Carta del Presidente y del Director del Consejo: 16 de marzo de 2022

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Carta del Presidente y del Director del Consejo

16 de marzo de 2022

10 de marzo de 2022


Mientras escribo, abundan en Ucrania atrocidades impensables en nuestro llamado mundo civilizado. Ayer, por ejemplo, las fuerzas rusas bombardearon una sala de maternidad en Mariupol. Las noticias mostraban a las madres sobrevivientes dando a luz mientras eran sacadas de las salas en camillas.

Hablo a diario con tres lugares de Ucrania en los que hemos trabajado con muchos observantes del sábado, con un centro de rehabilitación para niños en Chernihiv, y con mis primos que viven en Kharkiv. Mi primo Víctor me llamó a las tres de la mañana para decirme que sigue vivo, pero que hay muchos combates en su barrio.

En el extremo occidental de Ucrania, donde hay una relativa seguridad, las iglesias que guardan el sábado están ayudando a los refugiados que llegan desde las ciudades del este, especialmente las que albergan centrales nucleares, objetivos principales de los cohetes y aviones de guerra. Uno de nuestros antiguos alumnos del Instituto Bíblico Ambassador, Yurishko, y su padre, Iván, ayudan diligentemente con los esfuerzos de reubicación. Hasta ahora, más de dos millones de ucranianos se han convertido en refugiados dentro y fuera de Ucrania. Muchas organizaciones benéficas están llevando suministros de ayuda a la frontera ucraniana. LifeNets y Good Works están consiguiendo dinero dentro de Ucrania para alimentar y transportar a los refugiados. Les agradecemos a todos su ayuda en este monumental esfuerzo humanitario, ya que trabajamos directamente con personas que conocemos desde hace décadas. Puede leer los informes actualizados en lifenets.org.

Una cabra, un beduino y la verdad de la profecía

Uno de los mayores descubrimientos bíblicos de todos los tiempos comenzó con una cabra. En noviembre de 1946, poco más de un año después de que terminara la Segunda Guerra Mundial, tres beduinos jóvenes, primos entre sí, se hallaban explorando las áridas colinas al noroeste del mar Muerto en búsqueda de su cabra perdida. Las colinas estaban llenas de pequeñas cuevas que, según las leyendas locales, contenían oro y otros tesoros ocultos.

Uno de los primos se coló en un pequeño hueco. Si la cabra no estaba allí, tal vez descubriría un tesoro de fábula. Y sí descubrió riquezas increíbles, pero no del tipo que buscaba. En la cueva, el joven beduino encontró varias jarras antiguas de arcilla rellenas de viejos pergaminos. Recogió varios y los llevó a su campamento.

Varios de los pergaminos que se encontraron milagrosamente hace 75 años se conservan hoy cuidadosamente en el depósito del Santuario del Libro del Museo de Israel. Una impresionante réplica del pergamino más magnífico (y posiblemente el más importante) sirve como pieza central del Santuario del Libro. He tenido el privilegio de ver personalmente esta maravillosa exposición.

El manuscrito original, hoy llamado Gran Rollo de Isaías, es el único libro completo del Antiguo Testamento que se encontró entre los siete primeros rollos de lo que hoy se conoce como Cueva 1. El rollo incluye los 66 capítulos de Isaías y está escrito en 17 hojas de pergamino increíblemente conservadas. El original es demasiado delicado y sensible como para ser expuesto, por lo que una copia fiel ocupa su lugar y puede ser vista en un gigantesco círculo cerrado.

¿Qué importancia tiene esto para nosotros? Sorprendentemente, el hebreo del Gran Rollo de Isaías solo presenta algunas variantes menores respecto a otros textos hebreos autorizados que utilizamos hoy. En el momento en que fue descubierto, era al menos 1000 años más antiguo que otras copias hebreas. El Gran Rollo de Isaías confirma fehacientemente la exactitud de la Palabra de Dios.

En el 75º aniversario del descubrimiento de los ahora famosos Rollos del Mar Muerto (llamados así porque la Cueva 1 está a poco más de dos kilómetros de la orilla noroeste del mar Muerto), se nos recuerda convincentemente el poder y propósito de Dios al salvaguardar su Palabra escrita. Todos los rollos revisten una gran importancia histórica, religiosa y lingüística.

