Otros nombres para el Reino de Dios

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Tres de los evangelistas: Marcos, Lucas y Juan, emplearon el nombre “reino de Dios”. Mateo es el único que utiliza la expresión “reino de los cielos”, con 32 referencias en su relato sobre la vida de Jesucristo. Sin embargo, él empleó indistintamente los términos “reino de Dios” y “reino de los cielos”. En Mateo 19:23-24 aparecen ambos nombres en forma consecutiva, lo que indica claramente que eran sinónimos. A veces Mateo simplemente lo llama “el reino”.

¿Por qué Mateo lo llamó el “reino de los cielos”? Porque se estaba dirigiendo principalmente a un público judío. Según la Jewish Encyclopedia [“Enciclopedia judía”], la expresión en hebreo Malkut Shamayim, que significa “reino de los cielos”, es la que utilizaban los judíos en esa época para referirse al Reino de Dios. Ellos tenían dos conceptos al respecto. Uno era el reino literal, profetizado en Daniel 2, el cual es simbolizado por una piedra “del cielo” que desmenuzará los reinos de este mundo y luego se extenderá hasta llenar toda la tierra. Y ciertamente, del cielo es de donde vendrá Jesucristo a establecer el Reino en la tierra. En síntesis, es el “reino de los cielos” por ser el reino que proviene del cielo (no porque, como alegan algunos en la actualidad, es un reino en el cielo).

Otro aspecto del concepto judío de Reino de Dios que existía en la época de Jesús tenía que ver con “el reinado o soberanía de Dios a diferencia del reino de las potencias mundanas” (ibídem). En otras palabras, cuando uno se comprometía totalmente a obedecer las leyes de Dios y seguir el camino de vida que él había revelado, se estaba sometiendo a la autoridad del “reino de Dios” o “reino de los cielos”, a diferencia de toda autoridad humana o mundana. Tal parece que en ocasiones y en ciertos contextos Jesús utilizó la expresión con este significado.

Otro factor, tal como se menciona en algunos comentarios bíblicos, es que debido a la renuencia de los judíos a usar o pronunciar el nombre de Dios, Mateo sustituyó “reino de Dios” por “reino de los cielos”. Esto es evidente cuando comparamos pasajes como Mateo 4:17 con Marcos 1:15 y Mateo 5:3 con Lucas 6:20. En estos casos, al citar las palabras de Jesús, Mateo utilizó la frase “reino de los cielos” en tanto que Marcos y Lucas dijeron “reino de Dios”. Debe notarse, sin embargo, que en ocasiones los judíos utilizaban la expresión “reino de Dios” o “reino del Señor”, y no solamente “reino de los cielos”. Parece que Jesús mismo utilizaba estas expresiones de manera intercambiable.

Por lo general, el apóstol Pablo utilizó el término “reino de Dios”. Pero reconociendo el papel de Cristo como soberano de ese reino y el que hace posible nuestra entrada en él, también lo llamó “el reino de Cristo y de Dios” (Efesios 5:5). Y en Colosenses 1:13 expresó la profunda relación de amor que existe entre el Padre y Jesucristo al decir que Dios “nos ha trasladado al reino de su amado Hijo”.

De igual manera, el apóstol Pedro reconoció el papel central de Cristo en el reino y se refirió a éste como “el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 1:11). En la actualidad Cristo es nuestro Amo y Señor, y será el gobernante supremo en ese reino futuro (Apocalipsis 17:14; Apocalipsis 19:16). Por ser el Salvador de la humanidad, Jesús es la “puerta” y el “camino” por el cual podemos tener acceso a Dios el Padre y a la salvación en el Reino de Dios (Juan 10:9; Juan 14:6).