Carta del Presidente: 17 de marzo de 2022

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Carta del Presidente

17 de marzo de 2022

Quisiera transmitirles las noticias que he recibido de Ucrania, pero primero, permítanme expresar un profundo agradecimiento personal. Desde el anuncio de nuestra próxima transición, mi esposa Beverly y yo hemos recibido cientos de tarjetas, cartas, correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas telefónicas de todo el mundo, además de notificaciones en las redes sociales, expresando su cálido aprecio y sus buenos deseos. Hemos recibido mensajes de un amplio espectro de personas, desde miembros individuales y familias hasta consejos nacionales y congregaciones de la IDU y muchos más. Ha sido para nosotros una gran lección de humildad y nos llena el corazón a Beverly y a mí.

Lamentablemente no podemos responder a cada uno, pero Beverly y yo ciertamente queremos decirles a todos cuán profundamente apreciamos sus alentadoras expresiones de apoyo y amor por nuestro servicio durante los últimos nueve años, y también por el tiempo que hemos pasado sirviendo activamente en el ministerio de Jesucristo.

Debemos agradecer a todos ustedes su compromiso, fe y servicio, y el invaluable privilegio de servirles, ya sea aquí en Estados Unidos, o en África, Europa, Asia, Sudamérica, Australia, India o en cualquier otro lugar. Conocemos el ejemplo del apóstol Pablo, que expresó varias veces su alabanza y gratitud por el cambio de vida de las personas a las que servía, especialmente al ver su conversión: “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora” (Filipenses 1:3-5, NVI, énfasis añadido en toda esta carta).

Los pensamientos de Pablo reflejan la alegría que tanto Beverly como yo sentimos al ver lo que Dios ha hecho con y por medio de ustedes como fieles discípulos de Jesucristo. Esto es lo que más recordaremos del tiempo que pasamos sirviendo juntos en el ministerio. Nos sentimos muy honrados y agradecemos a las numerosas personas de las comunidades en las que hemos servido, que quizá no formen parte de nuestra Iglesia, pero que aprecian lo que hemos hecho (incluida la amplia comunidad de las iglesias de Dios). A lo largo de los años, Beverly y yo hemos formado estrechos lazos con mucha gente buena, y he recibido notas amables de los líderes de nuestra comunidad de Ohio que aprecian a la Iglesia de Dios Unida y lo que representamos y hacemos, incluyendo nuestro programa de televisión Beyond Today y la revista del mismo nombre. Me sorprendí aún más este martes pasado por la mañana cuando asistí a mi Club de Rotarios local.

 Varios miembros me dijeron que ya habían visto y oído el aviso de la Iglesia sobre nosotros en las redes sociales. Me maravillé y alegré de ver el efecto positivo que la Iglesia de Dios Unida ha tenido en nuestra área local.

Ucrania

Pero ahora quiero volver a hablar de los espantosos y aterradores acontecimientos en Ucrania. Como muchos analistas de noticias han advertido de manera creciente, estos eventos podrían escalar peligrosamente a un nivel apocalíptico y llegar potencialmente a los Estados Unidos. Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 no se había producido una reflexión tan introspectiva sobre la viabilidad de la raza humana.

Como ya he escrito antes, el simbólico “Reloj del Juicio Final” mantenido desde 1947 por la junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos [de la Universidad de Chicago, Estados Unidos] está marcando figurativamente la medianoche, lo que representa el fin de la civilización. A través del tiempo el minutero ha retrocedido y avanzado simbólicamente, pero ahora se ha fijado en 100 segundos para la medianoche por tercer año consecutivo. El reloj, que cuenta metafóricamente el tiempo que falta para el fin del mundo, sigue detenido en el punto más cercano a la medianoche, y uno de los líderes del grupo advierte: “La constancia no es una buena noticia”.

Pero esta es solo una forma de ver el “fin del mundo” al que se refiere Mateo 24:3. Somos muy afortunados por comprender que, tras la medianoche apocalíptica, en el futuro entraremos en un mundo nuevo, el Reino de Dios, que hemos estado proclamando y para el cual nos hemos estado preparando durante toda nuestra vida. Jesús también profetiza: “Porque habrá una gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría, pero por causa de los elegidos se acortarán” (Mateo 24:21-22).

