La verdadera armonía
En la música occidental, la armonía es el arte de unir y combinar sonidos simultáneos y diferentes, pero acordes.
Pero la palabra armonía también es usada en otras instancias. Por ejemplo, el “centro comunitario” de la Estación Espacial Internacional se llama Armonía. En el estado de Florida (EE. UU.) existe una comunidad planificada que ostenta el mismo nombre, y que de acuerdo a un sitio de Internet, es “una comunidad tranquila de personas amigables y muy unidas, que viven junto a la naturaleza y la fauna virgen de Florida . . . lo cual les proporciona una sólida base cultural para vivir armoniosamente y con seguridad en el siglo xxi” (fhvr.net).
Esto suena sin duda como armonía, ¿o no? Pero ¿dónde puede uno encontrar la verdadera armonía?
La armonía es destruida
En el comienzo, en el huerto de Edén, Dios creó a la humanidad para que colaborara con él armoniosamente en una hermosa relación caracterizada por el amor, la paz y la obediencia a sus leyes. Al completar su creación, Dios vio todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno.
Pero ese ambiente de armonía en un verdadero paraíso se acabó abruptamente debido al engaño de Satanás y la desobediencia del hombre. Este engaño le negó a la humanidad el acceso al camino de Dios. Sin embargo (y esta es la parte positiva), después del regreso de Cristo, Dios restaurará la armonía de toda la creación y la paz ya no será la excepción, sino la regla.
La restauración
El plan de Dios para la humanidad involucra una renovación. La última parte del plan de las fiestas santas anuales de Dios simboliza un proceso de restauración que comenzará con el regreso de Jesucristo (representado por la Fiesta de las Trompetas), la eliminación de Satanás (representada por el Día de Expiación), y finalmente la Fiesta de los Tabernáculos y el Octavo Día (cuando se le ofrecerá la salvación a toda la humanidad). Estos festivales son un símbolo del proceso que dará inicio al restablecimiento de toda la creación a la armonía y la paz con Dios.
Tanto las fiestas como los días santos de Dios están diseñados y organizados de una manera muy específica, y en un orden que revela lo que el Espíritu Santo desea que entendamos. Pero este conocimiento solo puede adquirirse con la ayuda de Dios. Si tratamos de hacerlo por nuestra cuenta, fracasaremos, porque solo él puede revelárnoslo, y lo hace mediante el poder de su Espíritu Santo.
Reconciliación mundial
Todos los seres humanos han pecado “y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Pero tenemos un Padre dispuesto a extendernos su misericordia, a perdonar nuestros pecados y a hacer borrón y cuenta nueva a través de un proceso que él ha diseñado y que incluye la sangre derramada de su Hijo. En su sabiduría, y por medio de ella, él está reconciliándose con todo el mundo (toda la humanidad) para que sus hijos puedan estar nuevamente en armonía con un Dios santo.
Mediante las fiestas y los días santos, Dios nos muestra lo que hará finalmente no solo por Israel, sino también por todo el mundo.
“Bienaventurados vuestros ojos”
¿En qué piensa usted cuando escucha la palabra armonía? ¿En música? ¿En una cita romántica? ¿En una comunidad bien diseñada y eficiente? ¿Dirige su mirada hacia la Estación Espacial? ¿O piensa en el Reino de Dios?
Quienes hemos sido llamados en esta era contamos con el privilegio de tener acceso al árbol de la vida por medio de Jesucristo. ¡Qué oportunidad tan maravillosa, que nos permite entender la mente de Dios y las Escrituras! Consecuentemente, la Iglesia de Dios debiera estar llena de armonía y unidad.
Como Cristo les dijo a sus propios discípulos: “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen” (Mateo 13:16). ec