Como añadidura a sus mandamientos espirituales y eternos, Dios le dio al pueblo de Israel los estatutos y juicios como parte del código civil o la Constitución de la nación. Muchos de estos mandatos no son obligatorios en nuestros días, pero los cristianos deben tenerlos en mente y aprender los principios que encierran. ¿Existen algunas premisas en estas leyes o contienen algún propósito que pueda orientar la vida diaria de los creyentes?

En la nota introductoria al libro de Levítico, el Diccionario Expositor de la Biblia acota: “La advertencia de no combinar la lana con el lino (como aparece en Deuteronomio 22:11) puede ser un consejo para evitar pérdidas por el encogimiento desigual de estas dos telas”. La aparente falta de vigencia de este estatuto parece tener dos razones: (1) La mayoría de los cristianos actuales no tejen ni confeccionan sus propios vestidos. (2) Los fabricantes de prendas de vestir toman la precaución de no mezclar lana con lino.

Sin embargo, el principio de "mezclas" en un sentido amplio, consiste en que Dios desea que busquemos pureza y calidad. Así mismo el cristiano debe ser puro y poseer el carácter del Eterno. En el Comentario Bíblico de Jamieson, Fausset y Brown, se ofrece la siguiente explicación de Levítico 19:19:

"Tampoco una prenda de lino y lana usarás - Así como este precepto, junto con los dos con los que aparece asociado, fue probablemente establecido para erradicar alguna superstición además de tener un significado mayor. La ley, como se puede apreciar, no prohibía a los israelitas mezclar otra clase de telas, excepto las mencionadas. Investigaciones científicas modernas han comprobado que la combinación del lino con la lana incrementa el paso de la electricidad por el cuerpo. En climas calientes produce fiebres malignas y fatiga, y cuando se externaliza combinándose con el aire caliente, se hincha en forma de ampollas en la dermis" (Ver Ezequiel 44:17-18).