Carta del Presidente y de Servicios Ministeriales y de Miembros: 13 de Enero 2022

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Carta del Presidente y de Servicios Ministeriales y de Miembros

13 de Enero 2022

"Reconozcamos los ataques a la autoridad bíblica y oremos al respecto"

Al escribir poco antes de su ejecución, el apóstol Pablo nos entregó esta solemne advertencia: “...en los últimos días, habrá tiempos muy difíciles. Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero.

Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios . . . No considerarán nada sagrado” (2 Timoteo 3:1-2, Nueva Traducción Viviente, énfasis añadido en toda esta carta).

Todavía no estamos en esos “últimos días” finales. Pero indudablemente vemos que se están sentando y desarrollando las bases para ello en forma de ataques insidiosos, tanto a la autoridad de la Biblia como a la santidad de la familia ordenada por Dios. Es fundamental que todos los miembros de la comunidad de la Iglesia de Dios conozcan y dimensionen la profundidad de este continuo desmoronamiento de la sociedad con respecto a la Palabra de Dios.

Por favor, lean esto con atención. Esta semana leímos noticias preocupantes de parte del primer ministro canadiense Justin Trudeau, quien anunció en tono de celebración: “Es oficial: La legislación de nuestro gobierno, que prohíbe la práctica despreciable y degradante de la terapia de conversión [LGBTQ] . . . ya es ley”.

El proyecto de ley C-4, que ya es oficial y modifica el código penal de Canadá, utiliza un lenguaje inusualmente peligroso. Afirma implícitamente que lo que entendemos sobre el modelo bíblico de la familia y los roles familiares no son más que “un mito”. Además, prohíbe cualquier intento de “forzar” formalmente a una persona con sentimientos y enfoque gay a “convertirse” a una orientación heterosexual bíblica (a través de la llamada “terapia de conversión”), criminalizando tales actos y añadiendo posibles penas de cárcel de hasta cinco años.

He aquí un resumen de la ley canadiense de parte de nuestro asesor jurídico: Según dicha ley, “la terapia de conversión es una práctica, un tratamiento o un servicio destinado a:

  • cambiar la orientación [homosexual] de una persona a [una] heterosexual;
  • cambiar la identidad de género de una persona a cisgénero [una persona cisgénero es la que se identifica con el género que se le asignó al nacer];
  • cambiar la expresión de género de una persona para que coincida con el sexo que se le asignó al nacer;
  • reprimir o reducir la atracción o el comportamiento sexual no heterosexual;
  • reprimir la identidad de género no cisgénero de una persona; o
  • reprimir o reducir la expresión de género de una persona que no coincida con el sexo que le fue asignado al nacer.

Por supuesto, nosotros, como iglesia, no poseemos ni avalamos ninguna práctica formal de “conversión” según se detalla en la ley canadiense. Pero no hace falta ser un experto legal para reconocer cómo este nuevo estatuto podría aplicarse en el futuro a alguien que enseñe la verdad bíblica sobre los actos sexuales entre personas del mismo sexo basándose en Levítico 18 y 20, Romanos 1, o 1° Corintios 6.

Ignorando alegremente los hechos biológicos, la nueva ley canadiense afirma erróneamente: “Por tanto, la terapia de conversión causa daño a la sociedad porque, entre otras cosas, se basa en mitos y los propaga . . .  incluyendo el mito de que se debe preferir la heterosexualidad, la identidad de género cisgénero y la expresión de género que se ajusta al sexo asignado a una persona al nacer” (énfasis añadido).

Como la Iglesia ha proclamado anteriormente, el Congreso de los Estados Unidos sigue promoviendo su propia y trágica versión de esto en la llamada “Ley de igualdad”. Ahora que ha sido aprobada por la Cámara, el Senado la considerará a finales de este año. Si se aprueba, actualmente no contiene ninguna exención religiosa.

¡Considere cuán absolutamente al revés es esto! Mientras preparo esto, la condición médica de la disforia de género (el sentimiento o estado patológico de que uno ha nacido en el cuerpo equivocado) está actualmente catalogada formalmente como un trastorno en el “Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales” de la Asociación Americana de Psiquiatría.

Pero a pesar de esta lista formal, los profesores de las facultades de medicina están provocando actualmente todo tipo de confusión entre los estudiantes de medicina. En su reciente cobertura de los acontecimientos en Estados Unidos, la revista británica The Economist informó esta semana que las facultades de medicina estadounidenses ahora enseñan a los estudiantes de medicina que “la disforia de género no es una enfermedad mental” (¡algo absolutamente desconcertante!).

