Cambie lo que de usted dependa
Nunca antes se había producido una transformación tan alarmante de las actitudes, la moral, las economías, las alianzas nacionales, las ideologías políticas y la migración de personas de una nación a otra. Y las cosas no mejorarán en 2024, ya que más de 60 países elegirán líderes este año.
Las naciones occidentales se enfrentan a la inflación, la deuda masiva, la caída en picada de la moral, el aumento del número de personas sin hogar, la hostilidad política, la violencia, el adoctrinamiento “woke” [equivalente a la concientización social] y las presiones a favor del derecho al aborto hasta el momento mismo del nacimiento, lo que altera significativamente las normas sociales.
Si a esto se añade la creciente amenaza de más guerras y el problema de la inmigración continua y descontrolada, sobre todo en la frontera sur de Estados Unidos, las cosas pueden parecer bastante sombrías.
Sin embargo, a pesar de todos los cambios geopolíticos y domésticos que están ocurriendo, la antigua máxima sigue siendo cierta: “Cuanto más cambian las cosas, más iguales siguen siendo”. Las raíces de nuestros problemas son las mismas de siempre: el hecho de que vivimos en un mundo corrupto que opera según el pensamiento de Satanás el diablo. Y todas las personas se enfrentan a este problema profundamente arraigado en sí mismas, como se explica en el artículo de este número sobre la naturaleza humana.
Además, aparte de que las personas se acarrean sobre sí mismas las consecuencias naturales de sus decisiones equivocadas, debe entenderse que, según la Biblia, la desafiante desobediencia de nuestras naciones a las leyes de Dios reveladas en las Escrituras está produciendo terribles maldiciones y juicio divino, y aún hay mucho más por venir.
¿Qué significa todo esto para usted? Mientras observa los males de la sociedad, ¿qué puede hacer? ¿Puede cambiar el mundo, como pregunta nuestro artículo principal? ¿Puede usted, como individuo o junto con otros, sacar al mundo de su patrón establecido de maldad?
No como están las cosas. “Lo torcido no se puede enderezar . . .” (Eclesiastés 1:15). Los problemas son de tal envergadura, que ni siquiera los grandes movimientos podrán resolverlos suficientemente. Los problemas a los que se enfrenta este mundo y todas las naciones no serán resueltos por ningún hombre, partido político, grupo de expertos, organización o corporación.
Solo el regreso de Jesucristo salvará a la humanidad de la destrucción total hacia la que se precipita. La Biblia predice una devastación terrible como nunca se ha visto; sin embargo, también revela que Cristo regresará justo a tiempo para dar paso a un mundo en el que serán posibles la paz, la armonía, la alegría y la abundancia verdaderas para todos. Dios tiene el poder de proporcionar todas esas bendiciones. Si tan solo el hombre escuchara a Dios y siguiera su camino ahora, las cosas podrían ser muy diferentes.
En una conmovedora declaración que revela su amor por la humanidad y su deseo de conceder bendiciones a aquellos que le obedezcan, Dios dice en 2 Crónicas 7:14: “. . . si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
Para ello sería necesario que toda la nación se rindiera a Dios y enmendara su rumbo para seguirlo. Sin embargo, no es probable que eso ocurra en la actualidad, ya que tanto las personas como los Gobiernos están demasiado inmersos en la búsqueda de formas de vida contrarias a la Biblia (véase Jeremías 6:16). Sin duda, “sus pies corren al mal” (Isaías 59:7), cada vez más lejos incluso de la moralidad estándar de hace una generación. Dios no proporcionará bendiciones a un pueblo con esa actitud.
Pero aunque el mundo en general no pueda cambiar, sí puede cambiar su mundo. Si su vida está vacía, llena de frustración y carente de felicidad, sentido de propósito y esperanza en el futuro, ¡usted puede hacer algo al respecto! Aunque el mundo que lo rodea no se volverá a Dios, ¡usted sí puede!
Todas las respuestas a los problemas de la vida se encuentran en la Palabra de Dios. En ella se explica que lo que usted necesita es una nueva naturaleza de Dios que se hace posible a través de su Espíritu, como se destaca en esta edición. En esta época del año, la Iglesia de Dios celebra la fiesta bíblica de Pentecostés, la ocasión en la que Dios dio su Espíritu a los primeros seguidores de Cristo al fundar la Iglesia (véase Hechos 2).
Cristo dio a su Iglesia una comisión para llevar a cabo hoy, pero no se trata de cambiar este mundo ahora. Sin embargo, la Iglesia está siendo preparada para cambiar el mundo al regreso de Cristo. De modo que si usted está siendo llamado ahora y responde fielmente y persevera, contribuirá eficazmente a cambiar el mundo en el futuro.
Cuando sepa por qué está aquí, qué está haciendo Dios y cuál es su plan para la humanidad, encontrará paz mental, una sensación de satisfacción, un sentido y un propósito para la vida, con metas y aspiraciones de parte de Dios imposibles de imaginar. Todo esto le está esperando. Dios se lo ofrece, pero usted tiene que esforzarse por alcanzarlo, aferrarse a él y vivirlo. ¡Permita que el cambio en su mundo comience hoy! BN
Rick Shabi, presidente Iglesia de Dios Unida