que cuentan la historia de la humanidad.
Uno de los aspectos más destacados para nosotros fue el almuerzo con Phil Cooke, escritor, productor de televisión y consultor de medios de comunicación con sede en Burbank (California), quien hizo una presentación al mediodía del martes. Posteriormente pudimos hablar en privado con él sobre las tendencias y preguntas del público, según su opinión. Una de las cosas que sacó a relucir fue la dramática atracción que han manifestado los jóvenes en el último año hacia la irreligiosa cultura “woke” [que significa que han despertado a la injusticia].
Vivimos en una época como ninguna otra, con divisiones, ira, intolerancia e indecencia. Sin embargo, en medio de esta oscuridad y caos hay esperanza, ya que no todos están engañados. Un estudio ha demostrado que el 80 % de las personas que no asisten ni pertenecen a una iglesia están muy conscientes de que “algo está fuera de control” en el mundo y buscan a alguien que les dé respuestas. ¿Podremos ser nosotros quienes se las demos?
En la Iglesia de Dios Unida hemos sido bendecidos con magníficos recursos mediáticos. Tenemos ministros y escritores bien entrenados y un estudio de televisión de última generación que pronto tendrá también la capacidad de producir presentaciones animadas. Sin embargo, después de escuchar a los profesionales de los medios de comunicación hablar objetivamente sobre las diversas plataformas en las que se comunican otras iglesias, tenemos que considerar y evaluar cuán atestado está el mercado actual.
Es un hecho muy conocido que Herbert W. Armstrong aprovechaba eficazmente las herramientas y plataformas de comunicación de su época para predicar el evangelio de una manera inusual y poderosa. Pero ese entorno mediático ha cambiado drásticamente: mientras que las potentes emisoras de radio AM o la televisión terrestre llegaban a millones de personas, hoy en día hay cientos, si no miles, de programas de televisión religiosos que saturan las ondas.
Existen canales enteros de cable (incluso por satélite) que solo transmiten programas religiosos. En los años 1930-1950, el contenido y el enfoque eran muy diferentes. Además, el Sr. Armstrong utilizaba técnicas publicitarias modernas cuando podía. ¡Creo que tenemos que utilizar esta misma estrategia en 2021 y más allá! El apóstol Pablo dictaba y escribía cartas para ayudar a amplificar el poder de la comunicación del evangelio.
Si Pablo hoy estuviera vivo, indudablemente usaría Internet, pódcasts y todos los medios a su disposición para predicar las buenas nuevas de Jesucristo y el Reino de Dios por doquier. A nosotros nos corresponde hacer esto hoy. Especialmente, debemos explorar y crear una nueva plataforma digital robusta, utilizando la base de nuestra experiencia y contenido actual en ucg.org e iduai.org.
Concluiré con estas palabras de Jesucristo: “Ustedes conocen el dicho: 'Hay cuatro meses entre la siembra y la cosecha', pero yo les digo: despierten y miren a su alrededor, los campos ya están listos para la cosecha. A los segadores se les paga un buen salario, y los frutos que cosechan son personas que pasan a tener la vida eterna. ¡Qué alegría le espera tanto que siembra como al que cosecha!” (Juan 4:35-36, Nueva Traducción Viviente, énfasis añadido en todo el texto). Estas palabras de Cristo han tenido un gran peso en mí estos últimos días. La evidencia que nos rodea es convincente de su verdad. Todos los días le pido a Dios que me ayude a entender y a orientarme. ¿Predicamos eficazmente el evangelio? ¿Estamos enfocados en hacer discípulos? ¿Estamos, como Iglesia, haciendo la voluntad de Dios y siguiendo verdaderamente a nuestro Líder vivo, Jesucristo?
Espero que se una mí en estas oraciones. Una escritura que acompaña a esto es Mateo 9:37-38: “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”. Necesitamos un impulso unificado y celoso para renovar nuestros esfuerzos de proclamar la gloriosa verdad de Dios y de Jesucristo a todo el mundo. Necesitamos personas que puedan complementar y apoyar a nuestro actual equipo profesional y ampliar sus capacidades. Necesitamos recursos y dirección.
Mientras este mundo y su forma de actuar se deterioran, queremos proclamar un mensaje de alegría y de un Reino de Dios venidero. Queremos advertir a este mundo sobre el pecado y las consecuencias de la conducta sin arrepentimiento, pero también queremos llevar esperanza, verdadera esperanza. ¡Roguemos hoy al Señor de la mies!
En servicio a Cristo, Víctor Kubik