Una vez que usted se haya convencido de la verdad bíblica respecto a Pascua de Resurrección y la Pascua bíblica, de acuerdo a lo que se explicó en el artículo más arriba, el próximo paso es poner en acción lo que ha aprendido. Actuar por pura fe de esta manera puede ser difícil, especialmente cuando nuestros familiares no entienden por qué hacemos semejante cambio. Muchas familias se reúnen durante Pascua de Resurrección para las celebraciones tradicionales: pintar huevos y esconderlos, una gran comida familiar, conejitos de chocolate como postre, además de observancias religiosas como servicios de salida del sol. Dejar de lado todas las tradiciones de Pascua de Resurrección y remplazarlas con la Pascua y los símbolos que Cristo y el apóstol Pablo mencionaron en el Antiguo Testamento es un cambio no menor. Pero cuando usted se compromete a ese cambio y observa la Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura año tras año, es fácil ver los beneficios de adorar apropiadamente a Dios el Padre y a Jesucristo. Si su familia le hace preguntas, es bueno explicarles que la observancia de estos festivales tiene sus raíces y su razón de ser en una relación con Jesucristo y su sacrificio por nuestros pecados.

Lo más importante es que usted y cualquiera que le pregunte acerca de sus convicciones entienda que, en vez de negar a Jesucristo no observando la de Pascua de Resurrección, usted en realidad está reafirmando su rol fundamental y eterno como Salvador y Señor. Al observar la Pascua y la Fiesta de Panes sin levadura, los cristianos hacen exactamente lo que Cristo mismo hizo (Lucas 22:15-20).

Cuando hable con su familia y amigos por el amor que les tiene y comparta con ellos la verdad bíblica de estos festivales, tal vez comiencen a ver que su convicción se deriva de un genuino deseo de complacer a Dios y adorarlo en espíritu y en verdad (Juan 4:23-24).