#149 - 2 Crónicas 26: Babilonia, misterio religioso; Adoración de santos

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#149 - 2 Crónicas 26

Babilonia, misterio religioso; Adoración de santos

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#149 - 2 Crónicas 26: Babilonia, misterio religioso; Adoración de santos

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Dice Keller: "Viniendo de Palestina, los judíos deportados sólo conocían calles estrechas y tortuosas, es decir, sólo callejuelas en sus ciudades, sin exceptuar la magnífica Jerusalén. En cambio, en Babilonia pudieron admirar calles amplias tiradas a cordel, en forma de grandes avenidas. Cada una de ellas llevaba el nombre de uno de los dioses del panteón babilónico... Babilonia no era solamente la metrópolis del comercio, sino también la del culto, como se desprende de una inscripción babilónica: "En conjunto hay en Babilonia 53 templos erigidos a los grandes dioses, 53 capillas de Marduk, 900 capillas para los dioses de la tierra y del cielo, 180 altares para la diosa Istar, 180 para los dioses Nergal y Adad y 12 otros altares para los diversos dioses. Tal diversidad de dioses con sus cultos y sus ritos propios, que llegaban hasta la prostitución pública, debieron de imprimir a la ciudad el sello que hoy día nos ofrece un gran mercado.

"Los judíos exiliados conservaron vivas en su memoria las abominables tentaciones y seducciones que en Babilonia eran cosa de todos los días. A través de los siglos, hasta la época de Jesucristo, la magnífica metrópoli fue para ellos "la gran Babilonia... la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra (Apocalipsis 17:5). Veremos por qué: "La costumbre más infame de los babilonios es ésta", dice Heródoto, "toda mujer del país tiene que ir al templo de Afrodita y prostituirse una vez en su vida con un desconocido... ninguna mujer puede desechar al que la escoge y al sacarla del templo, echa el dinero en el cofre del templo y dice: "Invoco en favor tuyo a la diosa Milita", luego fornican juntos... Las bellas y agraciadas salen pronto de allí; pero las que no tienen atractivos permanecen en el templo durante largo tiempo sin poder cumplir la ley; las hay que tienen que esperar incluso tres o cuatro años… se ataviaban hermosamente para atraer a los hombres" (p. 302). En otras palabras, Babilonia tenía la costumbre de hacer de cada mujer normal una ramera, y esto la manchaba moralmente.

Al igual, Satanás seduce a la humanidad haciendo que todos sigan sus falsas enseñanzas que parecen ser "lo normal" – uno se "prostituye", acepta el "vino" de las creencias falsas y luego es libre para seguir su forma de vida sin mayores problemas en la sociedad. Dice la Biblia: "Y él (Dios) os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestro delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia" (Efesios 2:2). Antes de conocer la Verdad, todos fuimos engañados y éramos parte del sistema falso, ahora estamos arrepentidos. 

Por lo tanto, el pueblo de Dios sintió gran amargura al llegar a la pagana Babilonia, la sede de las creencias falsas de las religiones mundiales y el polo opuesto espiritual de su querida Jerusalén, la sede de la verdadera religión. Se lamentaron profundamente como atestigua el Salmo 137:1 "Junto a los ríos de Babilonia, allí… llorábamos acordándonos de Sión". Como hemos mencionado, debido a la intervención de Dios, la cultura más refinada de los babilonios y el hecho de que ellos también habían sufrido la crueldad bajo el dominio asirio, el pueblo de Dios pudo soportar sin muchos rigores su permanencia en Babilonia. No obstante, Dios les advirtió por medio de sus profetas que no debían tolerar por un momento las falsas creencias babilónicas. Les dijo: "Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza del Eterno; le dará su pago. Copa de oro fue Babilonia en la mano del Eterno, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones (el vino significa las creencias falsas que entontecen las religiones del hombre) ... Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira del Eterno… Por tanto, he aquí vienen días en que yo destruiré los ídolos de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella" (Jeremías 51:6-7, Jeremías 51:45-47). Abajo aparece una medalla acuñada por el Vaticano en 1825 donde simbolizan, sin saberlo, a la mujer en Apocalipsis 17 que ofrece su copa de creencias al mundo.

