¿Debe un cristiano del nuevo pacto llevar filacterias o usar un manto de oración?

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¿Debe un cristiano del nuevo pacto llevar filacterias o usar un manto de oración?

En la sociedad multicultural en que vivimos, más y más personas están mostrando interés en las tradiciones del pueblo judío, y en ocasiones incluso llegan a usar la vestimenta judía tradicional. De vez en cuando nos toca ver en el servicio sabático a un varón bajo cuya chaqueta se asoman cuatro borlas (o flecos) de color blanco y azul. Los mantos de oración y las filacterias (cajitas de madera que se atan al brazo con correas de cuero) se están volviendo cada vez más populares. Los hombres que siguen estas costumbres por lo general también usan barba, lo cual los hace lucir como judíos mesiánicos o fariseos modernos. En este artículo vamos a aprender sobre las filacterias (tefilines) y el manto de oración (talit)y analizaremos si un cristiano debe o no usarlos.

Las filacterias

Algunos judíos ortodoxos usan unas cajitas de cuero (filacterias), que en su interior contienen pasajes del Antiguo Testamento. Ellos basan esta costumbre en ciertos pasajes de Deuteronomio y Éxodo. Uno de ellos es Deuteronomio 6:6-8, donde después de promulgar los Diez Mandamientos, Dios declaró lo siguiente:

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos”.

Otro pasaje en el que se basan para justificar el uso de las filacterias es Deuteronomio 11:18: “Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos”.

¿Cómo debemos aplicar estas ordenanzas de Deuteronomio? ¿Debemos usar filacterias, siguiendo el ejemplo de los judíos de la época de Jesucristo o de los contemporáneos? Para empezar con lo más obvio, las filacterias que llevan los judíos actuales se usan en la parte superior del brazo o en la frente, no en las manos ni sobre el puente de la nariz. Debido a que el uso moderno contradice las escrituras que se usan para respaldar esta práctica, es evidente que ésta tiene que ver más con la tradición que con la obediencia a la Biblia.

En segundo lugar, es importante tomar en cuenta el lenguaje figurativo usado a veces en la Biblia, que da énfasis, pero que no tiene un significado literal. Deuteronomio 6:6 dice que la ley de Dios estará en tu corazón y en Exodo 13:16 agrega: “será, pues, como una señal sobre tu mano” y “por un memorial delante de tus ojos”. Si queremos interpretar esto literalmente, tendríamos que insertarnos papeles con versículos escritos en nuestros corazones, lo que obviamente es imposible.

En estas advertencias Dios nos insta a recordar siempre sus mandamientos y a ser cuidadosos con lo que hacemos con nuestra mente y nuestras manos, teniendo presente sus leyes para que nos guíen cada día. Es importante señalar que esta instrucción se repite en Apocalipsis 13 en referencia a la marca de la bestia, la que simbólicamente estará en las manos y en la frente (una metáfora para referirse a la mente) de aquellos que la reciban. La marca de la bestia representa un enfoque opuesto a los mandamientos de Dios e involucra la cabeza (las creencias del corazón y la mente) y las manos (las acciones y el comportamiento).

El uso de la palabra “como” en estas frases es fundamental para entender que debemos aplicar las leyes de Dios en la forma en que actuamos, pensamos y hablamos. Veamos otros versículos que usan lenguaje figurativo:

“Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón” (Proverbios 3:3). “Átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello” (Proverbios 6:21, comparar con Proverbios 6:20, 22-24 y 27-29). Proverbios 7:3 agrega: “Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón”.

El corazón no tiene una tabla física, sino una espiritual. Dios algún día escribirá sus leyes en los corazones de todos los seres humanos, tal como lo hace hoy con aquellos que están bajo el nuevo pacto y de los cuales se habla en Hebreos 10:16.

No hay registros en el Antiguo Testamento

No existen registros sobre el uso de filacterias en el Antiguo Testamento, lo cual es muy revelador. En cuanto a los registros históricos,The International Standard Bible Encyclopedia (Enciclopedia bíblica internacional estándar) nos dice: “No se sabe cuándo comenzó esta costumbre (de las filacterias). Era desconocida entre los samaritanos . . . por lo tanto, debió desarrollarse después de la separación de los pueblos samaritano y judío (siglo III a. C)” (edición 1986, vol. 3, p. 864, artículo “Filacterias”).

Este mismo artículo menciona además que los fragmentos más antiguos de filacterias [que se conocen] fueron hallados durante las excavaciones en Qumrán y Murabba’at, los sitios donde se descubrieron los rollos del mar Muerto. Allí se encontraron manuscritos que se remontan a los albores de los años 100 d. C.
De acuerdo a los registros de The Jewish Encyclopedia (Enciclopedia judía), las mujeres, los esclavos y los niños quedaban exentos de usar filacterias, y los hombres no debían usarlas en el día sábado (edición de 1906, vol. X, 25, “Filacterias”). El registro histórico lleva a la conclusión de que las filacterias se originaron en la religión farisaica, que comenzó con los exiliados judíos en Babilonia. Si Dios fuera el autor de esto, ¿iba a querer que solo los hombres guardaran sus leyes? Y aún si así hubiese sido, ¿por qué debían abstenerse de hacerlo en el día sábado?

Cubiertas para la cabeza

En la actualidad el manto judío de oración está siendo promocionado y comercializado vigorosamente por los movimientos en defensa de las raíces mesiánicas y hebreas, e incluso está comenzando a tomar fuerza dentro de algunas comunidades del cristianismo tradicional. Muchos judíos ortodoxos usan el talito manto de oración cuando oran o están en la sinagoga. Este manto cubre la cabeza, y cada una de sus esquinas, que a menudo son llamadas “alas”, tiene adherida una borla con flecos. Además de estos accesorios se usa la kipá, que es un pequeño gorro de tela que cubre la parte superior de la cabeza.

Estas costumbres se oponen diametralmente a lo que se nos enseña en el Nuevo Testamento acerca de la oración. El apóstol Pablo escribió: “Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza” (1 Corintios 11:4). El capítulo 11 de 1 Corintios agrega: “Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios” (v.7). En la Iglesia de Dios seguimos esta instrucción bíblica, y por lo tanto los hombres no se cubren la cabeza cuando oran o predican.

Conclusión

Queda bastante claro, entonces, que tanto los mantos de oración como las filacterias son tradiciones que carecen de fundamento bíblico, y por esta razón no se pueden aplicar a los cristianos. Sin embargo, en el caso de las borlas o flecos, la respuesta exige un conocimiento más profundo de la aplicación de la ley de Dios a los cristianos que forman parte del nuevo pacto. Para más información sobre los flecos, lea el siguiente artículo ¿Debe un cristiano del nuevo pacto usar borlas o flecos?