Perdonar a otros

Usted está aquí

Perdonar a otros

Durante el día hacemos o decimos tantas cosas que a veces no nos damos cuenta que sin querer ofendemos a nuestro prójimo.

Y así como sin querer lo ofendemos, también ofendemos a Dios, ¿cómo podríamos hacerlo? No obedeciendo su ley. ¿Cuál ley? Los 10 mandamientos.

Al ofender a Dios necesitamos su perdón. Es por esto que anualmente las personas bautizadas tomamos la Pascua, para ser perdonados por nuestros pecados, nuestra infracción a la Ley de Dios y poder heredar la vida eterna.

Pero, así como Dios cada año y cada vez que se lo pedimos nos perdona de manera sincera, nosotros también debemos perdonar a nuestro prójimo. Esta tarea, a veces, es muy difícil, ya que como humanos nos cuesta ver desde otro punto de vista la ofensa que hemos sufrido, sin rencor.

Perdonar a otros no es una opción, es parte de nuestra obediencia hacia Dios (Efesios 4:32). Si nos sentimos ofendidos por algo que nuestro prójimo hizo tenemos la obligación de ir a él y en privado comentarle nuestro malestar, así como lo menciona Mateo 18:15.

Reflexionemos en el perdón que Dios nos da, en el sacrificio que Jesucristo hizo por nosotros y recordemos que Dios no tiene una lista con todas las veces que nos ha tenido que perdonar, ¿por qué nosotros sí?