Jugando el juego ¿"Quién soy yo?"

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Jugando el juego ¿"Quién soy yo?"

Pero si deseas jugar, imagina que Dios ha puesto un nombre en tu espalda. Ahora, anda realizando preguntas para deducir quién eres:

1. “¿Soy un animal?”

No. Después que Dios terminó de crear a los animales según su especie, “dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… varón y hembra los creó” (Génesis 1: 26-27). Aquí dice “nuestra” porque se refiere a Dios el Padre y el Verbo (que era Jesús antes de que se convirtiera en su Hijo como se explica en Juan 1:1-18). Ellos crearon los seres humanos para que fueran parte de su familia, Jesús hace referencia a Salmo 82:6 cuando dijo: “Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo” (Salmo 82:6, Juan 10:34). Tu destino es nacer en la resurrección dentro de la familia de Dios.

2. “¿Tengo un alma inmortal?”

Platón y otros filósofos influenciaron a todo el mundo a pensar que sí, pero la Biblia dice que eres un alma más por lo tanto tienes una (Génesis 2:7). También, el alma que pecare morirá (Ezequiel 18:4).

3. “Entonces, ¿soy solo físico?”

No. Dios te puso un espíritu de hombre – lo que te sitúa en un plano superior al de los animales – lo que significa que estás unido a su Espíritu Santo (1 Corintios 2:11) cuando él decida el tiempo adecuado para llamarte (Juan 6:44).

4. “¿Estoy siendo llamado ahora?

Si entiendes estos conceptos espirituales: “Buscad al Eterno mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Eterno, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7).

5. “Entonces, ¿me siento como “nadie”?”

Dios el Padre sacrificó a su único Hijo por ti, y él planea darte libremente todas las cosas (Romanos 8:32). Él está dispuesto a compartir su naturaleza divina contigo (2 Pedro 1:4).

6. “¿Terminaré fallando un propósito tan maravilloso para vivir?

“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6, énfasis añadido). ¡Permite que comience el proceso de Dios en ti!

7. “¡Wou! Pero, todavía no tengo idea de quién realmente soy”

“Al que venciere… escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén” (Apocalipsis 3:12).

¡Entonces sabrás quien eres! Por ahora es bastante bueno ser hijo o hija de Dios con tal futuro.

Fuente: ucg.org