Desarrollemos nuestras destrezas

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Desarrollemos nuestras destrezas

La palabra destreza proviene del latín “dextra” que significa: capacidad para ejecutar bien un trabajo o una actividad. Se relaciona con el uso de la mano derecha. De aquí proviene la palabra diestro. Como la mayoría de las personas son más hábiles con la derecha y torpes con la izquierda, en la antigüedad se pensaba que el lado derecho era el del bien y el izquierdo el del mal. Debido a esto, los zurdos eran discriminados y hasta maltratados.

Todos hemos escuchado la expresión “me levanté con el pie izquierdo”, indicando que las cosas han salido mal durante el día.  Hasta no hace muchos años, algunos niños zurdos eran obligados a usar la mano derecha. Hoy en día, los especialistas recomiendan que los niños y los jóvenes utilicen la mano que dominan.

Dios diseñó el cerebro humano de forma que el hemisferio izquierdo gobierne la coordinación motriz del lado derecho del cuerpo y viceversa. En la parte izquierda de nuestro cerebro se desarrolla la lógica, la habilidad numérica, el razonamiento y el lenguaje hablado y escrito. El hemisferio derecho es el de las actividades creativas, la imaginación, la intuición y la percepción tridimensional.  

Una universidad especial

Para desarrollar una destreza, no siempre se requiere un alto grado de escolaridad. Al despuntar la mañana, Doña María, una mujer de 43 años, madre y abuela, se prepara para viajar a la aldea vecina a reparar los paneles solares que ella misma instaló, así como organizar capacitaciones para otras mujeres. Aunque no sabe leer ni escribir, ella desarrolló la destreza de unir alambres y circuitos para instalar las lámparas solares que iluminan las humildes casas de las comunidades.

Ella fue parte de un grupo de mujeres de Centroamérica y otros países Sudamericanos, que se capacitaron en la “Universidad de los Pies Descalzos” en la India. A este centro de capacitación llegan mujeres de muchas partes del mundo. Esta peculiar universidad empezó a funcionar en 1972 en Tilonia, una pequeña aldea situada en el desierto de Rajastán, al suroeste de Nueva Delhi. Su objetivo es formar mujeres especializadas en salud rural, electricidad, agua potable, conservación ecológica y manejo de energía solar. Es una formación práctica orientada al desarrollo comunitario sustentable, basada en los principios y pensamientos de Gandhi.

En 1965, a consecuencia de una hambruna en Bihar, murieron miles de personas. Esta situación impresionó a Bunker Roy, un emprendedor social que estudió en prestigiosas universidades de la India y que abandonó su lujoso estilo de vida para fundar esta universidad. Aquí se valoran y desarrollan las destrezas de las mujeres pobres. No se extienden certificados, títulos o diplomas; las mujeres perfeccionan destrezas que son de mucha utilidad en sus comunidades de origen.

Se trata de mujeres con poca escolaridad, que no comparten un mismo idioma y que, en muchos casos, es la primera vez que salen de su entorno; llegan a esta universidad para formarse como expertas en energía solar, capacitadas para instalar y dar mantenimiento a los sistemas fotovoltáicos que llevarán luz y esperanza a sus comunidades.

“No se trata solamente de energía solar, sino de una formación que abre sus mentes”, explica Sajeev Babu Kurup, embajador de la India en Guatemala. “Se empodera a las mujeres para que aumenten su autoestima y se sientan útiles y valoradas”

Desarrollo de destrezas

Los seres humanos necesitamos descubrir y potenciar nuestras habilidades innatas. Dios nos exhorta a trabajar con ahínco para desarrollar destrezas en esta vida física. El rey Salomón escribió: “Todo lo que te viniere a la mano por hacer hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, a donde vas, no hay obra ni trabajo, ni ciencia ni sabiduría” Eclesiastés 9:10.

Se puede llegar a ser diestro en cualquier actividad, aunque en principio la destreza está relacionado con el movimiento corporal y los oficios manuales. Por esa razón es que, en los deportes, se necesita desarrollar agilidad, equilibrio, fuerza, elasticidad y coordinación. Existen, sin embargo, destrezas que también requieren la parte cognitiva, por ejemplo: hablar, leer, aprender otro idioma o escribir con rapidez en un teclado. Pero es importante recordar que las destrezas sólo se desarrollan por medio de la constancia y la repetición.

Todos tenemos habilidades, pero nuestro deber es descubrirlas. En la Biblia leemos que Moisés tenía liderazgo, sin embargo, necesitó a su hermano Aarón para que fuera su portavoz. Éxodo 4:14-16 “Entonces el Eterno se enojó contra Moisés y dijo: ¿no conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla muy bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. Tu hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios”.

Algunas personas tienen la habilidad de tocar muy bien un instrumento musical; otros son buenos deportistas o diestros para trabajar con las manos. Con esfuerzo, todos podemos llegar a comprender a los demás, desarrollar paciencia, buen humor y destreza para enseñar a otros. Recordemos que algunas destrezas que hemos adquirido años atrás, las podemos perder si no las practicamos. Como lo expresara el literato ruso Fiódor Dostoievski: “El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive”