La búsqueda de la sabiduría

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La búsqueda de la sabiduría

Este fue y sigue siendo un buen consejo, ya que por lo general, nuestros amigos inmaduros nos hacen meternos en problemas. Debido a ello, siempre busqué la amistad de hombres sabios.

Recuerdo haberle preguntado: “¿Cuándo es que uno se vuelve lo suficientemente sabio como para que otros quieran estar con uno?”, pero nunca recibí respuesta. La mayoría del tiempo que pasé con él, puse en práctica Proverbios 17:28: “Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio”. Tuve la oportunidad de escuchar innumerables discusiones entre él y quienes son considerados importantes por este mundo, y me di cuenta de que estos últimos no tenían las respuestas.

Rodearse de gente insensata ciertamente causa un daño considerable. Roboam, el hijo de Salomón, rechazó las sugerencias de sus sabios consejeros y aceptó el consejo de sus amigos jóvenes. El relato se encuentra en 1 Reyes 12. Los hombres sabios le aconsejaron que fuera un buen servidor y se mostrara amable con sus súbditos, y que si así lo hacía, ellos lo servirían para siempre. Por el contrario, sus amigos jóvenes le aconsejaron ser incluso más duro que su padre y que exigiera aún más, para demostrar así que él era el rey.

Su decisión de seguir el consejo equivocado le costó la mayor parte de su reino, ya que 10 de las 12 tribus de Israel lo abandonaron e hicieron rey a Jeroboam. Al hacer esto dividieron esta magnífica nación, que había sido levantada por su abuelo David y su padre Salomón, y la que (con la bendición de Dios) fue probablemente la nación más rica de la Tierra en aquel entonces.

“El temor del Eterno es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (Proverbios 9:10). Quienes son lo suficientemente afortunados de tener el conocimiento y el temor apropiado hacia Dios, tienen una gran ventaja en comparación con quienes carecen de él. Yo considero una gran bendición el haber crecido en la Iglesia y haber recibido las continuas enseñanzas acerca de Dios y Jesucristo. He tenido el privilegio de criar a mis hijos con este mismo conocimiento, y de compartir muchas de las verdades eternas de esta vida con otros.

La fecha de entrega de este artículo era el 16 de enero – el aniversario número 27 de la muerte de mi amigo más cercano y más sabio, Herbert Armstrong. Él fue parte de mi vida desde que tengo memoria. Y gracias a Dios, él estuvo dispuesto a escuchar a medida que Dios le concedió entendimiento bíblico, lo que motivó a muchos de nosotros a traspasar también las verdades de la Palabra de Dios a otros.

¿Cómo contestaría yo mi propia pregunta? ¿Cuándo es que uno se vuelve lo suficientemente sabio para que otros busquen su amistad? Cuando uno conoce la verdad de Dios y sigue sus leyes, adquiere algo muy valioso que puede compartir con quienes le rodean mediante la forma en que vive su vida. Con este conocimiento, y siguiendo este camino, usted se convierte en alguien lo suficientemente sabio como para que otros quieran estar cerca suyo.

-Por Aaron Dean