Satanás: El gran falsificador

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Satanás: El gran falsificador

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No existe un engañador más grande que Satanás; no tiene rival. Además de ser un estafador consumado, es también un hábil falsificador.

Veamos las advertencias del apóstol Pablo a los cristianos en Corinto: “Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis” (2 Corintios 11:3-4).

Aquí Pablo describe tres formas en que Satanás emplea ingeniosas falsificaciones de la verdad para engañar aun a los cristianos.

•  Primero presenta a Jesús de una manera bastante diferente del que está revelado en la Biblia. El efecto es la creación de otro Jesús, un falso Mesías. Este es el Jesús del que oye hablar la mayoría de la gente en la actualidad, un Cristo falsificado, diferente del Jesucristo de la Biblia. Desgraciadamente, la mayor parte del cristianismo tradicional está basada en este falso Cristo.

•  La segunda forma del engaño de Satanás es que hace ver la demostración natural de las emociones humanas —o, en algunos casos, la influencia directa de los demonios— como si fueran manifestaciones del Espíritu de Dios. Cada año se engañan con esto centenares de miles de personas. Se dejan impresionar por lo que ven o sienten, en lugar de analizarlo a la luz de los frutos del Espíritu de Dios, tal como aparecen en Gálatas 5:22-23, y de ver si concuerda con la enseñanza de la Palabra de Dios (Isaías 8:20).

El verdadero Espíritu Santo es el poder de Dios (Hechos 1:8; 2 Timoteo 1:7), por medio del cual “los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (Gálatas 5:24). Ese Espíritu no es la expresión de emociones humanas o la comunicación con el mundo de los espíritus (demonios); tampoco es la tercera persona de la Deidad. Más bien, es por medio del poder del Espíritu Santo que “Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13).

•  La tercera forma que Satanás emplea es la perversión del evangelio de Jesús, que parece ser su recurso más efectivo para mantener cautiva a mucha gente en su engaño mortal. Jesús explicó que tan pronto como las personas empiezan a responder a la Palabra de Dios, Satanás trata de quitársela (Mateo 13:18-22). Los métodos de Satanás son poderosos y efectivos con muchas personas.

Por ejemplo, veamos cómo Pablo se lamentaba por lo que estaba pasando con aquellos gálatas cristianos que habían sido convertidos como resultado de su ministerio: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:6-8).

Si desea aprender más acerca de los engaños de Satanás y de cómo se han infiltrado en el cristianismo, no deje de leer nuestro folleto gratuito La iglesia que edificó Jesucristo.