Armagedón y el día del Señor
Esta es la decimotercera lección de la serie “La profecía bíblica y usted”.
“¡Armagedón!” Mucha gente ha oído predicciones o especulaciones aterradoras acerca del Armagedón, Pero ¿qué significa?
Aquí hay una definición del Diccionario Bíblico Digital: “Palabra encontrada únicamente en Rev. [Apocalipsis] 16:16 refiriéndose al campo de batalla final de los poderes del bien y los poderes del mal”.
“Armagedón” también se ha convertido en una metáfora común para describir una situación catastrófica o definida, ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total. Pero, ¿qué dice la Biblia al respecto?
La mayoría de la gente también está confundida acerca del significado del “día del Señor”. ¿Durará un día, un año, muchos años, o toda la eternidad? ¿Cuándo comenzará? ¿Cuándo regresará Cristo? ¿Y cuáles son los sellos, trompetas y plagas proféticas descritas en el libro del Apocalipsis?
En este estudio indagaremos para encontrar las respuestas a estas y otras preguntas.
La Biblia tiene muchas profecías de los últimos días. En la actualidad pareciera ser que sus cumplimientos están procediendo a paso lento, ¡pero vendrá el tiempo cuando ocurrirán en una rápida sucesión!
Aunque Jesucristo dijo que debemos mantenernos alerta ante “las señales antes del fin”, dejó en claro que debemos enfocarnos, tal como él, en hacer “la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34). Mientras esperamos la segunda venida de Cristo, en vez de dejarnos distraer, debemos servir a Dios de tal manera que Cristo nos diga a su regreso: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré” (Mateo 25:21).
¿Qué dice la Biblia acerca del día del Señor?
Esta lección está basada en los fundamentos establecidos en las últimas cinco lecciones. Si hay algo en esta lección que no le parezca claro, tal vez le sea útil repasar las lecciones anteriores de la serie “La profecía y usted” en las ediciones recientes de Las Buenas Noticias, especialmente la octava y la decimosegunda.
El libro de Apocalipsis entrega mucha información en cuanto a cómo estos temas están conectados y describen la secuencia de las tendencias y acontecimientos de los últimos días. Para comprender mejor el libro del Apocalipsis, le recomendamos que lea nuestra guía de estudio gratuita El Apocalipsis sin velos.
¿A qué se refiere “el día del Señor” en la Biblia?
“Aullad, porque cerca está el día del Eterno; vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
“He aquí el día del Eterno viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.
“Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. Haré más precioso que el oro fino al varón . . . Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación del Eterno de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira” (Isaías 13:6-13).
El día del Señor usualmente se refiere a un tiempo en el cual Dios y Cristo intervendrán poderosamente en el mundo para castigar la maldad. Es también llamado “el día del Eterno, grande y terrible” que vendrá “sobre todas las naciones” justo antes de la segunda venida de Cristo (Malaquías 4:5; Abdías 1:15, énfasis nuestro en todo este artículo). A veces el término es casi sinónimo con “los últimos días”, lo cual abordamos en la primera lección.
Sin embargo, ocasionalmente tiene un cumplimiento dual. Isaías 13 comienza con una advertencia de cómo Dios castigará a Babilonia, lo cual se refiere muy posiblemente a su destrucción en el período del Antiguo Testamento (versículos 1-6). Pero los versículos 9 al 13 obviamente describen más específicamente el “día del Eterno” de los últimos días, cuando Dios producirá señales celestiales espectaculares y castigará “al mundo por su maldad”.
Es más, a partir del inicio de la intervención futura de Cristo, el día del Señor en un sentido puede ser considerado como algo que durará para siempre porque Dios gobernará al mundo a través de Cristo por toda la eternidad. Satanás nunca más será “el príncipe de este mundo” (vea Juan 12:31; 14:30; 16:11).
υ ¿Muestran las frases sinónimas del día del Señor que este será un período de castigo increíble y terrible?
“He aquí el día del Eterno viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores . . . Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación del Eterno de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira” (Isaías 13:9,13).
“Porque es día de venganza del Eterno, año de retribuciones en el pleito de Sion” (Isaías 34:8).
“El tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús” (1 Corintios 5:5).