 "Sentada sobre el Universo"

Para Dios, Babilonia es un terrible recuerdo del pecado de la humanidad desde el inicio hasta la actualidad. Como fue en el área de Babilonia donde se considera que estuvo el Huerto del Edén, viene a la memoria el primer engaño de Satanás sobre la humanidad. También es el centro de la corrupción humana que trajo el Diluvio, y para colmo de males, es donde se levantó la impía Torre de Babel que desafió el gobierno de Dios y siguió como símbolo de Babilonia. Es entonces fácil entender por qué representa el falso sistema religioso en el mundo que sustituyó al verdadero Camino de Dios. Dice la Biblia: "Satanás, el cual engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). Así, desde el comienzo, Babilonia ha estado en el centro de las apostasías contra Dios. Como menciona Halley: "Babilonia… fue la ciudad maravilla del mundo antiguo. Situada en la cuna de la raza humana, cerca de la región del huerto de Edén y construida alrededor de la Torre de Babel, fue la primera sede del imperio..." (p. 300).

De acuerdo a Génesis 10:9-10, Babilonia fue fundada por Nimrod, que, según la Enciclopedia Judía, "fue quien hizo a las gentes rebelarse en contra de Dios" (Woodrow, "Babilonia, Misterio Religioso" p. 12). Es importante entender que, para Dios, Babilonia simboliza la rebelión humana contra su Reino y su Verdad que durará hasta la Segunda Venida de Cristo. Las Escrituras revelan que Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la Tierra estará engañando a la humanidad enceguecida hasta que Cristo la destruya. Esto no tiene que ver con la antigua ciudad, que ha sido deshabitada por más de 2000 años, sino con un falso sistema religioso. Es fácil identificar a la mujer de Apocalipsis 17 con una religión falsa, pues en Apocalipsis 19:20, el que acompaña a la bestia es un líder religioso fraudulento llamado el falso profeta. Está sobre un sistema velado en misterios paganos que falsifica a la verdadera religión y tiene muchas similitudes, es muy popular y casi nadie ve la perversidad que hay adentro – se ve como una mujer elegante e inofensiva por fuera, tal como las veían en el templo babilónico, pero estaban para fornicar con uno y pecar contra Dios. Satanás conoce íntimamente las verdades de Dios y ha sido tan astuto que la gran mayoría de la humanidad no se ha dado cuenta de la mezcla fatal que tienen sus creencias. Pero, al igual que ese sistema babilónico engañó a la humanidad antes, también lo ha hecho en el mundo moderno.

Dice Edward Carpenter en su libro, "Los Credos Cristianos y Paganos": "La similitud entre las creencias paganas y las cristianas es tan grande que provocaron la ira de los primeros escritores cristianos... al no saber cómo explicarlo, usaron la idea de que el diablo estaba detrás de ello… Tertuliano, uno de los "padres" eclesiásticos que vivió entre los años 160 y 220 d. C. dijo: "El diablo, por los misterios de sus ídolos, ha imitado hasta las partes principales de los misterios divinos (del cristianismo)". Carpenter continúa: "La iglesia cristiana se mantiene lejos de las discusiones sobre las similitudes con el paganismo, al decir que la iglesia representa una revelación pura y divina al punto de que son pocas las personas hoy día que se dan cuenta de que muchas de las creencias surgieron de las mismas raíces que el paganismo y que comparten muchas de las mismas doctrinas y ritos" (pgs. 11-12, 25).

Que Babilonia fue la fuente de la civilización humana, el historiador Jean Bottero dice: "La historia comienza en Sumer (zona de Babilonia) hacia el año 3500 a.C ... se trata de la primera civilización del mundo, y no de una simple cultura… esto significa la perfección y la complejidad de una organización social y política; el establecimiento de ciudades y estados; la creación de instituciones, de deberes y derechos; la producción organizada de alimentos, vestidos y herramientas; la ordenación del comercio; la aparición de formas superiores y monumentales del arte; los comienzos del espíritu científico y finalmente en el lugar principal, el invento prodigioso de un sistema de escritura que permitía fijar y propagar el saber. Pues bien, todo esto fue creado e instaurado por los sumerios… Las otras dos civilizaciones entre las más antiguas conocidas, la egipcia y la india, parecen ser por lo que se desprende de los últimos trabajos arqueológicos, posteriores en varios siglos a la civilización sumeria… La civilización de la China no se remonta más que a los principios del segundo o al extremo final del tercer milenio; las civilizaciones andinas y Mesoamérica no son anteriores a la mitad del primer milenio antes de nuestra era. Y todas las demás civilizaciones históricas conocidas dependen en más o menos de aquellas” (Kramer, "La Historia Comienza en Sumer" pgs. 17-19).

Woodrow señala: "Este sistema de idolatría se esparció de Babilonia (capital de la antigua Sumer) a las naciones, pues fue de este sitio de donde fueron los hombres dispersados sobre la faz de la tierra (Génesis 11:9). Como salían de Babilonia, llevaban consigo su idolatría babilónica y sus símbolos misteriosos. Por lo cual, hasta hoy en día encontramos evidencias de esta religión de Babilonia, ya sea de una o de otra forma, ¡en todas las religiones falsas de la tierra! En verdad, Babilonia fue la madre – la precursora – de las falsas religiones e idolatrías que se desparramaron por toda la tierra. Como lo dicen las Escrituras, "porque todas las naciones han bebido del vino de su fornicación" (Apocalipsis 18:13). 

"Además de la prueba escrita de que Babilonia fue la madre, el nido de religiones paganas, también tenemos el testimonio de conocidos historiadores; por ejemplo, Heródoto, el viajero mundial e historiador de la antigüedad. El presenció la religión-misterio y sus ritos en numerosos países y menciona cómo Babilonia fue el nido original del cual todo sistema de idolatría proviene… Cuando Roma se convirtió en un imperio mundial es un hecho conocido que ella asimiló dentro de su sistema a dioses y religiones de todos los países paganos sobre los cuales reinaba. Como Babilonia era el origen del paganismo de estos países, podemos ver cómo la nueva religión de la Roma pagana no era más que la idolatría babilónica que se desarrolló de varias formas y bajo diferentes nombres en las naciones a las que fue.

"Teniendo todo en cuenta, notamos que fue durante el tiempo del dominio de Roma que el verdadero Salvador, Jesucristo, nació, vivió entre los hombres, murió y resucitó de entre los muertos. Entonces ascendió al cielo, envió al Espíritu Santo y la Iglesia del Nuevo Testamento fue establecida en la tierra. ¡Y qué gloriosos días fueron esos! Basta sólo con leer el libro de los Hechos para ver cuánto bendijo Dios a su pueblo en esos días. Multitudes se añadían a la Iglesia, la verdadera Iglesia… que estaba ungida por el Espíritu Santo y barría a la idolatría como el fuego en la pradera... Hizo que temblaran y temieran los tiranos y reyes. ¡Se decía de aquellos cristianos que habían volteado al mundo de arriba para abajo!

"No habían pasado muchos años cuando comenzaron a proclamarse algunos hombres como "señores" sobre el pueblo de Dios, tomando el sitio del Espíritu Santo; en vez de conquistar por medios espirituales y verdaderos – como lo habían hecho en los primeros días, estos empezaron a sustituir la verdad e implantar sus propias ideas y métodos. Se comenzaron a hacer intentos por unir el paganismo con la cristiandad, inclusive en los días cuando el Nuevo Testamento era escrito, porque Pablo menciona que"...el misterio de iniquidad ya está obrando" (2 Tesalonicenses 2:7). Él nos previene que ha de venir una "apostasía" y que muchos "apostatarán" de la fe, escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios (creencias satánicas)" (2 Timoteo 4:1). ¡Estas son las doctrinas falsas de los paganos! Para el tiempo en que Judas escribió la epístola que lleva su nombre, le fue necesario amonestar al pueblo a que "luchen tenazmente por la fe que ha sido una vez dada a los santos, porque algunos hombres se habían metido disimuladamente y estaban tratando de cambiar la verdad que había sido dada por Cristo y los apóstoles, por falsedades (Judas 1:3-4).

"El cristianismo se encontró frente a frente con el paganismo de Babilonia establecido en diversas formas en el Imperio Romano. Aquellos cristianos rehusaron tener algo que ver con esas costumbres y creencias. Como resultado de esto, sufrieron muchas persecuciones. Demasiados cristianos fueron acusados falsamente, arrojados a los leones, quemados en estacas y torturados en muchas otras formas. Pero después, comenzaron grandes cambios a sucederse. El emperador de Roma profesó haberse convertido. Se dieron órdenes imperiales por toda Roma para que las persecuciones cesaran. Se dieron grandes honores a los obispos. La Iglesia Romana comenzó a recibir aceptación y poder. ¡Pero se tenía que pagar un alto precio por todo esto!

"Se hicieron muchas concesiones al paganismo. En vez de que se separara la "iglesia" del mundo, ésta se hizo parte de él. El emperador, mostrando favoritismo, demandó un sitio de preeminencia en la iglesia, puesto que en el paganismo los emperadores eran considerados como dioses. De ahí en adelante, comenzaron a surgir mezclas de paganismo con cristiandad, como lo saben todos los historiadores. Tan alarmante como pueda parecer, el mismo paganismo que se originó en Babilonia y se había ya esparcido por las naciones, fue simplemente mezclado con el cristianismo – especialmente en Roma... No es nuestra intención tratar de ridiculizar a nadie con cuyas creencias no estamos de acuerdo. Al contrario, es nuestro deseo sincero que (esta información) sea un llamado a toda persona que tiene una fe genuina, no importa su afiliación religiosa, para que abandonen las doctrinas babilónicas, ¡y regresen a la Biblia y a la fe que una vez fue dada a los santos!" (Woodrow, "Babilonia, Misterio Religioso" pgs. 14-17).

Veremos a continuación las creencias principales de Babilonia que se esparcieron por el mundo y que están con nosotros, no sólo en los cultos paganos, sino en el cristianismo tradicional. Son 6 y cubriremos las primeras en este estudio:

  1. Sistema de idolatría, o estatuas en honor a dioses 
  2. Concepto de Salvadores de la Humanidad
  3. Concepto de la inmortalidad del alma
  4. Fiestas paganas
  5. Concepto del cielo y el infierno
  6. Sacerdotes, monjas y monjes

El sistema de idolatría: Estatuas en honor a dioses

Sabemos que, desde el principio en el Huerto del Edén, el hombre tenía acceso directo a Dios. No debía hacer una imagen del Dios verdadero o de dioses falsos. Fue lo que Dios le reveló primero a Abraham: "Así dice el Eterno, Dios de Israel: "Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río (Eufrates), esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños" (Josué 24:2). La primera gran verdad que Dios le entregó a su pueblo era el conocerlo "en espíritu y en verdad" (Juan 4:24) y no hacerle imágenes, que está incluido en los primeros Dos Mandamientos.  "No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo (donde mora Dios), ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás" (Éxodo 20:3-4).

Fue en Babilonia, como cuna de la primera civilización luego del Diluvio, llamada Sumeria, donde surgió la adoración mediante las imágenes, y ¡de qué forma! Para cuando llegaron los judíos a Babilonia, según los estudiosos, ¡ya tenían más de 2500 dioses con sus ídolos! Dice la historiadora Eisele: "Ninguna de las religiones conocidas, seguramente, puede ofrecer un surtido tan amplio de divinidades como la asirio-babilonia… Ya el más antiguo de los llamados "catálogo de los dioses" que ha llegado de Shuruppak, tiene 500 nombres de divinidades, y sabemos que la más completa de estas listas tendría 2500 nombres... Al igual que los griegos, los babilonios imaginaban como totalmente "humana" la existencia de sus dioses inmortales; sujetos a pasiones y defectos... Ellos conocían la envidia, los celos, el gusto por la pelea, amaban el vino, las mujeres (o los hombres) y el canto y agradecían buenas comodidades para la noche, así como la higiene matutina. 

