La importancia de enseñar a los niños a cantar himnos en los servicios de la Iglesia
Mis padres desarrollaron en todos sus hijos el gusto por la música y fueron excelentes modelos para mí y mis hermanos en este sentido. Mi madre tocaba el piano y varias de mis hermanas aprendieron a tocar este instrumento. En casa solíamos cantar los himnos que aprendíamos en las iglesias a las que asistíamos en ese entonces. En ocasiones especiales, cuando recibíamos la visita de amigos muy cercanos, cantábamos todos juntos hermosas melodías. Cantar de este modo nos unía como familia y como amigos. A medida que crecí, esta especial apreciación por el canto me motivó a participar en los coros del colegio, más tarde en los coros de jóvenes y adultos de la Iglesia, y a estudiar música en una universidad de Los Ángeles. Estoy muy agradecido del amoroso ejemplo entregado por mis padres. Como modelos a seguir, me motivaron a desarrollar mis propios talentos musicales.
¿Se han preguntado alguna vez por qué cantamos himnos en los servicios? El “servicio del canto” nos ayuda a acercarnos a nuestro amoroso Dios Creador de cuatro maneras muy importantes:
Primero, nos ayuda a unificarnos como Cuerpo de Cristo. En Efesios 5:18-21, Pablo comenta algunas características de las personas que están llenas del espíritu de Dios, que produce unidad espiritual:
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos unos a otros en el temor de Dios”.
En segundo lugar, cantar es una forma reverente y personal de alabar a Dios, si lo hacemos de corazón. En Colosenses 3:16, el apóstol Pablo escribió lo siguiente respecto a esto:
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”.
Observe que Pablo enfatiza la importancia de cantar himnos y canciones espirituales con todo el corazón. Lo que le place a Dios es cómo cantamos los himnos. Tener una hermosa voz no es lo esencial. Cantarle con todo el corazón a nuestro maravilloso Creador es lo medular y lo que verdaderamente importa. No cabe ninguna duda de que Dios creó la música, que incluye el canto, con un propósito definido. Cuando cantamos himnos como congregación durante el servicio de la Iglesia, estamos cantando directamente a Dios y a Jesucristo, que nos aman. Somos parte de su familia y estamos comunicándonos con ellos a través de nuestro canto. Ellos son nuestro público. Escuchan nuestras voces y nuestra sinceridad al cantar, y observan nuestro deseo de complacerles.
Por lo general, toda la congregación canta al comienzo de los servicios sabáticos, después del sermoncillo y después del sermón. Estos periodos de canto durante el servicio de adoración son solo eso: actos de adoración. Salmos 33:1-3 enfatiza el tercer propósito de la música en la adoración de Dios durante el servicio.
“Alegraos, oh justos, en el Eterno; en los íntegros es hermosa la alabanza. Aclamad al Eterno con arpa; cantadle con salterio y decacordio. Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo”.
Note las palabras positivas que se encuentran en estas escrituras: ¡Alegraos!, ¡Aclamad!, ¡Cantadle! Salmos 100:1-3 también describe la importancia de adorar a Dios con gozo y alegría a través del canto. Cuando cantamos, estamos realmente presentándonos ante Dios en amor:
“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid al Eterno con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que el Eterno es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado”.
Esta escritura explica claramente que cantar himnos es parte importante de la adoración a Dios durante los servicios sabáticos. La letra de los himnos incluye adoración y agradecimiento a Dios por su amor hacia nosotros; nos enseña cómo deberíamos vivir, enfocándonos en el futuro y pidiendo la ayuda de Dios y su guía cada día de nuestra vida. Los himnos están basados en las escrituras bíblicas, que pueden ayudar a los cantores a apreciar los conceptos valiosos y espirituales descritos en los himnos.
Finalmente, cantar himnos nos ayuda a expresar nuestro amor a Dios a nivel personal. En realidad, el canto es una manera de comunicarnos con él. Todo himno tiene escrituras significativas de la Palabra de Dios y conceptos espirituales aplicables para cada individuo. Dios nuestro Padre y Jesucristo, nuestro Salvador y Sumo Sacerdote, aman a cada uno de nosotros y saben quién canta desde el fondo de su corazón, y ellos nos darán la inspiración necesaria para entender las palabras del himno.
Los niños y su canto en el servicio semanal del sábado.
En Proverbios hay una escritura clave, muy clara y verdadera, que puede ser aplicada para enseñarles a nuestros niños un concepto esencial en la adoración a Dios: expresar su amor a él cantando himnos durante los servicios. Proverbios 22:6 dice: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
Con todos los beneficios espirituales descritos arriba, ¿deberíamos instruir a nuestros niños en el acto honroso de cantar? ¿Deberíamos incluirlos en las oportunidades que los acerquen a Dios, como el canto de himnos durante los servicios? Todos los jóvenes, sin importar su edad, deben aprender a disfrutar y participar del canto de himnos durante los servicios. Se les debe enseñar que en realidad están expresando su amor hacia Dios cuando cantan y que serán bendecidos por él debido a su obediencia.
El coro de niños puede ser una extensión de la educación cristiana que debemos entregarles. El carácter cristiano puede desarrollarse mediante la participación de los niños y jóvenes en los programas de coro. Los padres pueden ser alentados a mostrar su amor tanto a los niños y hacia Dios, sirviendo en el programa de coro infantil en la Iglesia.
Sugerencias para enseñar a los niños a cantar himnos en los servicios:
1.A los niños se les puede enseñar que asistir a los servicios y cantar es una forma de expresar el amor a Dios y también una parte esencial de la adoración.
2.Los padres pueden practicar cantando himnos con sus hijos en casa y luego establecer un ejemplo de amor al cantar los himnos con ellos durante los servicios semanales.
3.Los directores de himnos pueden escoger de entre los himnos uno que sea fácil para que los niños puedan cantar con la congregación durante los servicios.
4.Se debería enfatizar el desarrollo de los coros de niños en las congregaciones a través de las presentaciones de música especial cantada en los servicios. Cantar himnos fáciles del himnario es una excelente forma de comenzar. Pedirles a unos pocos adultos que canten con los niños ayudaría a disipar el temor de cantar frente a la congregación. La congregación siempre aprecia y está encantada de escuchar las voces infantiles.
Un componente clave en la educación de los niños debería ser la enseñanza clara de que cantar los himnos en los servicios sabáticos es una parte importante de los servicios y clave para la verdadera adoración a Dios. A Dios le complace enormemente que los niños expresen su amor al cantar himnos de alabanza y agradecimiento a él.