Claramente, la Biblia utiliza varias otras expresiones para el día del Señor, incluyendo “día del Eterno”, “día de la venganza del Eterno” y “día del Señor Jesús”.
υ ¿Cuál es la relación entre la gran tribulación y el día del Señor?
“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mateo 24:29-30).
“El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso del Eterno” (Joel 2:31).
Jesús dijo que las aterradoras señales celestiales ocurrirían “inmediatamente después de la [gran] tribulación de esos días”. Y por medio de Joel, Dios dijo que estas señales celestiales ocurrirían “antes que venga el día grande y espantoso del Eterno”. Por tanto, cronológicamente hablando, la gran tribulación tiene lugar antes del día del Señor (compare con Apocalipsis 6:12-17).
Como vimos en la decimoprimera lección, durante la gran tribulación las naciones enemigas castigarán por medio de guerras y cautiverio a los Estados Unidos, Gran Bretaña y otras naciones cuyos habitantes son en su mayoría descendientes de los antiguos israelitas.
El día del Señor será el castigo directo de Jesucristo sobre el resto de la humanidad que no esté dispuesta a arrepentirse (Apocalipsis 16:9), especialmente las naciones que son parte de la política, la religión y el comercio de “Babilonia la Grande” y todo aquel que se oponga a Cristo (Apocalipsis 17:5; 18:2).
υ ¿Cuándo comenzará el día del Eterno?
“A proclamar el año de la buena voluntad del Eterno, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados . . .” (Isaías 61:2).
“Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado” (Isaías 63:4).
La Biblia no proporciona una clara respuesta de cuándo comenzará el día del Señor. Sin embargo, en la profecía bíblica, la palabra día puede a veces representar un año (Números 14:34; Ezequiel 4:6).
Aún más, otras escrituras parecen indicar que el día del Señor comenzará un año antes del regreso de Cristo. Por ejemplo, leemos en Isaías 34:8: “Porque es día de venganza del Eterno, año de retribuciones en el pleito de Sion”. Además, en Isaías 61:2 pareciera ser que “el año de la buena voluntad del Eterno” y “el día de venganza del Dios nuestro” son lo mismo.
Vimos en la última lección que la gran tribulación comenzará tres años y medio antes del regreso de Cristo. Pareciera ser que el último año de ese período será el día del Señor. Por lo tanto, en los primeros dos años y medio se manifiesta la furia de Satanás, seguidos por un año de la venganza de Dios.
Sabemos con seguridad que “los siervos de nuestro Dios” serán protegidos del “daño” que Cristo infligirá a la Tierra durante este período final (Apocalipsis 7:3; vea también 3:10 y 12:14-17). Muchas escrituras nos aseguran que Dios tiene el deseo y el poder para proteger a su pueblo.
υ ¿Qué representan los siete “sellos” de Apocalipsis?
“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos” (Apocalipsis 5:1).
La primera regla de la interpretación bíblica es permitir que esta se interprete a sí misma. Una comparación entre los siete “sellos” y la secuencia de eventos que Jesús predijo en la profecía que entregó en el monte de los Olivos en Mateo 24:4-9 nos provee un claro entendimiento. Aquí se encuentra un resumen muy breve de lo que representa la apertura de los sellos:
Primer sello (Apocalipsis 6:1-2, Mateo 24:4-5): Aumento del engaño religioso del cristianismo falso.
Segundo sello (Apocalipsis 6:3-4; Mateo 24:6-7): Aumento en la frecuencia y devastación de las guerras.
Tercer sello (Apocalipsis 6:5-6; Mateo 24:7): Escasez de alimentos y aumento de las hambrunas.
Cuarto sello (Apocalipsis 6:7-8; Mateo 24:7): Plagas como enfermedades epidémicas y aumento de los desastres naturales, cada vez más mortales.
Quinto sello (Apocalipsis 6:9-11; Mateo 24:9): Aumento en la persecución de cristianos, que alcanzará su apogeo con la gran tribulación.
Sexto sello (Apocalipsis 6:12-16; Mateo 24:29): Un gran terremoto y aterradoras señales celestiales.
