#101 - Jueces 10-11: "Estudio sobre los filisteos, Jefté"

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#101 - Jueces 10-11

"Estudio sobre los filisteos, Jefté"

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Según la arqueología, ha habido seis grandes centros de civilizaciones, aunque no se han puesto de acuerdo si salieron de un lugar o se desarrollaron independientemente. La Biblia apoya la idea de haber salido de un centro principal desde el huerto del Edén en Mesopotamia y la arqueología la nombra como la más antigua de todas. Es posible que se esparcieron por el mundo, y con el Diluvio desaparecieron estos centros, para reaparecer unos siglos más tarde o bien por primera vez.

En un recuadro de la revista "U.S News y World Report", de abril 2, 1990, se ve que la civilización más antigua es reconocida por los estudiosos como la mesopotámica. De allí las culturas se separan hasta el Diluvio y vuelven a esparcirse cuando Dios confunde los idiomas en el incidente de la torre de Babel. En este mismo artículo, el famoso explorador y científico Thor Heyerdahl menciona evidencias de que hubo una gran catástrofe geológica alrededor del año 3000 a.C. relacionada con el Diluvio y que existen grandes similitudes entre las civilizaciones que emergen en Mesopotamia, el valle de la India y Egipto. Luego, encuentra estos mismos parecidos con las civilizaciones andinas y luego centroamericanas. Cita 53 similitudes entre estos pueblos, desde la edificación de pirámides, los jeroglifos, la momificación y la circuncisión.

Por eso, el arqueólogo británico de mayor renombre, Glyn Daniel, de la Universidad de Cambridge, dijo: "Noten bien mis palabras, habrá un cambio en el péndulo. La teoría de la llegada de egipcios a América volverá a ser la predilecta, sin importar lo que puedan decir los demás (sobre las teorías sobre el puente terrestre de Bering)" Algunos historiadores, como R. A. Jairazbhoy, están convencidos de que una afluencia de inmigrantes egipcios, negros, judíos y chinos fueron, todos juntos, responsables de la civilización olmeca, en México en 1.200 A.C. Los fenicios, según las interpretaciones de los textos de Platón y Diódoro, comerciaban con América alrededor del año 1000 a.C… La idea de que cazadores caminando pesadamente con cerámica que no se ha roto a través de 3200 kilómetros de costa ártica (por el Estrecho Bering) todavía es una de las favoritas de los arqueólogos aunque está bajo muchos ataques. Las pruebas de las travesías del Mediterráneo y América Central son tantas que ya no pueden negarse. Es un hecho que Hernán Cortés, cuando desembarcó en México en 1519, no dudaba que alguien lo había precedido mucho tiempo antes. Fue bien recibido en la corte del emperador azteca Moctezuma, y le dijeron los sacerdotes que era la reencarnación del rubio y barbado dios Quetzalcóatl, que mucho tiempo atrás había traído civilización de "donde nace el Sol" (al este, o sea Europa), y se había ido después prometiendo regresar. ¿Por qué deberían unos hombres de piel oscura y sin barbas rendir culto a una deidad rubia y barbada, a menos que algo parecido hubiera sido en algún tiempo el centro viviente de su vida religiosa?" ("Atlas Mundial de los Misterios”  Hitching, Francis, p. 122).  

Además, Thor Hayerdahl relata: "La leyenda antes de los Incas cuenta de un hombre blanco, con barba llamado Kon Tiki Viracocha o el dios sol que vino del norte y les enseñó a los Incas las leyes de la civilización a los Incas y luego parte es una admisión de la influencia de extranjeros en su cultura" (Op. Cit. p.60).

Noten que la Cultura Centroamericana se establece en 1200 A.C., al mismo tiempo que "la Gente del Mar" invaden las costas orientales del Mar Mediterráneo. El primer director del Área Hispana de la Iglesia, el Dr. Benjamin Rea, postuló en su tesis doctoral que una gran parte de la cultura indígena de América Central vino de los pueblos del Mar Egeo Y descienden del hijo menor de Jafet, llamado Tiras (Gn 10:2). Cita pruebas como el color rojo de la piel de estos habitantes, llamados tracios y luego pictos en Inglaterra. Practicaban el tatuaje como los indígenas, edificaban monumentos y viviendas muy parecidas a los de Mesoamérica. Son las mismas similitudes que encontró Thor Hayerdahl.

Sobre este punto, la Enciclopedia Británica menciona: "El nombre Tracios, por ser usado a la vez étnica y geográficamente, nos ha conducido a la confusión. Hubo tracios indígenas y también tribus celtas, tales como los getas. Los indígenas eran los tracios pielrojas de los escritores griegos, y se diferenciaban no solamente en complexión, sino también en costumbres y religión, de los tracios nativos….practicaban el tatuaje” (Edición 1946). "De modo que los tracios indígenas eran pieles rojas. Así podemos ver fácilmente que los habitantes de la comarca del Mar Egeo eran los descendientes de Tiras y que por sus características son los progenitores de muchos de los indígenas de las Américas. En general, los indígenas de los dos continentes son iguales en su aspecto físico". Respecto al aspecto de los indígenas, "los antropólogos opinan que América fue poblada por elementos mongoloides, (gran parte de la tribu de Jafet es oriental) aunque entre ellos se perciben también rasgos de otras características… algunos de carácter caucasoide" (Historia de México, p. 42).  

