Noveno Mes: Kislev: Juan, el discípulo amado de Jesús

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Noveno Mes: Kislev

Juan, el discípulo amado de Jesús

Juan fue hijo de Zebedeo y Salomé. Se trata del pescador que se convirtió en el discípulo de Cristo; se lo califica como el Apóstol del amor, porque Jesús lo amaba entrañablemente, es decir, de manera muy particular. Fue hermano menor de Santiago, quien murió mártir por la espada de Herodes Agripa (Hechos 12:1-2). Ambos fueron llamados hijos del trueno (Boanerges) por su celo profético y su resolución de dar testimonio de Cristo (Marcos 3:17).

El nombre original de Juan significa "aquel a quien Dios ama”; la experiencia de Juan corresponde a su nombre. De las muchas referencias a este discípulo honrado podemos deducir los siguientes hechos: Él era nativo de Betsaida que se encontraba en Galilea. Se dice que su madre Salomé, era hermana de la madre de Jesús, María, y si es así, entonces ellos fueron primos de Jesús. Salomé fue una de las cuatro mujeres que fueron testigos de la crucifixión y muerte de Jesús (Mateo 27:46; Marcos 15:40; Juan 19:25). Salomé acostumbraba a seguir a Cristo, y le servía; también a ella la encontramos entre las mujeres que iban a comprar especias aromáticas para ungir el cuerpo de Cristo. El padre de Juan era pescador, tenía su propia embarcación y era lo suficientemente próspero como para contratar sirvientes. Por eso, imitando a su padre, Juan mismo se volvió un pescador exitoso. Fue llamado al discipulado mientras pescaba con sus redes.

Juan fue el más joven de los discípulos, es decir, el benjamín entre los doce. Juan formó parte del triunvirato selecto de Cristo, los otros dos fueron Pedro y Santiago. Por eso no es raro que Cristo lo haya tratado con mayor familiaridad que los demás, porque también se sentó junto a Cristo la noche de la Pascua en la Última cena. Juan mostró que tenía muchos atributos buenos, por eso Cristo le confió el cuidado de su Madre, María. No debería sorprendernos que Juan haya escrito su evangelio y tres epístolas que llevan su nombre. Contamos con múltiples referencias del apóstol Juan en los cuatro evangelios, en el libro de los Hechos y en el Apocalipsis. El predicador puede desarrollar estos rasgos en el carácter de Juan, mostrando su energía natural (Marcos 3:17); su intolerancia fue al decir el que no es contra nosotros, por nosotros es (Marcos 9:38).

Cuando subieron al monte, Pedro, Santiago y Juan con Jesús, vieron que Jesucristo se transfiguró y sus ropas se volvieron blancas y resplandecientes (Lucas 9:34); Santiago y Juan mostraron su deseo de sentarse en el Reino con Jesús, uno a su derecha y el otro a su izquierda (Marcos 10:35-37); tuvo el afán por saber quién lo iba a traicionar después que Pedro hizo señas para que Juan pregunte a Jesús de quién hablaba (Juan 13:23-24). Enseñó que para ser luz, no se debe aborrecer a su hermano (1 Juan 2:9); también predicó su maravillosa enseñanza acerca del amor (1 Juan 4:7-21).

Son notables sus enseñanzas inspiradas por Dios que se encuentra en el libro profético del Apocalipsis. Sin embargo, algunos escritores muestran a Juan un tanto ambicioso, y que poco a poco se fue transformado a través de su diario caminar con Jesús, mediante la guía del Espíritu Santo de Dios. Juan nos muestra cómo Jesús puede transformar temperamentos y actitudes negativas para transformarlos en verdaderos "crisoles" que reflejen la persona de Jesucristo. Él también fue testigo de algunos hechos más importantes en la vida de Jesús, como el caso de la resurrección de la hija de Jairo y principalmente durante la agonía de Jesús, cuando estuvo clavado en la cruz.

Juan murió cuando tenía aproximadamente 100 años.

Kislev 5786