Séptimo sello (Apocalipsis 6:17; 8:1-2, 6; Mateo 24:30): Día del Señor (“el día de venganza del Dios nuestro”), incluyendo las siete plagas anunciadas por las trompetas.
υ ¿Cuáles son las siete trompetas del séptimo sello (el día del Señor)?
“Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas” (Apocalipsis 8:1-2).
La apertura del séptimo sello incluye a siete ángeles que tocan sus trompetas uno por uno. Después de cada sonido hay un evento catastrófico. Los primeros cuatro son descritos en Apocalipsis 8:
Destrucción de la vegetación (Apocalipsis 8:7).
Devastación de los océanos y la vida marina (Apocalipsis 8:8-9).
Devastación de los ríos y aguas frescas (Apocalipsis 8:10-11).
El sol, la luna y las estrellas se oscurecen (Apocalipsis 8:12).
La “plaga” de la quinta trompeta es descrita en Apocalipsis 9:1-12. Nuestro folleto El Apocalipsis sin velos menciona: “El ‘rey’ que dirige esta ola de dolor es llamado ‘el ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión’ (Apocalipsis 9:11). Estos nombres significan respectivamente ‘destrucción’ y ‘destructor’” (p. 42). Y luego vemos que la “bestia” guiada por el poder de Satanás emergerá de este abismo o pozo sin fondo (Apocalipsis 17:8), mostrando que las langostas aquí son probablemente las fuerzas de este bloque de poder centralizado en Europa y dirigido por Satanás.
La “plaga” de la sexta trompeta está descrita en Apocalipsis 9:13-21. Increíblemente, ¡describe a un ejército de doscientos millones de soldados que matarán “a la tercera parte de los hombres”! Aparentemente, este ejército proviene de las naciones al oriente del río Éufrates. Este evento, el segundo ay o plaga de la séptima trompeta, pareciera ser un masivo contrataque dirigido a las fuerzas lideradas por los europeos que habían iniciado la guerra del primer ay o plaga de la quinta trompeta.
La séptima trompeta anuncia a “siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios” (Apocalipsis 15:1). Cada ángel tiene una copa de la ira de Dios, y cada copa es derramada sobre la Tierra. Estas siete últimas plagas son descritas en Apocalipsis 15 y 16. El quinto ángel derrama “su copa sobre el trono de la bestia” (Apocalipsis 16:10). El sexto ángel prepara el camino para la batalla decisiva que comúnmente se conoce como “Armagedón” (Apocalipsis 16:12-16).
υ ¿Qué significa “Armagedón”? ¿Qué dice la profecía acerca de su rol?
“El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente. Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón” (Apocalipsis 16:12-16).
A pesar de que Satanás y sus demonios están destinados a perder toda batalla con Cristo, nunca se rinden en sus intentos por derrotarlo. Nuevamente Cristo utilizará sus poderes para cumplir sus propósitos. Los “espíritus de demonios” trabajando bajo Satanás y por medio de la bestia y el falso profeta “van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 16:13-14). Ese es el verdadero nombre de la batalla final entre Cristo y los ejércitos del mundo.
Jesucristo hace uso de las influencias demoníacas para “reunir las naciones . . . para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira” (Sofonías 3:8). Todas las naciones, incluyendo los ejércitos de la bestia, “pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes” (Apocalipsis 17:14).
“Y los reunió [a los demonios] en el lugar que en hebreo se llama Armagedón” (Apocalipsis 16:16). El significado literal de Armagedón es “monte de Megido”. De hecho, el Texto Mayoritario del Nuevo Testamento [conjunto de manuscritos del N. T. escritos en griego que son la base de muchas traducciones clásicas de la Biblia] simplemente dice Magedón o “Megido”. Esta es una antigua ciudad en ruinas al noreste de Jerusalén. Al este hay un amplio valle o planicie llamada Jezreel o Esdraelon, en el cual se han librado numerosas batallas en el pasado. Uno de sus nombres es “valle de Megido” (Zacarías 12:11). Este lugar será el punto central de encuentro, pero los enormes ejércitos evidentemente se dispersarán a lo largo de un área mucho mayor.
Cuando Cristo esté descendiendo hacia Jerusalén, el área alrededor de esta se convertirá en el centro principal de batalla. “He aquí, el día del Eterno viene . . . yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén . . . Después saldrá el Eterno y peleará con aquellas naciones . . . Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos . . . Y el Eterno será rey sobre toda la tierra” (Zacarías 14:1-4, 9).
La verdadera batalla comienza cuando el séptimo ángel derrama su copa. ¡Luego se desatará el terremoto más devastador en la historia de la humanidad! ¡Las islas y las montañas desaparecerán! Las “ciudades de las naciones” caerán, incluyendo la ciudad líder que la Biblia llama “Babilonia”, una referencia al resurgimiento final de Roma, como hemos visto en otras lecciones. Y lloverá granizo que pesará entre treinta y cincuenta kilos cada uno (Apocalipsis 16:17-21). La caída de Babilonia se describe en mayor detalle en Apocalipsis 18.
Cristo capturará a la bestia y al falso profeta –los anticristos consumados descritos en la última lección–, los arrojará al lago de fuego y aniquilará a todos los ejércitos enemigos (Apocalipsis 19:19-21).
El profeta Zacarías registra el destino de estos ejércitos que batallarán contra Cristo, los que aparentemente serán el blanco de un inmenso estallido de poder: “Y esta será la plaga con que herirá el Eterno a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca” (Zacarías 14:12).
υ ¿Cuál será el gran apogeo triunfante en el día del Señor?
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).
“Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra” (vv. 16-18).
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: El Verbo de Dios. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
“De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:11-16).
“Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
“Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria” (1 Corintios 15:50-54).
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
“Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:13-18).
Con la séptima trompeta viene el anuncio de las maravillosas noticias para los santos y para el futuro del mundo: ¡Jesucristo proclamará su gobierno sobre la Tierra! ¡Los veinticuatro ancianos en el cielo anunciarán que es hora de otorgar “el galardón a tus siervos los profetas, a los santos”!
La gran culminación del día del Señor será el espectacular regreso de Cristo, tan vívidamente descrito en Apocalipsis 19, y la resurrección de los santos, la cual es “la primera resurrección” (Apocalipsis 20:6). Casi todo el capítulo de 1 Corintios 15 habla de esta resurrección. Nos dice que el sonido de “la última trompeta” indicará la resurrección (versículo 52). La resurrección de los santos también está descrita en 1 Tesalonicenses 4:16-17 y se hace referencia a ella en muchas otras escrituras.
La séptima trompeta además anuncia el derramamiento de las siete últimas plagas, tal como hemos visto. Estas plagas, las cuales incluyen la reunión de la bestia, el falso profeta y otros poderes, ocurrirán a continuación de la primera resurrección, y entonces Cristo y los santos descenderán para luchar en la última batalla.
υ ¿Qué fiesta anual ordenada por Dios representa
el día del Señor?
“Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación. Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida al Eterno” (Levítico 23:23-25).
Este pasaje se refiere brevemente a la fiesta de las Trompetas, la cual es una sombra del cumplimiento de las trompetas en Apocalipsis, especialmente la última que marca el regreso de Cristo y la resurrección de los santos. La fiesta de las Trompetas y las otras seis fiestas anuales y días santos ordenados por Dios son explicados en nuestra guía de estudio gratuita Las fiestas santas de Dios: Esperanza segura para toda la humanidad. Todas estas ocasiones son alegres y profundamente significativas. Una vez que las entienda, ¡usted querrá celebrarlas!
Póngalo en práctica ahora
Después de hablar acerca de la resurrección en 1 Tesalonicenses 4, el apóstol Pablo se refiere al “día del Señor” en 1 Tesalonicenses 5 y deja en claro que cuando este tiempo finalmente llegue, será de forma repentina, por lo que debemos mantenernos espiritualmente preparados. Después de esto, Pablo nos entrega una maravillosa lista de instrucciones simples para tener una verdadera vida cristiana.
Tómese el tiempo para leer 1 Tesalonicenses 5 ahora mismo. ¡Disfrútelo e inspírese! Además, escoja dos o tres mandatos de la lista de Pablo, anótelos y fije la meta de esforzarse por ponerlos en práctica en su vida diaria esta próxima semana. BN