"Por consiguiente, los sacerdotes (como se hace hoy día) tenían que lavarlas y untarlas (hoy día las retocan con pintura o yeso) y por la noche despojarlas de los paños que las recubrían durante el día (para protegerlas del polvo). Estos rasgos humanos, sin embargo, eran siempre de proporciones bien superiores a las del hombre. Los dioses eran siempre más grandes, más hermosos, más capaces, más tenaces y más fuertes; pero también más ansiosos de venganza, más despiadados, más temibles que el hombre. Y la estatua que representaba este dios, lo hacía más visible, más presente… El rey de Mitanni, Tushratta, envió a su amigo el faraón, muy enfermo, la estatua de Istar, la curadora, desde Nínive hasta Egipto. Lourdes, Fátima, y todos los demás lugares de veneración de las muchas vírgenes, en la actualidad asumen las mismas funciones, con sus estatuas de la Madre divina, las fuentes de agua milagrosa o los árboles consagrados al Señor (árbol de Navidad) ... Muchas figuritas de arcilla y de madera, los "dioses de la casa"... pasaban de padre a hijo como una herencia… En la vida cotidiana el babilonio se dirigía con mucha frecuencia a las divinidades protectoras de la familia como "mediadores". Cada uno tenía una enorme necesidad de un "dios de confianza personal" porque con el impresionante número de tabúes, reglas, pecados, que un hombre cualquiera encontraba a cada paso en su camino, tenía que sentirse literalmente en perpetua culpa, y estaba siempre obligado, por tanto, a pedir perdón o a pagar por un agravio. Si no realizaba el debido sacrificio o recitaba la oración prescrita, la consecuencia sería una enfermedad, una desgracia o incluso la muerte como justo castigo del dios". La organización de las divinidades correspondía exactamente a la de un estado sumerio terrenal. A la cabeza de todos estaba el dios supremo, correspondiente al rey… en los tiempos de Nabucodonosor… elevó a Marduk a la divinidad suprema. Se convirtió entonces en el creador del mundo, él fue el Bueno y el Sabio – precisamente el dios – mientras que los demás no eran más que representaciones de esta única figura divina, que se erguía por encima de todas las otras. ("Babilonia" pgs. 194-199).

Ahora bien, la importancia de todo esto es que se formaron "santos" de estos mediadores. Woodrow explica: "Las Escrituras están contra la idea de que los vivos pueden ser favorecidos o beneficiados por oraciones a los muertos, o a través de ellos. Tal enseñanza es completamente ajena a la Biblia. Entonces, ¿cómo entraron estas ideas? De nuevo debemos mirar a la "madre" de las religiones falsas – Babilonia. Allí, desde épocas pasadas, encontramos que las gentes oraban a muchos dioses y les daban honra. De manera que el sistema babilonio se desarrolló hasta que tuvo miles de dioses y diosas. En la misma forma en que la iglesia romana cree en los "santos", los babilonios creían que sus dioses y diosas habían sido una vez héroes vivientes en la tierra, y después de muertos, habían pasado a un plano más elevado. Cada día y cada mes estaban protegidos por una divinidad particular. Algunos de ellos estaban asociados con temporadas, otros con ciertos eventos de la vida y aun otros con varios oficios. Desde Babilonia se diseminó el culto a estos "dioses" por las naciones. Los budistas de China, por citar un ejemplo, tienen su "culto a varias divinidades, como el de la diosa de los marineros, el dios de la guerra, los dioses de varias vecindades u ocupaciones”.

