Por segunda vez (la primera fue en 2003), los hermanos de Perú y Bolivia nos reunimos en la ciudad de La Paz a fin de  celebrar la Fiesta de Tabernáculos y el Último Gran Día. En esta oportunidad se unieron además miembros de El Salvador, Guatemala y Chile.

Los hermanos bolivianos y visitantes extranjeros compartieron su felicidad y entusiasmo durante los días de la Fiesta, haciendo de esta celebración una hermosa oportunidad para compartir y conocernos un poco más.

Dentro de las tareas de apoyo asumidas durante los nueve días, puedo mencionar que Walter Rubén Ortiz y su esposa  Magdalena, de El Salvador, nos ayudaron tanto en el soporte técnico como en el alimentario. Gracias a ello pudimos transmitir todos los servicios de la Fiesta y también tener contacto permanente con los hermanos peruanos que no pudieron asistir a la Fiesta en Bolivia, pero que siguieron todos los mensajes desde La Paz. Asimismo, Oscar Quemé, de Guatemala, nos colaboró con la dirección de himnos y sermones, y su esposa Marta fue también de gran ayuda.

Los servicios se llevaron a cabo todos los días de acuerdo al programa, con ligeros cambios a fin de optimizar las actividades de la Fiesta y los momentos de esparcimiento. Seguimos con mucha atención el mensaje de apertura y el sermón principal de nuestro presidente, el Sr. Rick Shabi. Por las tardes tuvimos tres estudios bíblicos, apropiados para esta ocasión.

Este año no tuvimos bautismos, porque las personas que estaban preparadas no pudieron asistir a la Fiesta en Bolivia. Sin embargo, hemos comprometido nuestra asistencia a Lima antes de la próxima Pascua, para bautizar a la Sra. Maribel Tinoco Valerio y a su esposo, el Sr. Edgar Rolando Quispe.

En los momentos de esparcimiento aprovechamos de conocer la ciudad de La Paz. Disfrutamos un paseo en un bus de turismo que nos dejó gratos recuerdos, y otra tarde dimos un largo paseo aéreo por las líneas del teleférico que cruza de norte a sur toda la ciudad. Los hermanos quedaron encantados con este singular paseo de altura que ofrece la ciudad.

La Fiesta contó con la presencia de 21 hermanos en La Paz, cinco en Cochabamba y nueve en Lima, 35 personas en total.  Esperamos que el próximo año, con el favor de Dios, podamos celebrar todos juntos la Fiesta 2025.

Todos retornaron a sus respectivos países sin problemas, con las baterías espirituales recargadas y muy agradecidos de nuestro Padre por habernos dado la oportunidad de conocernos más y de mejorar nuestro conocimiento espiritual en relación al plan maestro de salvación que creó para que podamos ser su familia para siempre.