¿Es usted adicto a Internet?

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¿Es usted adicto a Internet?

Mientras miraba un video sin sentido, me di cuenta que había caído en una trampa tan familiar para mucha gente. Horas perdidas en un divagar mental, navegando y jugando. El Internet nos ha cambiado a todos de una o de otra forma. Algunos han dominado su uso, mientras que otros gradualmente se han dejado sumergir. ¿Cómo podemos evitar que esto ocurra y cómo podemos detenerlo?

Las relaciones se construyen cuando interactuamos con otros y con Dios, no solamente en la pantalla de un teléfono.

Las cosas han cambiado dramáticamente en los últimos 22 años. En 1995, cuando el Internet estaba empezando a despegar era una experiencia única. Era como una enciclopedia viviente. Podíamos leer artículos interesantes y ver lugares maravillosos. Se podía visitar tópicos específicos en salas de conversación en Internet, vender sus calcetines en eBay haciendo clic con unas pocas teclas y los medios sociales como MySpace estaban surgiendo. Recuerdo escuchar de gente que había visitado cada sitio en la red. Esto no es posible hoy.

Me uní a Facebook hace nueve años. Aunque había llegado tarde a la fiesta, pronto fui atrapada como todos los demás. Al principio chequeaba las publicaciones de lunes a viernes y me saltaba la computadora los fines de semana. Empecé a jugar nuevos juegos y, de pronto, estaba chequeando las actualizaciones de Facebook muchas veces al día y los fines de semana.

Varios sitios web me mantenían ocupada, pero entonces el Internet se movió a nuestros teléfonos móviles. Entonces podía acceder a cualquier hora y en donde fuera a los medios sociales, el cine, la televisión y los juegos. Podíamos tuitear, postear en Facebook, en Snapchat e incluso retomar nuestro contenido favorito. Olvidamos cómo lidiar con el aburrimiento – como tomar tiempo para vivir en nuestros pensamientos.

Mucho de lo bueno

Hoy en día tenemos “amigos” y ganamos popularidad según la cantidad de “likes” que recibimos. Somos atrapados fácilmente por todo el entretenimiento y el drama y chismes de todo tipo. Los juegos son más sofisticados y cada vez más personas los juegan – algunos incluso gastan dinero en compras virtuales. Se ha vuelto un vicio competir con otras personas y leer sobre sus vidas donde sea que se encuentren. Es muy positivo cuando lo usamos apropiadamente, pero podemos dañarnos cuando nos excedemos.

Estas cosas que nos enganchan, los videojuegos, leer memes o ver videos de de cosas lindas, alteran nuestra percepción. Si gastamos nuestro tiempo de esta forma, el Internet se volverá demasiado valioso para nosotros. ¿Dónde está nuestro corazón? (Mateo 6:21). No estoy satanizando el Internet, lo que digo es que nosotros lo podemos transformar en algo perjudicial.

Un estudio de Microsoft dice que este estilo de vida digital nos dificulta concentrarnos, reduciéndose nuestra atención de 12 a 8 segundos. “Un 77 por ciento de la gente entre 18-24 años respondió afirmativamente, cuando se les preguntó: ´Cuando nada ocupa su atención, ¿lo primero que hace es navegar en su teléfono? ´ (“Ahora tiene menos atención que un pez,” Kevin McSpadden, Time, mayo 13, 2015).

Todos hacemos chistes sobre esto. La cena donde todo mundo está viendo su teléfono o texteando mientras habla. Tomamos fotos de expresiones faciales, en lugar de hablar con alguien en persona. Nuestras vidas están llenas de fotos, videos y emojis. Es una epidemia en donde solo nosotros podemos retomar el control.

De acuerdo con Psico.com estos son los síntomas de adicción a Internet:

  • Sentimientos de culpa
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Deshonestidad
  • Sentimientos eufóricos cuando estamos frente a la computadora.
  • Inhabilidad para seguir horarios
  • Ningún sentido del tiempo.
  • Aislamiento
  • Estar a la defensiva
  • Eludir hacer un trabajo
  • Agitación
  • Esto también se puede manifestar en síntomas físicos como:
  • Dolor de espalda
  • Dolor de cabeza
  • Ganar o perder peso
  • Trastornos del sueño
  • Síndrome del túnel carpiano
  • Visión borrosa

“Esto también puede conducir a la quiebra, especialmente si el tiempo consumido se enfoca en compras o juegos de azar”. De acuerdo con el Colegio de Ciencias de Computación Oberlin, la adicción también puede provocar apatía social, tendencia a creer que es más fácil interactuar con la gente “en línea” y no en persona. (“Síntomas de adicción a la Computadora/Internet, Causas y Efectos”).

A menudo se nos ha dicho que “estemos conectados” pero lo más saludable para nuestra mente es desconectarnos ocasionalmente. Tratemos de fijar límites para los juegos y las redes sociales. Recordemos que hubo generaciones que vivieron sin ello. Enfoquémonos en lo que tenemos que hacer, en la gente o pasemos tiempo real con otros. Tomemos un paseo, acampemos o vayamos a un museo. Cuando lo hagamos no usemos nuestros teléfonos mas que para emergencias.

El Internet es muy útil cuando se usa apropiadamente. Recuerde que su computadora es una herramienta. Lea la Biblia, vea reportajes, investigue o lea artículos relevantes. Las relaciones se construyen cuando interactuamos con otros y con Dios, no solamente desde la pantalla de un teléfono. Juegue, lea las publicaciones, pero muévase. Llene su mente con la sabiduría que Dios nos ofrece, no solamente con el chiste del día (Colosenses 3:2).

Fuente: ucg.org