Creo que Dios conservó deliberadamente este libro completo de Isaías en particular (así como otros rollos del mar Muerto) para enfatizar cuán cuidadosamente se ha preservado el Antiguo Testamento a través de los siglos hasta hoy. También es de destacarse la importancia de las profecías que contiene y, quizá lo más importante, ¡cómo podemos tener una confianza absoluta en la veracidad de estas profecías escritas! La existencia del Gran Rollo de Isaías nos ofrece una importante lección en la Iglesia de Dios de hoy, especialmente cuando nos acercamos a la Pascua. Consideremos por qué.

El descubrimiento de estos sorprendentes textos iniciales suscitó un amplio interés arqueológico. Después de la guerra de 1948, que siguió a la fundación de Israel como nación moderna, se llevaron a cabo intensas excavaciones a lo largo del árido territorio. En un total de 12 cuevas se encontraron otros 981 manuscritos y copias parciales de libros del Antiguo Testamento y otros escritos. En la región se recuperaron miles de frágiles fragmentos escritos.

Con la ayuda de Google, algunos de los Rollos del Mar Muerto se han digitalizado y están disponibles en forma gratuita para su visualización y estudio. Podemos saber con autoridad que las palabras hebreas de Isaías que leemos hoy son las mismas a las que pudieron acceder los apóstoles y la Iglesia del primer siglo.

¿Por qué es importante esto en el momento de la Pascua? El libro de Isaías se llama a veces “el quinto evangelio”, porque proclama con autoridad muchas profecías del Mesías y del Reino de Dios. A veces a Isaías se le llama “el Shakespeare” de los profetas por su prosa y poesía, y se le compara con Pablo por sus elocuentes y profundas declaraciones. Considere estos hechos:

Isaías se encuentra entre los libros del Antiguo Testamento más citados por Jesús, los apóstoles y los escritores de los Evangelios.

  • Mateo cita Isaías 7:14 como prueba del Mesías. “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta [Isaías]: ‘La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emmanuel” (que significa ‘Dios con nosotros’” (Mateo 1:22-23, NVI).
  • En el libro de los Hechos, Felipe fue enviado a encontrarse con un prominente etíope, “un eunuco de mucha autoridad” (Hechos 8:27, NTV), en las afueras de Jerusalén. “Sentado en su carruaje, leía en voz alta el libro del profeta Isaías”, concretamente la sección profética de Isaías 53 que describe con precisión el sufrimiento de Jesucristo. Es probable que usted lea o escuche estas palabras mientras se prepara para la Pascua y cuando la tome dentro de unas semanas.
     
  • Ningún otro libro describe con tanto detalle la grandeza de Dios (Isaías 40 y 43), la terrible  gran tribulación que se avecina (Isaías 24; 2:5-22), los asombrosos detalles del Mesías (Isaías 42; 53), el sufrimiento del Mesías (Isaías 52: 13-15), el Mesías como “luz de las naciones” (Isaías 49:6; 56; 60), el papel verdaderamente asombroso del Mesías como Rey (Isaías 2:1-4), el futuro Reino de Dios (Isaías 32; 35; 40) y mucho más, incluyendo muchísimas profecías maravillosas que todavía tienen que cumplirse, ¡y de las que usted formará parte!
     
  • Jesús inició poderosamente su ministerio proclamando públicamente Isaías 61: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar la libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).
     
  • El libro del Apocalipsis termina con la llegada de los nuevos cielos y la nueva Tierra (Apocalipsis 21). El libro de Isaías termina profetizando el mismo increíble acontecimiento (Isaías 66:22-23). Se trata de profecías cruciales, fundamentales, que todos apreciamos y en las que creemos profundamente.

Hace aproximadamente un siglo, el Antiguo Testamento y el libro de Isaías, en particular, fueron atacados por humanistas seculares que intentaron socavar la veracidad del Antiguo Testamento. Entonces Dios envió una cabra y unos cuantos beduinos adolescentes para que hallaran un extraordinario tesoro que siervos desconocidos de Dios habían puesto a salvo hace milenios, a salvo de la guerra, a salvo de los herejes, a salvo de la destrucción.