"Cuando Roma conquistó el mundo, este sistema de dioses y diosas infiltró la religión pagana de Roma... Así, las ideas babilónicas de los dioses y las diosas, asociados con diferentes días y eventos de la vida, se establecieron en la Roma pagana. Más tarde, cuando vino la apostasía, esta misma práctica entró en la iglesia de Roma. Como los nuevos creyentes del paganismo se resistían a abandonar la vieja costumbre de orar a diversos "dioses", de no ser que encontraran algo similar en la cristiandad, esos dioses y diosas simplemente recibían un nombre nuevo y se les llama "santos". Exactamente igual como en el culto pagano estos cristianos fieles fallecidos eran asociados con varias ocupaciones, cada cual con su día especial. De este modo, la antigua creencia pagana continuó hasta hoy día.  Brighit, por ejemplo, era diosa de la poesía y los herreros... y se convirtió en "santa" Brígida; Dionisio se volvió en "San" Dionisio y la diosa Victoria de los Alpes en "santa" Victoria. Este método de sustituir "santos" en cambio de "dioses" paganos, se hizo tan popular, que para el año 1.000 d.C., habían sido canonizados 25.000 "santos". Y así, a través del Imperio romano, el paganismo murió sólo para renacer de nuevo. Templos y capillas fueron cambiados de nombre y su culto continuó – pasando ahora de dioses a santos cristianos. Al mezclar todo este paganismo con un tipo de cristianismo, no solamente continuó la devoción a los viejos ídolos, sino también la costumbre de construir y venerar imágenes. Abajo tenemos algunos nombres y el empleo de estos "santos":

"El uso de los ídolos, no importa el nombre que se les dé, es babilónico; porque como lo menciona Herodoto, Babilonia fue la cuna de la cual todo sistema de idolatría se desparramó entre las naciones, a pesar de que Dios repetidamente ha advertido a su pueblo no seguir la práctica de usar ídolos en sus cultos. Claramente, las Escrituras están contra el uso de los ídolos e imágenes en el culto de la iglesia. La iglesia del principio, la verdadera Iglesia, nunca los usó. Pero cuando vino la "apostasía" y se mezclaron el paganismo y la cristiandad, se hizo un uso completo y libre de los viejos ídolos paganos los cuales heredó la otra iglesia. Los líderes apóstatas sintieron que como alguna de estas estatuas eran tan valiosas, algunas estaban cubiertas de oro y plata, deberían ser rededicadas y continuar usándolas. Pero ¿qué dice Dios acerca de este razonamiento? "Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego, no codiciarás plata ni oro de sobre ellas para tomarlo para ti, porque no tropieces en ello, pues es abominable al Eterno tu Dios (Deuteronomio 7:25).

"Es extraño que algunas religiones condenen el uso de las estatuas y, sin embargo, ¡hagan uso pleno de pinturas de las mismas! ¿Pero cuál es la diferencia? La estatua es tridimensional mientras que la pintura es una superficie plana. Pero ninguna fue usada por los apóstoles o la Iglesia del Nuevo Testamento. No fue sino hasta el siglo V que las pinturas de María, Cristo y los "santos" comenzaron a hacerse y a usarse como objeto de adoración. Y así como los paganos ponían un redondel o aureola sobre las cabezas de sus dioses, de igual manera comenzaron a hacerlo en Roma" (pgs. 50-56). Se puede notar en el encabezado una imagen de Buda de los chinos y la imagen de "algún santo" occidental.

Esta adoración hacia los santos no se adoptó sin mucha oposición. Hasta los primeros escritores de la iglesia Romana se opusieron al hecho y lo denunciaron. Clemente de Alejandría (200 d.C.) escribió: "Es una necedad extrema rogar como dioses a aquellos que no son dioses, pues hay un solo buen Dios; nosotros y los ángeles suplicamos únicamente a Él...Toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que materia vil y profana; y por eso Dios, para quitar de raíz la idolatría, ha prohibido en su culto cualquier  imagen...y es por eso que nosotros los cristianos no tenemos ninguna de aquellas representaciones materiales" (Vila, "A las fuentes del Cristianismo" p. 85). El mismo "San" Agustín, uno de los padres de la Iglesia Romana se opuso a las imágenes, dijo: "Que no sea nuestra religión el culto de las obras hechas por mano de hombre… Que no sea nuestra religión el culto de los difuntos… por lo tanto, tenemos que rendirles honor imitandolos, y no rindiéndoles culto religioso" (Ídem, p. 87). En el siguiente estudio seguiremos rastreando las falsas creencias que proceden de Babilonia.