La revista se pregunta: “¿Cómo ha llegado la ideología trans a las facultades de medicina?". Como respuesta, la revista The Economist señala que aunque la llamada “medicina trans” todavía no forma parte de los planes de estudio básicos de las facultades de medicina, la mayoría de los estudiantes de medicina “entienden” que, como futuros médicos, ¡deben apoyar “sin espíritu de crítica y sin cuestionar” las solicitudes de “cambio de género” de “niños de tan solo nueve años!” The Economist señala de forma alarmante que estos “tratamientos” han “causado un daño irreversible a los cuerpos de algunos jóvenes” (énfasis añadido).

Tenemos que reconocer esto por lo que es: ¡una perversa destrucción y corrupción de la enseñanza bíblica! Y, trágicamente, está empeorando. Francia se halla en la etapa final de promulgación de una legislación similar respecto a la “terapia de conversión” y de género, y el Parlamento británico comenzó el proceso para promulgar prohibiciones similares en diciembre. The Economist señala que esta tendencia no es bien recibida por todos los profesionales de la medicina: “Gran parte de lo que se conoce como medicina de género se ha llevado a cabo de forma imprudente, sin preocuparse por el bienestar a largo plazo de los pacientes. Sin embargo, incluso dentro del campo médico, las dudas se están extendiendo. Los hospitales de Finlandia y Suecia han dejado de recetar medicamentos para bloquear la pubertad a los menores de 18 años . . . En Estados Unidos, donde cualquier desviación de la afirmación de género corre el riesgo de provocar ataques en las redes sociales, destacados médicos especializados en género sexual han empezado a preocuparse de que los medicamentos de bloqueo de la pubertad y las cirugías en esta etapa se hayan repartido con demasiada facilidad”.

Permítanme hablar con claridad. La Biblia es autoritariamente clara. El matrimonio a la manera de Dios es entre un hombre y una mujer, según su definición biológica. La actividad sexual solo se permite o alienta dentro de un matrimonio bíblicamente definido. Los actos sexuales entre hombre y hombre o entre mujer y mujer no están permitidos y son condenados por la Palabra viva de Dios. Estas son enseñanzas fundamentales e inviolables.

Nosotros, como iglesia, reconocemos que existen constantes ataques a las enseñanzas bíblicas en contra de las relaciones homosexuales. Irónicamente, incluso mientras se distribuía la exhaustiva cobertura de Beyond Today sobre el descubrimiento arqueológico del sitio bíblico de Sodoma, una ciudad destruida por Dios en parte por la depravación sexual de sus habitantes, el periódico Washington Times publicó esta semana una historia en primera plana sobre “acusaciones sobre una palabra griega tradicionalmente traducida como “sodomitas” (arsenokoitai) en 1 Corintios 6:9, que fue revisada por una nueva edición para decir “hombres que se dedican al sexo ilícito”. Esto tergiversa su verdadero significado.

La palabra griega “arsenokoitai” en 1 Corintios 6:9 es traducida correctamente como “hombres que se dejan usar para tener sexo con otros hombres” por la versión Palabra de Dios para Todos, y como “hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres” por la versión Traducción en Lenguaje Actual.

Refiriéndose a la prohibición de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en Levítico 18 y 20, el académico Kevin DeYoung explica: “Pablo usa explícitamente esta enseñanza [de Levítico] en el Nuevo Testamento . . . dado el contexto en Levítico y cómo se utiliza en otros lugares después del Nuevo Testamento, se refiere a hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres. Y en realidad no hay ninguna otra interpretación que tenga mejor sentido de la evidencia tanto en la primera literatura cristiana como especialmente en el Antiguo Testamento”.

¿Qué significa esto para el futuro en la Iglesia de Dios? Mientras se nos instruye “Clama a voz en cuello, no te detengas” (Isaías 58:1), también se nos advierte por parte de Jesús: “He aquí, yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas” (Mateo 10:16).