El mundo no perecerá en una bola de fuego nuclear, pero una gran tribulación (como la que está sufriendo ahora el pueblo ucraniano) vendrá primero sobre todo el mundo. Mientras la cifra de refugiados ucranianos ya ha aumentado a tres millones, estoy en contacto diario con personas en varias regiones de allí. La región más “segura” está en Transcarpacia, en el extremo occidental, pero los rusos han atacado las afueras de Lviv, cerca de la frontera con Polonia. En Transcarpacia estamos proporcionando recursos a las iglesias para que atiendan a los refugiados sin hogar que llegan desde el este.

Como se mencionó la semana pasada, uno de los líderes humanitarios entre ellos es Vlad Yurishko, que asistió a un semestre del Instituto Bíblico Ambassador en 2018. Las iglesias sabatistas de allí han transformado sus salas de reuniones en albergues temporales para los refugiados. Cuando uno sale de su casa con una pequeña maleta, nunca sabe si va a volver ni cuándo, ni con qué se va a encontrar. Me han dicho que solo las mujeres, los niños y los hombres mayores de 60 años pueden salir como refugiados.

 Se espera que los hombres defiendan su país. ¿Cómo serán tratadas las mujeres que se van? ¿Volverán a reunirse con sus maridos? Personalmente, esto es muy doloroso emocionalmente para mí. Gracias a todos los que han contribuido a este esfuerzo de ayuda a través de Lifenets.org. Nos sentimos honrados y agradecidos de ver tan amplio nivel de apoyo. Sigo en   contacto intermitente con la gente de Chernihiv, a 193 km al norte de Kyiv, cerca de la frontera rusa. En esta ciudad es donde hemos trabajado y ayudado a establecer el Centro de Rehabilitación para Niños Discapacitados.

 Me gustaría compartir partes de una carta del Dr. Vasyl Pasichnyk, quien fundó y dirige el Centro. “¡Queridos amigos Víctor y Beverly! Estamos escribiendo esta carta mientras se oyen explosiones ininterrumpidas tiempo fuera de la ventana (a una distancia de uno o dos kilómetros de nosotros). Desde el primer día de esta vergonzosa invasión de Ucrania, nuestra hermosa ciudad de Chernihiv ha sufrido ataques con misiles balísticos, misiles de crucero y ataques aéreos. El primer día, los edificios administrativos y las instalaciones militares fueron completamente destruidos o dañados. Los enemigos se acercaron a la ciudad, pero se encontraron con una formidable resistencia de nuestros defensores, por lo que los invasores se propusieron cambiar de táctica. En el segundo día, en la ciudad comenzaron los ataques aéreos masivos sobre objetos pacíficos: casas, escuelas y guarderías infantiles.

Todo esto no se puede considerar accidental, porque no hay instalaciones militares cerca. Nuestra ciudad está en llamas, y hay mucho humo. Desde ayer, las zonas residenciales (edificios altos y casas privadas) han sido bombardeadas con gran brutalidad. Muchos civiles murieron, pero algunos fueron rescatados. La casa de nuestra pediatra y jefa de departamento fue destruida. Afortunadamente, ella y sus dos hijas y cuatro nietos sobrevivieron en un refugio. ¡No entendemos cómo puede tener lugar tal crueldad y anarquía en el mundo civilizado moderno! ¡La hipocresía, las mentiras y el cinismo de Putin y su entorno no tienen límites! Hay 36 empleados que trabajan en el Centro. Uno murió en una explosión. Prestamos asistencia a 50 niños (la mayoría con trastornos psiconeurológicos) y a sus madres. Desde ayer, hemos estado acogiendo a bebés con sus madres.

Muchos edificios residenciales de la ciudad carecen de electricidad, gas y calefacción. “La gente está estresada, pero trabaja para ayudar a los niños y apoyarse mutuamente. Nos acordamos de su ayuda. Gracias a ustedes y a Dios, el Señor, por todo. ¡Creemos que Dios nos dará la oportunidad de vivir en esta Tierra y encontrarnos con ustedes en una Chernihiv pacífica y reconstruida! Con cariño, Vasyl y Natalya”.

Es el momento de gemir y clamar, como escribió Ezequiel sobre los males de su tiempo (Ezequiel 9:4). El mismo Jesús lloró por el futuro que les esperaba a Jerusalén y al mundo: “Cuando se acercaba a Jerusalén, vio la ciudad y lloró por ella. Dijo: ¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero esto ahora está oculto a tus ojos. Te sobrevendrán días en que tus enemigos levantarán un muro y te rodearán, y te encerrarán por todos lados. Te derribarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas . . .” (Lucas 19:41-44, NVI).

Oremos por el pueblo de Ucrania. Oremos por nuestros hermanos espirituales. Oremos fervientemente para que venga el Reino de Dios.

En servicio a Cristo,