Preguntas y respuestas: El tema de guardar el sábado me causa gran inquietud.

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Preguntas y respuestas

El tema de guardar el sábado me causa gran inquietud.

R: Todos nosotros deberíamos estar preocupados de si estamos siguiendo las instrucciones de Dios o no. Dios ofrece ánimo a quienes sinceramente quieren obedecerle. Isaías dice: “. . . pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Isaías 66:2).

El apóstol Pablo claramente afirmó que debemos obedecer la ley de Dios: “Porque no son los oidores de las ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados” (Romanos 2:13, énfasis agregado en todo este artículo).

El apóstol Santiago también enfatizó que debemos ser hacedores de la ley de Dios: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos . . . Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:22, 25).

Dios también nos entrega instrucciones muy precisas para que no cambiemos la forma de adorarlo que él ha establecido en las Escrituras: “Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás” (Deuteronomio 12:32). Jesucristo desafió firmemente a los fariseos por alterar las leyes de Dios y sustituirlas por sus propias tradiciones e interpretaciones (Mateo 15:7-9; Marcos 7:6-13). Él dejó muy claro que tales prácticas no contaban con su aprobación.

En lo que concierne específicamente al séptimo día, el sábado, Jesús declaró, refiriéndose a sí mismo, que “El Hijo del Hombre es Señor aún del día de reposo” (Lucas 6:5). Como Creador de parte de Dios el Padre, Jesús fue Aquel que creó el sábado (Juan 1:1-3; 14; Efesios 3:9; Colosenses 1:16). Él comisionó a su Iglesia para que predicara el evangelio, pero esa misión no incluye ninguna autorización para cambiar los mandamientos de Dios. Por el contrario, sus seguidores deberían imitar su ejemplo de obediencia y enseñar a los demás (Mateo 28:18-20). Jesús claramente afirmó: “. . . yo he guardado los mandamientos de mi Padre” (Juan 15:10).

Ahora que hemos establecido esta verdad, podemos referirnos a aquel que usurpó la autoridad de Dios el Padre y de Jesucristo y que enseñó que el séptimo día, el sábado, había sido cambiado al domingo.

The Convert’s Catechism of Catholic Doctrine(El catecismo de la doctrina católica del converso), de Peter Geierman, 1957, manifiesta en la página 50:

“P. ¿Cuál es el día sábado?

“A. El sábado es el séptimo día.

“P. ¿Por qué observamos el domingo en vez del sábado?

“A. Observamos el domingo en lugar del sábado porque la iglesia católica, en el Concilio de Laodicea, transfirió la solemnidad del sábado al domingo”.

No cabe duda de que la observancia del séptimo día, el sábado de Dios (comenzando a la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado), ha sido reemplazada por el culto dominical en el cristianismo tradicional. De hecho, hay escritos católicos que confirman que la razón para esta substitución se basó en la creencia de que la Iglesia tenía la autoridad de pasar por alto las palabras mismas de Dios. Pero, ¿con qué autoridad lo hicieron? Para citar la misma fuente:

“La Iglesia substituyó el domingo por el sábado por la plenitud del divino poder que Jesucristo le confirió” (ídem). Más tarde, algunos grupos protestantes se separaron de la iglesia católica, pero en su mayoría siguieron el ejemplo de Roma y aceptaron el domingo.

Sin embargo, Cristo comisionó a sus discípulos para que enseñaran obediencia a la ley de Dios, no para que la alteraran. Cuando Cristo fue confrontado por Satanás, le respondió: “Escrito está: ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” (Mateo 4:4). Dios mismo entregó los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí, incluyendo el mandamiento del sábado.

A través del libro de Hechos vemos que la Iglesia del Nuevo Testamento se reunía consistentemente en el día sábado (Hechos 13:14, 27, 42, 44; 16:13; 18:4). Es muy evidente que la Iglesia primitiva siguió el ejemplo que Jesucristo le había mostrado (Lucas 4:16). Fíjese en la frase “conforme a su costumbre”. Y a lo largo de los siglos posteriores, la verdadera Iglesia ha obedecido su ejemplo y las instrucciones bíblicas santificando el sábado, el séptimo día de la semana.

El Nuevo Pacto no enmendó los Diez Mandamientos. De hecho, Jesucristo los fortaleció y magnificó como fue profetizado en el Antiguo Testamento (Isaías 42:21). El mandamiento “Acuérdate del día sábado para santificarlo” (Éxodo 20:8) nos hace enfocarnos en la Creación, identificando a Dios como nuestro Creador y quien hizo el día sábado para descansar en él (Génesis 2:1-3).

Como podemos ver en Hebreos 4:4-10, el sábado también se enfoca en el futuro sábado de descanso milenario, cuando Jesucristo reinará en la Tierra en el reino de Dios. Muchas organizaciones eclesiásticas actuales han perdido de vista estos hechos y rechazan el sábado. Pero como Jesús dijo respecto a los líderes religiosos de su tiempo: “Son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo” (Mateo 15:14). No debemos seguir a quienes han rechazado los mandamientos explícitos de Dios y los han reemplazado por tradiciones humanas.

Ninguno de nosotros puede modificar las creencias y prácticas del mundo que nos rodea. Pero lo que sí podemos hacer es esforzarnos por obedecer a Dios lo mejor que podamos de acuerdo a nuestras habilidades. Como dijeron los apóstoles de Cristo, “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29). Inevitablemente, esto nos hará estar en desacuerdo con muchas de las prácticas, costumbres y tradiciones religiosas de los hombres. Pero si queremos seguir las enseñanzas de Jesucristo y obedecer a Dios, debemos vivir de acuerdo a las verdaderas enseñanzas de la Biblia.

No obstante, debe destacarse que no todas las iglesias rinden culto a Dios el domingo en lugar del sábado. Un número considerable, aunque siempre una minoría dentro del todo, adora a Dios en el sábado y de acuerdo a las instrucciones de Dios. La Iglesia de Dios Unida, que publica Las Buenas Noticias, tiene congregaciones alrededor del mundo que observan el día sábado.

Para más información sobre cómo observar el verdadero día de reposo, solicite o descargue de Internet nuestro folleto El día de reposo cristiano.