Es posible que la gente intente tacharnos falsamente con las etiquetas políticas sin sentido de “homofóbicos” o “transfóbicos”, pero la verdad es que no somos ninguna de las dos cosas y debemos dejarlo claro. Reconocemos que todos somos pecadores y que gran parte de la vida humana es una lucha. No debemos odiar o condenar al pecador, pero sí debemos odiar el pecado. Debemos ser empáticos con los demás, esforzándonos por ser una luz para el mundo con nuestros ejemplos (Mateo 5:14), pero de ninguna manera debemos respaldar conceptos bíblicamente fraudulentos.

Debemos reconocer los tiempos en que vivimos, y basarnos plena y positivamente en la verdad bíblica de Dios. Debemos orar por protección, especialmente por nuestros jóvenes. Como se informó a principios de este mes, muchos miembros de la generación Z (personas nacidas entre los años 1997 y 2012) piden abiertamente a los grupos religiosos que adopten plenamente las creencias LGBTQ, ejerciendo una intensa presión sobre nuestros adolescentes y jóvenes adultos.

Esto se veía venir desde hace largo tiempo. Muchos académicos prominentes, líderes empresariales, escritores y otros, han intentado blandir su hacha irreligiosa contra la autoridad bíblica. Como escribí hace tres años en Beyond Today, el popular erudito de origen israelí Yuval Noah Harari ha escrito y dado muchas conferencias sobre cómo cree que todas las religiones y escrituras sagradas, incluyendo su ancestral Torá, son falsas y completamente fabricadas por los humanos.

Citaba a propósito su exitoso libro Homo Deus (hombre dios en latín), en el que afirma: “No necesitamos rezar a ningún dios o santo para que nos rescate . . . Ahora nos proponemos convertir a los humanos en dioses y convertir al Homo sapiens en Homo deus”. La secular “muerte de Dios”, alega, es el principal “desarrollo positivo” de la humanidad.

Dios nos librará en la Iglesia de Dios de nuestros temores (Salmo 34:4), pero debemos considerar con sabiduría, seriedad y oración los “tiempos peligrosos” en los que estamos entrando. Tal como instruyo a nuestros estudiantes del Instituto Bíblico Ambassador, los aliento a todos ustedes a “[contender] fervientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3) y, además, como proclamó Pedro: “¡Sálvense de esta generación perversa!” (Hechos 2:40, NVI). ¡Venga tu Reino!

En servicio a Cristo.
Victor Kubik. Presidente.


"Estimados ministros y hermanos"

Después de leer la carta que el Sr. Kubik nos ha escrito a todos con respecto a la posible promulgación y adopción de nuevas leyes que no solo desafían, sino que sirven para oponerse y desestimar la autoridad bíblica con respecto a la santidad del matrimonio e incluso la naturaleza fundamental de la creación de Dios de los seres humanos como hombre y mujer, yo también los animo a todos a tomar estas cuestiones muy en serio.

Es de esperar que todos estemos conscientes del constante y acelerado declive al que nos enfrentamos en los Estados Unidos y en muchas naciones de todo el mundo con respecto a la pureza que Dios quiere que busquemos en el matrimonio, la familia, la crianza de una descendencia cristiana, e incluso en nuestros cuerpos humanos, diseñados para convertirse en el templo de Dios a través de la morada de su Espíritu Santo en nosotros (Malaquías 2:14-16; 2 Corintios 6:16-18).

Animo a todos nuestros ministros a que hablen de estos temas tan oportunos como “alimento a su tiempo”. Hemos sido llamados a salir de un mundo físico moribundo que está descendiendo a las tinieblas espirituales a un ritmo cada vez más alarmante, y estamos llamados a ser faros de luz para señalar a la gente el mejor y único camino verdadero de la vida. Y esto no es una tarea fácil, ya que nosotros mismos vivimos en tiempos cada vez más difíciles y problemáticos, y Satanás está decidido a desgastar a los santos de Dios.

Como esposos y esposas, como jóvenes y mujeres, como miembros de la familia de la fe, unámonos para apoyarnos mutuamente cuando las “señales de los tiempos” se vuelvan más reales y amenazantes.

Pablo amonestó a Timoteo, un joven ministro, para que fuera “ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12). Les ruego, ministros y hermanos, que se vuelvan a Dios como nunca antes y que busquen realmente la pureza por la que Dios nos ha diseñado para esforzarnos y luchar como vencedores que han sido llamados a la luz espiritual de Dios, maravillosa y pura (1 Pedro 2:9-12). Les deseo a todos un sábado muy gratificante e inspirador.

En amor y servicio a Dios,
Mark Welch, Gerente de operaciones de SMM.