Pero los atacantes fueron abatidos de un solo golpe. La verdad de la profecía y la Palabra de Dios salieron victoriosas, con sus palabras inspiradoras grabadas eternamente en antiguos y polvorientos  manuscritos, que solo fueron encontrados hace 75 años. ¡Así de poderoso es Dios!

En esta temporada de Pascua, incluso ahora que este planeta sufre por la guerra en Ucrania y hay mucho temor a lo desconocido, llenémonos de valor, ánimo y agradecimiento porque, como proclama Isaías, nuestro Salvador es “Dios con nosotros”.

En servicio a Cristo,
 
 
 
Víctor Kubik, Presidente de la Iglesia de Dios Unida


16 de marzo de 2022 

Carta del director del Consejo


Estimados ministros y miembros:

Sabiendo que Jesucristo es la cabeza de la Iglesia (Efesios 1:22) y que nuestras diversas funciones y responsabilidades como líderes físicos en nuestra vida son temporales, los hombres que elaboraron los documentos de gobierno de la Iglesia de Dios Unida, una Asociación Internacional, hace 27 años, buscaron deliberadamente proporcionar un medio ordenado para la transición de las funciones de liderazgo. Esto incluye la transición del Consejo de Ancianos (Consejo), el presidente, el tesorero, el secretario y los miembros de la administración. Todo ello se detalla en nuestros documentos de gobierno.

Ahora que estamos en otro período de transición, varios miembros de la Iglesia me preguntaron recientemente sobre el proceso de selección del próximo presidente, así que permítanme proporcionar una breve descripción a continuación. Si los miembros de la Iglesia desean más detalles, pueden ciertamente preguntar a cualquier anciano de su congregación.

El proceso de selección de un presidente fue desarrollado y perfeccionado por el Consejo hace muchos años y es gestionado por nuestro secretario, Frank Dunkle. El proceso es bastante minucioso, con más de 20 pasos a seguir, y deja tiempo en cada paso para la consideración y evaluación en oración.

El proceso comenzó el martes 8 de marzo, cuando el secretario envió por correo electrónico a todos los miembros de la Conferencia General de Ministros (CGM) el “Proceso y calendario para la selección del presidente”, junto con otros documentos que describen la función, las responsabilidades, las cualificaciones y las expectativas del cargo de presidente.

Cada miembro de la CGM puede nominar a un anciano. La fecha límite para que los ancianos nominen a alguien es el lunes 28 de marzo. Se pedirá a los nominados que presenten un currículum al secretario antes del lunes 11 de abril. El proceso se detendrá durante dos semanas, para poder dedicar toda la atención a la observancia de la Pascua y los Días de los Panes sin Levadura.

El proceso se reanudará el lunes 25 de abril, cuando se enviará la lista de candidatos a toda la CGM y los currículos al Consejo. Cada miembro del Consejo podrá entonces seleccionar dos nombres de la lista de candidatos. Habrá otros pasos a lo largo del proceso, incluida la opinión del personal de la jefatura una vez que se tenga la lista final. La selección del presidente tendrá lugar después de que el Consejo realice entrevistas personales con los candidatos durante las reuniones del 17 al 19 de mayo.

Por favor, oren por este proceso de selección y por la persona elegida para servir como nuestro próximo presidente. Estoy seguro de que Dios dirigirá la decisión de acuerdo con su voluntad, tal como lo ha hecho en el pasado.

Recordemos que aunque el liderazgo dentro de la Iglesia puede cambiar con el tiempo, la visión de la Iglesia permanece inalterada: “Una iglesia guiada por el Espíritu Santo de Dios, unida y entrelazada con lo que cada miembro aporta, todos haciendo su parte y creciendo en amor para llevar a cabo el gran propósito que Dios tiene para la humanidad, de traer muchos hijos a la gloria” (Efesios 4:16; Hebreos 2:10).

Concluyo donde empecé: Jesucristo sigue siendo la cabeza de la Iglesia y él se encargará de que continúe. Podemos estar agradecidos a los hombres que tuvieron la previsión de crear el proceso para una transición ordenada en nuestro liderazgo. Aunque nuestras funciones y responsabilidades bajo Jesucristo son temporales, esperamos con ansias la selección del próximo presidente para servir a la Iglesia de Dios Unida, una Asociación Internacional.

En servicio a Cristo,

Len Martin, Director Consejo