Carta del Presidente
18 de Diciembre de 2018 - Ayuno general

Queridos hermanos:
A medida que llegamos al final de este año calendario, y cuando reflexiono sobre la obra de Dios a través de su Iglesia y de nuestras vidas, solo puedo expresar el más profundo aprecio por todo lo que él nos ha dado. Alabamos a Dios por su amorosa misericordia y gracia hacia nosotros. En este mundo oscurecido y asustado, Dios nos ha traído a la luz de su presencia y nos ha dado seguridad.
Todos somos producto de la predicación del evangelio del Reino de Dios, dado a nosotros de manera gratuita. La Palabra convincente de Dios y el Espíritu Santo son los que han hecho esto posible, pero no es gratis. Cuesta mucho dinero producir todas las cosas que la Iglesia de Dios Unida lleva a cabo. Hay escritores, pastores, presentadores de televisión, personal del Instituto Bíblico Ambassador, gastos de Internet y muchos, muchos otros gastos originados por nuestros esfuerzos colectivos.
En consecuencia, me dirijo a ustedes por un asunto que nos preocupa. Si bien hemos tenido un crecimiento constante pero moderado en los últimos años, en el informe de diciembre de la reunión del Consejo de Ancianos se reportó que los ingresos de la Iglesia para el año fiscal en curso están aproximadamente un 8% por debajo del presupuesto.
Hay una serie de posibles factores que pueden estar contribuyendo a la menor cantidad de donaciones recibidas, incluida la incertidumbre sobre los cambios introducidos en la legislación fiscal de EE. UU. para 2018 (incluidos los cambios que afectan las deducciones por contribuciones caritativas) y la corrección en curso del mercado de valores (que Reuters ha calificado como “el peor desempeño del mes de diciembre en 16 años” de las acciones en Estados Unidos).
Actualmente estamos desarrollando el presupuesto para el año fiscal 2019-2020, que será presentado al Consejo de Ancianos en febrero. Con la recesión actual en los ingresos, es vitalmente importante que pronostiquemos con precisión los ingresos futuros de la Iglesia para que podamos reducir nuestros programas de acuerdo a los ingresos que Dios proporcionará.
A mediados de enero evaluaremos nuestras finanzas y tomaremos decisiones acordes con el tamaño del presupuesto del próximo año. Nuestros ingresos proyectados determinarán qué tan agresivamente podremos continuar con el desarrollo de nuevos ministros y la predicación del mensaje del evangelio a través de Beyond Today, incluyendo otros proyectos de nuestro nuevo estudio de grabación de videos.
Con esto en mente, agradeceríamos sus oraciones para que podamos ver con claridad la tendencia de nuestros ingresos mientras preparamos un presupuesto adecuado. Me gustaría pedirles que se unan a mí en oración y ayuno ante nuestro grandioso Dios en un día de su elección, entre ahora y finales de diciembre. Por favor pídanle a Dios no solo que bendiga a la Iglesia de Dios Unida, una Asociación Internacional, sino también que nos muestre cómo podemos ser administradores más sabios de los ingresos y las bendiciones que nos ha otorgado.
La oración y el ayuno son herramientas que Dios nos da para humillarnos y buscar su presencia entre nosotros. Bíblicamente, la oración y los ayunos han sido proclamados por seguridad, arrepentimiento, luto, y antes de tomar una decisión importante. Nuevamente, estoy pidiendo que todos ayunemos y busquemos a Dios de manera colectiva y ferviente entre ahora y finales de diciembre. Al hacerlo, pidamos ayuda para examinarnos a nosotros mismos, nuestros corazones y nuestro compromiso con el Padre y con Jesucristo. Podemos pedir "indicadores" en nuestras vidas de las mejores formas de proceder, de la misma manera que buscamos indicadores financieros.
Nuestro equipo de presupuesto trabajará en conjunto para examinar cuidadosamente cada gasto, trabajo y actividad. ¿Hay algo que podamos hacer mejor, o de lo que podamos prescindir, y seguir haciendo la obra de Dios? Aquí en los Estados Unidos es importante que nos mantengamos financieramente sanos para poder ayudar al resto del mundo. Muchas de las áreas internacionales y las naciones en desarrollo, donde tenemos miles de hermanos fieles que confían en nosotros, requieren de una gran cantidad de subsidio financiero para hacer su trabajo.
No estoy demasiado preocupado, porque Dios conoce nuestras necesidades y tiene control sobre cualquier recurso que se necesite, y he visto su liberación una y otra vez en mi vida. Oremos para que aquellos que donan ocasionalmente se comprometan e involucren más plenamente en la obra, como lo han hecho ustedes. Oremos a fin de que nuestra situación económica provea los medios para lograr lo que se necesita hacer. Oremos para que todos examinemos nuestro propio compromiso espiritual y también financiero.
Que Dios bendiga a su Iglesia, como siempre lo ha hecho, para cumplir la comisión de Jesús y su promesa: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin” (Mateo 28:19-20).
Gracia y paz a todos ustedes de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
En servicio a ellos,
Victor Kubik
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Carta del Presidente: 18 de Diciembre de 2018 - Ayuno general
