También Yo
Seminarios Unida
Su primera etapa se tituló “También yo”, concepto inclusivo para invitar a la participación y colaboración del Cuerpo de Cristo en las actividades que la Iglesia gesta y administra para la edificación tanto individual como colectiva. El versículo utilizado en esta ocasión fue Proverbios 16:3: “Pon en manos del Señor todo lo que haces, para que tus planes se hagan realidad”.
Tuvimos la bendición de contar con el pastor de Chile y Argentina, el Sr. Saavedra y su esposa, así como el Sr. Marco Medina del mismo país. Además, viajaron hermanos provenientes de Acapulco, Monterrey, Chiapas y Tabasco.
Todo comenzó el sábado, cuando tuvimos una asistencia récord con 91 personas en los servicios. Estábamos un poco preocupados por el espacio, pero gracias a Dios todos nos acomodamos con buena disposición, juntos para alabar a nuestro Dios con cánticos y escuchar sus enseñanzas. Nuestro mini-coro y el teclado en vivo apoyaron las alabanzas dirigidas por el Sr. Moisés Cruz, quien fue nuestro maestro de ceremonias.
El mini-coro de apoyo, compuesto de los niños Alvarado, de Chiapas, hizo una presentación de música especial que realzó notoriamente este concurrido servicio. Cabe notar que ellos siempre han participado a distancia, pero deseaban de todo corazón hacerlo en vivo y en directo. Y así fue.
En la misma línea del lema, los mensajes del sábado fueron entregados en primera instancia por el Sr. Saavedra con su medio sermón titulado “La importancia de la colaboración”, y el segundo mensaje por el Sr. García, titulado “Los cuatro compromisos”. Durante el segundo mensaje, los diez niños presentes se trasladaron a una sala contigua para participar en una escuelita sabática, dirigida por Sara Rosales de Cruz. La lección se enfocó en uno de los frutos del Espíritu Santo: la fe. Los niños estuvieron atentos a las indicaciones y muy alegres de estar juntos aprendiendo la Palabra de Dios.
Después de este festín espiritual iniciamos el físico, con abundante y deliciosa comida en la que todos los hermanos colaboraron. Grandes y pequeños disfrutaron los talentos culinarios de los hermanos locales y también de Acapulco, Chiapas y Tabasco, que trajeron desde lejos su amor para compartir con todos. ¡Qué gran gesto de cariño y esfuerzo! Luego de la comida, nos preparamos para llevar a cabo el Club de Oratoria y el Club de Damas. Para ellas se preparó café y bebidas no alcohólicas, bocaditos de pollo y hojuelas fritas de papas y camote, a corta distancia de la oficina. Allí pudieron hacer sus actividades, las que contemplaron exposiciones y reflexiones del compromiso en sus vidas, con ejemplos como Loida y Eunice, quienes tuvieron el cometido de enseñarle la Biblia a Timoteo, a pesar de que su padre no era convertido.
Las más de 30 damas y señoritas también disfrutaron de actividades lúdicas dentro y afuera del café, las que buscaron visualizar sus compromisos y, como mujeres cristianas, hacer el esfuerzo para encontrar el balance entre lo físico y lo espiritual.
De manera simultánea se desarrolló el Club de Oratoria en el salón principal, en su clásico formato híbrido, contando con varios miembros que nunca habían participado de manera presencial. Una sesión emocionante, con la participación de todos en la “Lectura expresiva”, un ejercicio en voz alta para poner lo mejor de cada uno con las herramientas que se aprenden en el Club.
Destacamos la participación del joven Christian Cueto, que fue nuestro maestro de ceremonia, y la conferencia final, que fue impartida por el Sr. Marco Medina. También tuvimos la exposición de cinco discursos, los que fueron evaluados con el cariño y el amor que fomentamos como compañeros de este grupo de varones, quienes buscamos siempre mejorar como líderes en la Iglesia, bajo la Cabeza, que es Cristo. Fue una sesión exitosa, con más de 30 participantes presenciales y diez conectados de Guatemala, Perú y Chile. Al cierre del día tuvimos un tiempo de convivencia con conversaciones, bocados y partidos de tenis de mesa. Luego nuestros visitantes acudieron a casas de los hermanos, que amablemente tendieron la mano para descansar y recuperar energías, ya que nos esperaba un domingo muy movido.
El itinerario del domingo contempló cinco exposiciones, las cuales se titularon: “Dios comienza con tu historia” (Saavedra), “Cómo participar con propósito” (Cruz), “Sí se puede, sí se puede, sí se puede” (Medina), “Mi propósito IDUAI” (Delgado) e “Ignición” (García). El maestro de ceremonias fue el joven Jair Ventura, quien con su característica alegría y jovialidad encauzó cada una de las instrucciones de la jornada. Más de 60 personas estuvieron atentas a cada una de las charlas, las que fueron muy bien encaminadas, complementándose unas con otras e incluyendo a Dios por sobre todas las cosas.
Por demanda de los expositores, se tuvo una constante participación de parte de la audiencia, respondiendo preguntas, haciendo ejercicios de dibujo, repitiendo frases llenas de energía, comprometiéndose unos con otros, y saludando con alegría en una foto grupal al final del día.
Gracias a Dios, este evento resultó un verdadero éxito. Y gracias a todos los que colaboraron en cada uno de los aspectos que contempló este seminario.
Esperamos con ansias la segunda parte, que se realizará en febrero del próximo año. EC