Continua el Dr. Rea en su artículo, "EL ORIGEN DE LOS AMERINDIOS": "En los alrededores de Troya (parte de este pueblo del Mar) al otro lado del Mar Egeo, se halla un gran número de montículos que ligan a los primeros pobladores de aquella región con los “nativos” americanos… Otra prueba que nos da amplia evidencia es la similitud de los nombres de las tribus indígenas que habitaban en los bordes de Mar Egeo (la Gente de Mar) con los de las islas que se sitúan en dicho mar. ¡Muchas de éstas llevan todavía los nombres de las tribus indígenas!"  

Correspondencia de Tribus

Ahora bien, hay un gran parecido entre los filisteos y los pueblos indígenas como se puede ver en murales egipcios alrededor del año 1200 a.C. y un el retrato de Atahualpa, el último emperador de los Incas. Los dos usaban plumas en sus atuendos.  

Además, podemos ver las poderosas naves que usaban esta "Gente del Mar" que serviría para recorrer grandes distancias.  

De modo que existen bastantes evidencias de una posible llegada de estos pueblos del mar hasta las Américas y de haberse establecido en Mesoamérica. Más pruebas arqueológicas se necesitan para estar seguros de a poco están apareciendo.  

JEFTÉ 

Volvemos al relato de los filisteos en Israel. Están en la sexta apostasía y los filisteos y los amonitas los han oprimido por dieciocho años (Jueces 10:8). Llega el sufrimiento a tal extremo que el pueblo da cuenta que se debe al haber dejado el camino de Dios y se arrepienten. Es un hermoso relato que sirve de lección cuando pecamos y nos arrepentimos de corazón. Dijeron: "Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a nuestro Dios, y servido a los baales. Y el Eterno respondió… Andad y clamad a los dioses que os habéis elegido; que os libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción. Y los hijos de Israel respondieron al Eterno: Hemos pecado; haz lo que te parezca; sólo te rogamos que nos libres en este día. Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron al Eterno; y él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel" (Jueces 10:10-16).  

Dios, siempre tan misericordioso y perdonador, levanta a otro libertador, Jefté. De nuevo se nota el descenso general de la moral del pueblo. Jefté era el hijo ilegítimo de Galaad, de una ramera. En estos casos, los hijos ilegítimos no tienen derechos familiares y son fácilmente echados del hogar. Así sucedió con Jefté: "Pero la mujer de Galaad (la esposa legítima) le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer. Huyó, pues, Jefté y habitó en tierra de Tob (región de Siria); y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él" (Jueces 11:2-3).

Prácticamente era una pandilla de hombres, pero "Jefté galaadita era esforzado y valeroso" (Jueces 11:1). Cuando vinieron de nuevo Amonitas para oprimir a Israel, estaban tan desesperados que los ancianos de Galaad recurrieron a Jefté. Al principio este líder tosco rehusó ayudarlos por el maltrato que había recibido, pero al prometerle que lo harían jefe, aceptó tomando a Dios en cuenta. "Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su caudillo y jefe; y Jefté habló todas sus palabras delante del Eterno en Mizpa" (Jueces 11:11).

Luego, Jefté intentó por la vía diplomática de evitar una guerra contra el rey amonita. Le explica que el territorio que le había pertenecido a los amonitas y que ahora reclamaban, había estado en posesión de Israel por 300 años (Jueces 11:26). Este es un indicador si nos situamos en el año 1100 a.C. en los tiempos de Jefté, de que Israel entró y conquistó esta tierra alrededor del año 1400 a.C. Justo lo que hemos calculado según la salida de Egipto.

El rey no le presta atención a las palabras diplomáticas de Jefté e igual se prepara para invadir a Israel. "Y el Espíritu del Eterno vino sobre Jefté" (Jueces 11:29). Así Dios le entrega la sabiduría y poder para unir a Israel y derrotar al poderoso enemigo. "Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y el Eterno los entregó en su mano. Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas, y los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas" (Jueces 11:32-33).

De nuevo, la Biblia muestra los dos lados de cada siervo de Dios. Jefté era un hombre rudo e hizo un voto necio de sacrificar lo primero que saliera de su casa. Normalmente era un animal que vive alrededor de su casa, pero salió su hija. Luego de dos meses de llorar su virginidad, fue sacrificada. Fue un voto necio y no debía haberlo hecho, pero eran tiempos como del Lejano Oeste. No obstante, Jefté es un hombre de fe que cometió un grave error (Hebreos 11:32) y juzgó a Israel por 6 años.

Jefté se rasga las vestiduras cuando su hija corre a su encuentro